Evolución y Tendencias de la Literatura Española desde la Posguerra hasta el Siglo XXI

La Literatura Española Contemporánea: Tendencias y Autores

I. La Narrativa Española (Desde los 70 hasta la Actualidad)

Desde los años 70 hasta la actualidad, se observa una dificultad para reconocer un estilo, tema o intención como criterio de clasificación. Este periodo se caracteriza por la coexistencia de todas las técnicas y tendencias anteriores, así como un renovado interés en la historia.

Variedad Temática en la Novela

Existe una gran variedad temática, incluyendo:

  • Novela policiaca.
  • Novela histórica.
  • Novela fantástica.
  • Novela del conflicto entre pueblo y ciudad.
  • Novela de la Guerra Civil y posguerra.
  • Novela metaliteraria, etc.

Autores y Obras Destacadas

  • Julio Llamazares: La lluvia amarilla (1988)
  • Luis Mateo Díez: Las estaciones provinciales (1982)
  • Manuel Vázquez Montalbán: Asesinato en el Comité Central (1981)
  • Manuel Rivas: ¿Qué me quieres, amor? (1966)
  • Javier Marías: Todas las almas (1983)
  • Juan José Millás: Papel mojado (1983)
  • Antonio Muñoz Molina: El jinete polaco (1993)
  • Otros autores: José María Merino, Álvaro Pombo.

II. La Poesía Española (Desde 1975)

Desde 1975, el mundo urbano, lo cotidiano y el contenido autobiográfico se convierten en fuente de inspiración para tratar temas universales como el amor, el paso del tiempo, la angustia existencial o la muerte.

Características Formales

  • Rechazo a la ornamentación.
  • Sencillez y coloquialismo.
  • Léxico moderno.
  • Ironía y distanciamiento antilírico.
  • Uso libre de estrofas y versos.

Principales Tendencias Poéticas

Neosurrealismo
Entronca con la Generación del 27, los surrealistas de posguerra y los Novísimos. Ejemplo: Blanca Andreu, Báculo de Babel (1986).
Neorromanticismo
Los temas centrales son la noche, la importancia del canto y la muerte. Ejemplo: Antonio Colinas, Sepulcro en Tarquinia.
Poesía del Silencio o Minimalista
Continúa la línea de Ángel Valente, con poemas muy densos conceptualmente y versos cortos. Ejemplos: Jaime Siles, Música de agua (1983); Andrés Sánchez, Fuego blanco (1992).
Poesía Épica
Recupera la naturaleza y el pasado idílico y heroico. Ejemplo: Julio Llamazares, Poemas sobre losa fría (1989).
Poesía Sensualista o del Nuevo Erotismo
El erotismo unido al cuerpo, la noche o el mar. Ejemplo: Ana Rossetti, Los devaneos de Erato (1980).
Poesía de la Experiencia
Temas: el mundo urbano, lo cotidiano, el paso del tiempo y lo anecdótico. Forma: registro conversacional y monólogo. Ejemplos: Luis García Montero, Rimada de ciudad (1983); Miguel d’Ors, El cielo es azul (1984).

III. El Teatro Español Posterior a la Guerra Civil

Al finalizar la Guerra Civil Española, el teatro se encontró con tres graves problemas:

  1. Agravamiento de los condicionantes comerciales: La crisis económica limitó la asistencia a las representaciones a los más pudientes, y la censura impidió todo contenido político crítico en las obras.

  2. Ruptura profunda con el teatro anterior a la guerra: Esto se debió a la muerte de algunos de los grandes maestros (Valle-Inclán, Unamuno y García Lorca) o al exilio de otros (Max Aub, Alejandro Casona, Rafael Alberti). Esta ruptura se produjo, sobre todo, con las tendencias más innovadoras, mientras que el teatro comercial continuó en su misma línea, ya que no suponía un peligro para nadie.

