La poesía posromántica
La obra de Bécquer y Rosalía de Castro constituye el primer paso hacia la poesía contemporánea española. Su lírica se despojó de los excesos retóricos de la época anterior y ambos buscaron una voz propia, mucho más intimista y desnuda, con la que expresar su visión del mundo.
Gustavo Adolfo Bécquer
La poesía de Bécquer está recogida en sus Rimas, publicadas completas por primera vez en 1871, de manera póstuma. Tradicionalmente se clasifican en cuatro grandes grupos, según el tema que desarrollan:
- Rimas I-VIII: La creación y la propia poesía.
- Rimas IX-XXIX: La exaltación del amor ilusionado.
- Rimas XXX-LI: El amor desengañado.
- Rimas LII-LXXVI: La soledad y la reflexión vital.
En cuanto a la forma, el propio nombre que el autor dio a sus poemas (rimas) denota ya la sencillez estilística de sus textos. En los poemas de Bécquer, influidos por la obra y las ideas estéticas del poeta alemán Heinrich Heine, destacan estos rasgos:
- La musicalidad y la búsqueda de una expresión próxima al lenguaje habitual.
- El empleo de recursos de repetición con leves variaciones finales (variatio).
- El uso de imágenes con valor simbólico, extraídas, sobre todo, del campo de la naturaleza y de las artes.
Rosalía de Castro
Rosalía de Castro cultivó la poesía en gallego (Cantares gallegos, Follas novas) y en castellano (En las orillas del Sar). En sus poemas destacan los siguientes temas:
- El paisaje, que presenta como proyección de su propia sensibilidad, eludiendo su lado pintoresco.
- La búsqueda del ideal: el yo poético persigue el amor, la belleza, la justicia…, pero su esfuerzo siempre se ve frustrado por la imperfección de la realidad.
- La melancolía y tristeza: el desengaño y la frustración provocan un dolor que se combina con el recuerdo de una adolescencia confusa y atormentada.
- La denuncia de la injusticia: en sus versos se retrata la pobreza infantil, la nostalgia de los emigrantes o las duras condiciones de vida de los obreros y de los trabajadores del campo.
La prosa romántica
Frente a la eclosión de la novela en la literatura romántica francesa e inglesa, con autores como Víctor Hugo (Los miserables, Nuestra Señora de París) o Mary Shelley (Frankenstein), el género novelesco fue poco cultivado en el Romanticismo español. Dentro de la prosa romántica española se distinguen estos subgéneros:
Subgéneros y Obras Destacadas
- Prosa de ficción
- Novela histórica: El señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco. Es una obra ambientada en El Bierzo (León) que relata el fin de la Orden de los Templarios (siglo XV).
- Narrativa breve: Leyendas, de Gustavo Adolfo Bécquer.
- Prosa no ficcional
- Cuadro de costumbres: Escenas matritenses, de Ramón Mesonero Romanos. Retratan situaciones de la vida cotidiana madrileña, con el afán de captar sus rasgos más pintorescos.
- Artículo periodístico: Artículos, de Mariano José de Larra.
Las Leyendas de Bécquer
Publicadas en la prensa entre 1858 y 1864, las Leyendas constituyen un conjunto de relatos fantásticos que presentan las siguientes características:
- Ambientación medieval: casi todas las leyendas se sitúan en la Edad Media.
- Reelaboración artística de materiales populares: en muchos casos, la fuente del texto es un relato folclórico perteneciente a la tradición oral.
- Presencia de personajes irreales: gnomos, fantasmas, hadas…
- Final sorprendente, que busca provocar en el lector una emoción intensa.
- Empleo de un lenguaje poético y a la vez sencillo.
Los Artículos de Mariano José de Larra
La prosa de Larra se distingue por su ironía y sentido crítico. En sus textos se retratan situaciones de la sociedad de la época, pero el autor trasciende la anécdota para ofrecernos un cuadro humano de valor general. Muchos de los artículos presentan una estructura similar:
- Presentación del tema a partir de un caso particular que involucra al propio autor.
- Desarrollo narrativo, con inclusión de pasajes descriptivos y dialogados.
- Conclusión y reflexión final, de carácter argumentativo.
Según su tema, los artículos de Larra se pueden clasificar en tres grupos:
- Artículos de costumbres: Se hace hincapié en la necesidad de modernizar la sociedad española.
- Artículos políticos: Se defienden las ideas progresistas.
- Artículos literarios: Se opina sobre la literatura de la época y, muy especialmente, sobre el teatro, al que se atribuye una función didáctica esencial para el desarrollo de la sociedad.
El teatro romántico
El subgénero teatral por excelencia en este periodo fue el drama romántico, en el que se daban cita los rasgos, motivos y temas propios del Romanticismo. El primer drama romántico que llegó a las tablas fue La conjuración de Venecia, de Francisco Martínez de la Rosa, estrenado en 1834. Quince años después, el estreno de Traidor, inconfeso y mártir (1849), de José Zorrilla, supondría el fin de este subgénero.
Características del drama romántico
- Ruptura de las unidades de acción, tiempo y lugar: La trama puede abarcar un espacio temporal indefinido, el argumento lleva a los personajes por lugares muy diferentes y, por lo general, se cruzan varias líneas de acción.
- Preferencia por los espacios abruptos y, a menudo, exóticos: La ambientación es la típica del Romanticismo: ruinas, cementerios, parajes agrestes y violentos… Se observa un gusto muy marcado por los escenarios medievales, presentes en obras como El trovador, de Antonio García Gutiérrez, o Los amantes de Teruel, de Juan Eugenio Hartzenbusch.
- Polimetría y retoricismo: Las obras combinan metros y estrofas diferentes, y el lenguaje se caracteriza por su sonoridad, así como por la búsqueda del efectismo (exclamaciones e interrogaciones retóricas, hipérboles…).
- Temas románticos: Se plantean conflictos que giran en torno a temas como el amor imposible, el destino inexorable que se impone sobre la voluntad del protagonista, la transgresión de las normas y la moral establecida, la seducción…