El Teatro y la Poesía en la España del Siglo XX
El teatro desde principios del siglo XX hasta 1939
A partir de 1898, se pueden establecer dos grandes grupos de autores: el teatro triunfante, que contaba con el favor del público, y el teatro innovador, que buscaba renovar las formas dramáticas.
El teatro triunfante
Podemos distinguir varias líneas:
- La comedia burguesa: Teatro continuador del realismo del siglo XIX, aunque renovando algunos aspectos. Lo esencial es la exposición de las conductas burguesas, a través de personajes refinados y cultos que dialogan con soltura y elegancia. Su principal representante es Jacinto Benavente. Su primera obra, El nido ajeno, donde denuncia la opresión de la mujer casada, fue bien recibida por los jóvenes intelectuales pero mal por la burguesía. Ante esto, Benavente optó por amoldarse a los gustos mayoritarios y se limitó en sus obras a censurar pequeños vicios. Sus mejores obras son Los intereses creados y La Malquerida. Recibió el Premio Nobel.
- Teatro poético en verso: Mezcla de Romanticismo y Modernismo, de carácter muy conservador y tradicional. Es un teatro eminentemente histórico. Destacan Francisco Villaespesa, Eduardo Marquina y los hermanos Machado.
- Teatro cómico: Su intención es hacer pasar un buen rato al espectador. Es reiterativo en las formas de conseguir el humor. Destacamos a los hermanos Álvarez Quintero, Carlos Arniches y el gaditano Pedro Muñoz Seca, inventor del astracán.
El teatro innovador
Los autores más destacados de esta corriente fueron Valle-Inclán y García Lorca. Sin embargo, otros autores también plantearon en España un teatro distinto:
- Miguel de Unamuno: Escribe un teatro de ideas donde lo fundamental es el texto. Hay poca acción y una ausencia casi total de elementos escénicos.
- Jacinto Grau o Ramón Gómez de la Serna: Plantean también experiencias renovadoras.
- Pedro Salinas y Rafael Alberti: Autores de la Generación del 27 que escriben un teatro interesante.
- Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura: Realizan una interesante labor de renovación en el teatro humorístico español.
Ramón María del Valle-Inclán
Es uno de los autores más controvertidos, extravagantes y geniales que ha dado la literatura española. Se inició con las Sonatas y continuó con las Comedias Bárbaras. Su última etapa es la de los esperpentos, donde presenta a España como una deformación grotesca de la civilización europea.
Federico García Lorca
Representa una de las más altas cumbres de la dramática española moderna. La obra de Lorca supone un intento constante de búsqueda y restablecimiento de la pureza original de la palabra evocadora y connotativa. Como dramaturgo, muestra un concepto renovador del arte escénico. El teatro de Lorca parte de tres principios fundamentales:
- Depurar el teatro poético.
- Incorporar tendencias vanguardistas.
- Acercar el teatro al pueblo.
La mujer es la principal protagonista del teatro lorquiano: una mujer que representa el ansia de libertad en una sociedad patriarcal y machista. Sus obras representan la tragedia de toda persona condenada a la frustración en sus deseos más íntimos y a la marginación. Temas como el amor imposible o el enfrentamiento entre libertad y autoridad son recurrentes, siendo la frustración una constante en su obra.
La poesía desde 1939 hasta los años 70
La poesía de la primera posguerra está fuertemente condicionada por la situación histórica española. Inicialmente, los poetas realizan una poesía espiritualista, dirigiéndose a Dios. Más tarde, surge la poesía social. En el periodo que va desde el final de la guerra hasta los años 70, se sucedieron en España numerosas tendencias poéticas, entre las que destacaremos las siguientes:
Poesía testimonial o desarraigada
Dámaso Alonso señaló que se había dado una poesía existencial o desarraigada, cultivada por los poetas más alejados del régimen franquista. Estos poetas querían reflejar un mundo caótico por medio de un lenguaje violento. Sus temas principales fueron la realidad y la vida cotidiana. Sus representantes más destacados fueron:
- Dámaso Alonso (con su obra más representativa, Hijos de la ira)
- Victoriano Crémer
- Eugenio de Nora
Poesía social
Los poetas abandonan su angustia interior para denunciar el autoritarismo. Su estilo era directo, sencillo y coloquial. La poesía social evita los problemas individuales para centrarse en lo colectivo, rechazando el esteticismo y la poesía pura. Se pretende crear una poesía clara, dirigida a «la inmensa mayoría». Los autores y obras más representativos de esta tendencia fueron:
- Gabriel Celaya con Cantos iberos.
- José Hierro con Quinta del 42.
- Blas de Otero con Pido la paz y la palabra.
Poesía del conocimiento (Generación del 50)
Se desarrolló durante los años 50 y 60, y sus autores fueron denominados Generación del 50. Se trataba de poetas que cultivaron una poesía más personal e intimista. Mantuvieron un tono coloquial en sus poemas, pero cuidaron mucho más el lenguaje y la expresión que los poetas sociales. Sus autores más representativos fueron:
- Ángel González con Grado elemental.
- José Ángel Valente con La memoria y los signos.
- Jaime Gil de Biedma con Compañeros de viaje.
- Claudio Rodríguez con Don de la ebriedad.
Estructura de Los girasoles ciegos
La obra de Alberto Méndez se divide en cuatro relatos, llamados «derrotas», cada uno de ellos correspondiente a una fecha correlativa y con un subtítulo:
- Primera derrota (1939): «Si el corazón pensara, dejaría de latir»
- Segunda derrota (1940): «Manuscrito encontrado en el olvido»
- Tercera derrota (1941): «El idioma de los muertos»
- Cuarta derrota (1942): «Los girasoles ciegos»
Se trata de relatos independientes, aunque con una pequeña relación entre ellos por la referencia a personajes comunes (entre la primera y la tercera derrota, y entre la segunda y la cuarta).
Conectores semánticos
Aditivos
Además, asimismo, es más, más aún, aún más, todavía más, del mismo modo, encima…
Adversativos
Sin embargo, no obstante, por el contrario, todo lo contrario, en cambio, con todo, antes bien, aún así, así y todo…
Consecutivos
Por lo tanto, en consecuencia, así, así pues, por eso, por consiguiente, consecuentemente, pues, entonces, de este modo…
Justificativos
Al fin y al cabo, a fin de cuentas, después de todo…