  3. Inicio de una crisis del teatro:

    • Al no quedar grandes autores españoles (muerte y exilio), los empresarios recurrieron a traducciones de obras de autores extranjeros, con lo que los jóvenes dramaturgos españoles se encontraron con más dificultades a la hora de estrenar sus obras.
    • El cine se convirtió en el gran espectáculo de masas y desplazó al teatro en los gustos del público.

En el teatro español posterior a la guerra civil se suelen establecer una serie de etapas:

1. El Teatro de Posguerra (1939-1955)

En este periodo nos encontramos con tres tendencias principales:

1.1. Teatro de “Continuidad sin Ruptura”

Así denominó a estas obras Francisco Ruiz Ramón en su Historia del Teatro Español. Sus rasgos son:

  • Continúa la comedia de salón de Benavente.
  • Ideológicamente se caracteriza por la defensa de los valores tradicionales: Dios, Patria y Familia.
  • Introduce siempre una ligera crítica de costumbres (hipocresía, fundamentalmente).
  • Técnicamente: uso de una escenografía realista, seguimiento de las normas aristotélicas (tres unidades, estructuración, etc.) y búsqueda de la perfección formal.
1.2. Teatro de Humor

Dentro del teatro de intención humorística nos encontramos con dos manifestaciones principales:

  1. Un teatro cómico que busca la risa fácil con técnicas tradicionales y que continúa las formas anteriores a la guerra civil.
  2. La manifestación más interesante de este periodo es la de un teatro que busca renovar la risa, intentando provocarla mediante situaciones, personajes, argumentos y lenguaje inverosímil, casi absurdo. Esta forma de hacer teatro había sido iniciada antes de la guerra por Jardiel Poncela y se continúa ahora con este mismo autor, al que se añaden los nombres de Edgar Neville y, sobre todo, Miguel Mihura.
1.3. Teatro Existencialista

Llamamos así a un conjunto de obras que pretenden representar los conflictos existenciales del ser humano (soledad, incomunicación, falta de sentido vital, melancolía, fluir del tiempo, etc.). Junto a estas preocupaciones existenciales aparecerán las preocupaciones sociales, pero en estos primeros años no será fácil exponer la crítica y la denuncia social en las obras debido a la presión de la censura. Debemos considerar dos posturas dentro de esta tendencia:

  1. Teatro posibilista: Representado por Antonio Buero Vallejo e iniciado en el año 1949 con Historia de una escalera. Este teatro introduce la denuncia social de una forma indirecta para burlar la censura del momento.
  2. Teatro radical: Ejerce la denuncia política directamente. El mejor representante es Alfonso Sastre y se inicia a partir del año 1953 con Escuadras hacia la muerte.

2. El Teatro de Protesta y Denuncia (1955-1965)

A partir del año 1955 aparece el teatro social en España, aunque ya había habido manifestaciones anteriores (Buero Vallejo y Alfonso Sastre). La aparición de estas obras de contenido crítico y denunciador es posible gracias a tres razones:

  1. La necesidad de que el teatro exprese los problemas del momento.
  2. Aparición de un nuevo tipo de público –joven y universitario– que pide un nuevo concepto de teatro, crítico con la situación histórica que vive España.
  3. La relajación de la censura, que permite el estreno de estas obras políticamente comprometidas.

Los temas principales de este periodo serán dos: la denuncia de la injusticia y la desigualdad social, y la alienación de los seres humanos en el nuevo orden social.

Recursos Técnicos del Teatro Social

Conviene destacar los siguientes recursos técnicos:

  • Realismo directo.
  • Realismo que recupera elementos de las comedias de costumbres de Carlos Arniches (ambientación popular, lenguaje sencillo).
  • Uso de técnicas esperpénticas que deforman la realidad: animalización de los seres humanos, cosificación de los personajes, degradación de los protagonistas, etc.
  • Expresionismo y simbolismo.

3. Teatro Renovador (1965-1975)

En torno al año 1965, los autores españoles se cansan de un teatro técnicamente sencillo y comienzan a aplicar en sus obras las tendencias vanguardistas europeas y americanas que se venían desarrollando desde principios de siglo (teatro pobre, teatro de la crueldad, Living Theatre, etc.).

