Trayectoria poetica de miguel hernandez la evolucion de su poesia

2. La trayectoria poética de Miguel Hernández


En  la obra literaria de Miguel Hernández se pueden apreciar varias etapas:

1ª: Poesía pura, al que pertenecen Perito en lunas y otras composiciones neogongorinas. 2ª Poesía neorromántica, representada por El rayo que no cesa. 3ª Literatura de urgencia: poesía de la guerra a la que pertenece Viento del pueblo y El hombre acecha. 4ª La exploración interior, representada por Cancionero y romancero de ausencias

Etapa de la poesía pura

Como homenaje al estilo de Góngora, lleno de metáforas e hipérbatos, escribe en 1932 Perito en lunas. Formado por cuarenta y dos octavas reales, sus poemas son una sucesión de acertijos poéticos que supone uno de los exponentes más originales de la poesía pura, sustentada en el neogongorismo, como manifestación culta, y en la adivinanza, como expresión tradicional. Los poemas describen objetos sencillos de la naturaleza y de la vida cotidiana. Se trata de una poesía alejada de cualquier tipo de sentimentalismo, entendida como un juego de ingenio lingüístico.El nexo común que da unidad al libro es la metáfora lunar (la especialidad de un pastor “experto en lunas”): todos los objetos son descritos por sus recónditas formas lunares, es decir, por su parecido con la luna y las fases lunares. A pesar de ser la luna el núcleo y centro de inspiración, existen otros subtemas en esta primera obra: junto con escenas de la vida real, junto al colorido de los frutos y vegetales (palmera, sandía, granada, azahar, etc.), y junto a objetos y animales cotidianos (pozos, veletas, horno, gallo, oveja, etc.), surgirán otros motivos que tendrán trascendencia posterior en la obra de Hernández: muerte,toro,sexo.Esta obra presenta resonancias de poetas clásicos como Garcilaso, pero sobre todo de Góngora. Igualmente se perciben resonancias del simbolismo francés y de poetas españoles contemporáneos, como Jorge Guillén, García Lorca, Rafael Alberti y Gerardo Diego. Por otra parte tampoco hay que olvidar la dimensión popularizante del poemario, reforzado por la temática campestre y por el empleo de la adivinanza.
Etapa de la poesía neorromántica la obra más característica de este periodo que hemos denominado neorromántico es El rayo que no cesa. En esta fase se entremezcla la práctica neogongorina anterior con la lírica amorosa. Integran  El rayo que no cesa cerca de treinta sonetos, aparte de otras estructuras poéticas. La poética neorromántica del El rayo que no cesa se manifiesta a través de la lírica de la angustia, de la sangre y el grito. Es la poética surgida de una interiorización fruto del amor y que supone adentrarse en una angustia que se liga al sentimiento amoroso, pero que no se reduce a él, sino que lo trasciende en forma de angustia metafísica y existencial.En estas composiciones la tensión vital del poeta se proyecta en el tema de la pena. Y esta pena no depende de la ausencia de amor, sino de su no realización, al contenerse el deseo erótico por culpa de una moral muy estrecha.

Etapa de la literatura de urgencia

Durante la guerra, Miguel Hernández cree necesario convertir el arte en arma de combate, ya que lo que procede es el arte de urgencia, la literatura como instrumento útil para mantener la moral de los soldados, para adoctrinarles a propósito de la causa por la que luchan, e incluso para cultivar su sensibilidad estética. A esta poética responden obras como Viento del pueblo y El hombre acecha. En Viento del pueblo, utiliza la silva, la décima, la cuarteta, los romances… Se cruzan distintos tonos como el épico, el elegiaco, el autobiográfico y el imprecatori. En El hombre acecha, el poeta combina composiciones en verso largo junto con las formas tradicionales. Presenta un giro plenamente personal hacia el intimismo: el poeta se duele de la muerte colectiva, de la muerte de los hombres que acarrea la guerra, de los heridos, de las cárceles y del odio.

Etapa de la exploración interior

La poética final más representativa de Miguel Hernández es la de la ausencia, concentrada en los versos del Cancionero y romancero de ausencias. Comenzado en 1938, a raíz de la muerte de su primogénito, el núcleo principal de este poemario fue compuesto en la cárcel, y se publicó póstumamente. Desde el punto de vista temático, en el Cancionero se profundizan dos temas característicos de Miguel Hernández: el del amor y el de las ausencias. En la obra, en efecto, se testimonia la ausencia de todo, o por lo menos, de todo aquello que puede dar sentido profundo a la vida: la libertad, el contacto con los paisajes y seres queridos. El tono y el sentido de dicha ausencia se basa en que el poeta cree que el hombre no consiste en otra realidad que la de la ausencia, de ahí la profundidad de la introspección hernandiana, que parte del hecho del encarcelamiento concreto, y ahonda en la condición del ausente, y de ser incomunicado con todo hombre. Y junto a la ausencia, el tema del amor paterno, del amor a la mujer y a su hijo.La poesía ha dejado de ser un juego metafórico que busca efectos estéticos, y se convierte en un cauce del desconcierto emocional. En el estilo domina la desnudez retórica y se formulan unas metáforas singulares, en las que sobresale la proyección del lo trágico y del dolor.

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