Características Técnicas

Las obras de estos momentos se caracterizan por un abandono del realismo mediante diferentes procedimientos:

  1. Parábolas al estilo de Bertolt Brecht.
  2. Los personajes se convierten en símbolos de ideas, temas o comportamientos.
  3. Empleo de recursos esperpénticos de deformación de la realidad.
  4. Ganan relevancia los recursos extraverbales: gestos, vestuario, iluminación, sonidos, etc.

Los temas seguirán siendo, básicamente, los mismos del periodo anterior: la injusticia, la falta de libertades, la crítica de la dictadura, la denuncia de la pobreza, etc. En esta labor de renovación fueron importantes algunos autores (Fernando Arrabal, por ejemplo), pero sobre todo lo fueron los grupos de teatro independientes y algunos de sus directores, como Albert Boadella (Els Joglars) o Salvador Távora (La Cuadra).

4. Últimas Tendencias Teatrales (Desde 1975)

En los últimos años se ha producido una paulatina desaparición de los autores teatrales. Las causas hay que buscarlas en dos problemas:

  1. Los empresarios privados no se arriesgan con las obras de los autores jóvenes.
  2. Los teatros públicos (cada vez más abundantes) prefieren representar obras de autores clásicos con la supuesta intención de proteger y difundir nuestra cultura literaria.

A pesar de la supuesta crisis de público, nos encontramos con una gran diversidad de tendencias:

  1. Obras de técnica vanguardista: Continúan las experimentaciones del periodo anterior. Destacan Francisco Nieva, Fernando Arrabal y los grupos de teatro independientes (Els Joglars, Els Comediants, La Fura dels Baus, La Cubana, Esperpento, La Cuadra, etc.).
  2. Obras de técnica y orientación realista: Por un lado, obras de tema histórico (¡Ay, Carmela!, de José Sanchis Sinisterra) y contenido crítico, frente a otras obras de corte más comercial que continúan las formas de la comedia de salón, aunque adaptadas a los nuevos tiempos.
  3. Renovación de la comedia de costumbres: Ambientada en la ciudad moderna con los problemas que en ella se encuentran: paro, delincuencia, droga (Bajarse al moro, de Sanchis Sinisterra).
  4. Nuevas obras de autores consagrados: Buero Vallejo, Sastre o Antonio Gala, que se han ido adaptando a las nuevas tendencias y a los nuevos problemas de nuestra sociedad.

IV. Estudio de Caso: “Tres Sombreros de Copa” de Miguel Mihura

Ionesco escribió de la obra: “Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura, tiene la ventaja de asociar el humor trágico, la verdad profunda, al ridículo, que, como principio caricaturesco, sublima y realza, ampliándola, la verdad de las cosas.”

Se trata de una de las obras clave, casi míticas, del teatro español del siglo XX. Escrita en 1932, de haberse estrenado en ese momento hubiera sido una de las obras pioneras del teatro europeo del absurdo. Pero se estrenó 20 años más tarde, cuando el humor absurdo ya no era una novedad. Con todo, ha marcado una época en el teatro español contemporáneo.

Contexto y Estreno

Tres Sombreros De Copa (1932) es una de las mejores obras teatrales de Miguel Mihura, quien vio cómo esta innovadora proposición de teatro absurdo y surrealista no encontró respuesta favorable en la época, teniendo que retrasar su estreno veinte años hasta su representación en la década de los 50.

Argumento Central

La obra se centra en la figura masculina de Dionisio, un ciudadano medio, ni rico ni pobre, ni guapo ni feo, que se aloja en un humilde hotel en vísperas de su boda con su novia de toda la vida. Cuando está a punto de meterse en su cama para descansar y esperar el gran día, una joven llamada Paula, bailarina de un espectáculo de variedades, entra en su habitación. Detrás de ella ingresan también en la alcoba de Dionisio toda la troupe, repleta de personajes estrafalarios. El carácter libre y alegre de Paula, a pesar de ciertos sinsabores vitales que le acompañan, termina ilusionando a Dionisio, quien se plantea no acudir a la boda…

Estilo e Influencias

Esta enloquecida comedia de tres actos y clara funcionalidad evasiva tiene influencia del cine mudo, en especial Buster Keaton, y del humor verbal de los Hermanos Marx. Destaca por el ingenio y vivacidad en los diálogos y por la creación de situaciones absurdas que pueblan el escenario con un ritmo frenético, lleno de constantes entradas y salidas de caracteres extravagantes que parecen adoptar la ilógica como comportamiento.

Significado y Crítica Social

Esta ilógica surreal, que simula ser aceptada como normal por todos los participantes en las situaciones, aporta grandes dosis de comicidad pero encierra en su esencia un factor pesimista por la inmovilidad social y la incapacidad de decisión del ser humano atorado en sus propias circunstancias.

También es palpable un tono melancólico y crítico en la contraposición entre los valores estrictos burgueses, acomodados pero rutinarios, y el espíritu libertario del artista, a pesar de la existencia precaria y aventurera que le acompaña. Los diálogos absurdos, muy brillantes a excepción de algún chiste sobrante de tinte racista, resultan ejemplificados en textos como estos:


El Teatro de Posguerra: Contexto y Figuras Clave

Después del trauma de la guerra, los dramaturgos de la posguerra se enfrentaron a una férrea censura que hacía difícil, si no imposible, ofrecer una visión crítica de la realidad.

Es un tipo de teatro clásico, es decir, que cuenta con una unidad de acción, de tiempo y de espacio. La acción de este tipo de teatro, al igual que la de la obra, se estructura en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace. Dos son las figuras que emergen en esta sociedad cerrada desenmascarando, aunque desde perspectivas diferentes, la realidad de la que nadie quería hablar públicamente: Buero Vallejo y Alfonso Sastre. El teatro de Buero investiga en la condición trágica y ambigua de la libertad humana, mientras que la obra de Sastre, inseparable de su trayectoria comunista, concibe el teatro como un instrumento de acción revolucionaria.

La Generación Perdida y el Experimentalismo

A finales de la década de los 50 surge una nueva promoción, la de los autores de la llamada Generación Perdida. Autores como Lauro Olmo, Martín Recuerda o Luis Matilla adquieren pronto conciencia de grupo por su marginación sistemática de los escenarios públicos y comerciales.

Coinciden igualmente en sus planteamientos y temáticas, siguiendo con la línea del realismo crítico, hablan de la explotación del hombre por el hombre y de la injusticia social. A lo largo de la década de 1960 aparece un nuevo grupo de autores, tan castigados por la censura como los anteriores. Se caracterizan, en términos generales, por su rechazo del realismo y por su interés experimentalista. Su estilo teatral se integra en las nuevas formas del teatro de vanguardia, desde las del teatro del absurdo a Artaud, Brecht o Grotowski. Entre estos autores destacan José Ruibal, Francisco Nieva o Fernando Arrabal. Este último es el autor de alguna de las piezas más representativas del teatro europeo de este siglo.

Los Grupos Independientes

Es también en las décadas de 1960 y 1970 cuando se produce la efervescencia de los denominados grupos independientes, vinculados a la figura de un director o autor o experimentando con fórmulas de creación colectiva. Estos grupos surgen con una decidida vocación de resistencia antifranquista y una actitud de búsqueda en cuanto a concepciones escénicas y técnicas interpretativas. Apartados de los círculos del teatro oficial, su labor se fue introduciendo en universidades, centros culturales y colegios mayores. Grupos como Tábano, el Teatro Estable Independiente (TEI), Goliardos, Cómicos de la Legua, Esperpento o muchos otros contribuyeron a dinamizar la vida teatral española en las postrimerías del franquismo.

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