Evolución de la Poesía Española: Del Franquismo a la Renovación Estética (1939-1975)

La poesía de 1939 a 1975. Claudio Rodríguez

Introducción

La **Guerra Civil**, la **dictadura franquista** y el largo exilio de los intelectuales interrumpen la evolución de la poesía española y la sumen en un profundo aislamiento, unido a una rígida **censura**. Ante esta situación, a los poetas que permanecen en España les quedaban dos caminos: aprobar la nueva situación o reflejar la **desesperanza** del momento.

Poesía en el Exilio

Una de las voces más auténticas de la poesía española del exilio es **León Felipe**, que refleja en sus poemarios Español del éxodo y del llanto o Ganarás la luz el drama de España y su drama personal como exiliado. Especial atención merece también **Miguel Hernández**, que desarrolla gran parte de su obra en la cárcel. En sus obras más importantes como El rayo que no cesa, Viento del pueblo y Cancionero y romancero de ausencias… se aprecia una poesía llena de **humanismo** y **sensibilidad**.

La Poesía de la Posguerra o de los 40

Los poetas que se quedan en España no parten de cero, sino que siguen de cerca a los modelos de las generaciones anteriores (Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, Lorca, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso…) y se agrupan en dos tendencias:

1. Poesía Arraigada

Es complaciente con el régimen dictatorial y se desentiende de la trágica realidad del momento. Es cultivada por autores de la «Generación del 36». Crean una poesía **pura**, **bella**, **perfecta**, de carácter **clásico**, adoptando un tono **heroico** e **intimista**. Sus temas principales son:

  • La familia
  • La religión
  • El paisaje
  • El amor

Entre los poetas que cultivan esta tendencia destacan **Dionisio Ridruejo**, **Luis Rosales** (La casa encendida) y **Luis Felipe Vivanco**, que publican en la revista Garcilaso.

2. Poesía Desarraigada

Aboga por una poesía **comprometida** con un lenguaje **desgarrado**. Supuso un primer acercamiento a la dolorosa realidad del momento y el primer paso hacia una «poesía social». En la revista leonesa Espadaña escribe **Victoriano Crémer** y se publica Hijos de la ira, de **Dámaso Alonso**, poemario lleno de **angustia existencial**, que expresa el miedo, el dolor y la soledad del hombre, con el que inaugura una nueva corriente poética: el **existencialismo**.

La Poesía Social (Años 50). Generación del 36. Blas de Otero

Hacia mediados de siglo (1950), aparece la **poesía social** que protesta y denuncia enérgicamente contra las injusticias de la época y la falta de libertad. La poesía se convierte en un **vehículo de comunicación** que refleja la realidad adoptando diferentes actitudes. Los temas cultivados son:

  • La marginación
  • El paro
  • La falta de libertad
  • La exigencia de justicia y de paz
  • El tema de España

Emplean un lenguaje **claro**, **sencillo**, **directo**, **conversacional**. Los poetas sociales más representativos son **Gabriel Celaya** con Cantos iberos, para quien la poesía es concebida como «un arma cargada de futuro», es decir, «un instrumento que sirve para transformar el mundo», y **Blas de Otero** (1916-1979) que se dirige a la «inmensa mayoría» en Pido la paz y la palabra, que trata de España.

Poesía del Conocimiento (Años 60). La Generación de 1950. Jaime Gil de Biedma

En los años 60, un grupo de poetas de izquierdas formados en universidades extranjeras decide emprender un nuevo rumbo poético con un decidido interés por la **renovación estética** y las posibilidades del lenguaje. No desaparece la preocupación por el hombre ni el inconformismo, pero su **escepticismo** los aleja hacia una poesía más **personal** y **subjetiva**, concebida como un «vehículo de **conocimiento**», que ha sido denominada como **»poesía de la experiencia»**.

Admiradores de Luis Cernuda, de Antonio Machado, de los autores republicanos, de la poesía francesa e inglesa, leen con entusiasmo a Pablo Neruda y César Vallejo. Sus temas principales son:

  • Las experiencias cotidianas
  • El intimismo
  • El tiempo
  • El amor, la amistad, la soledad, la muerte
  • Los recuerdos infantiles

Su estilo es **sobrio**, **sencillo**, **cálido**, el tono **narrativo-conversacional**, y usan la **ironía** para distanciarse de emociones. Destacan **Ángel González** (Tratado de urbanismo), **José Agustín Goytisolo** (Salmas al viento), **Jaime Gil de Biedma** (Compañeras de viaje), **José Ángel Valente**, **José Manuel Caballero Bonald**, **Carlos Barral**, **Félix Grande**, **Francisco Brines** y **Claudio Rodríguez**.

Los Novísimos (Años 70). Luis Alberto de Cuenca

En 1970, José María Castellet publica la antología «Nueve novísimos poetas españoles» que dará nombre a una nueva generación: los **»novísimos»**, conocidos despectivamente como los venecianos: **Pere Gimferrer** (Arde el mar), **Guillermo Carnero** (El sueño de Escipión), **Manuel Vázquez Montalbán**, **Félix de Azúa**, **Ana M.ª Maix**, **Vicente Molina Foix**, **José M.ª Álvarez**, **Leopoldo Panero** y **Martínez Sarrión**.

Con posterioridad, en Madrid, van surgiendo otros autores más jóvenes, discípulos de Vicente Aleixandre, entre los que sobresalen tres: el leonés **Antonio Colinas**, autor de Sepulcro en Tarquinia, **Luis Alberto de Cuenca**, **Luis Antonio de Villena**. Todos siguen muy creativos en la actualidad.

Los novísimos adoptan una actitud **formalista** y elaboran una poesía **experimental** en la que mezclan:

  • Técnicas **surrealistas**
  • La **asociación libre de palabras**
  • Actitud formalista y el estilo **barroco**
  • El **collage** y el *flash* cinematográficos

Cultivan tanto las estrofas clásicas como el verso libre, y junto al lenguaje coloquial aparece el **culto**. Estos autores universitarios, de alta cultura y lecturas exquisitas se caracterizan por realizar una poesía **culturalista**, es decir, llena de referencias filosóficas, artísticas, históricas, culturales: el cine (Marilyn) y sus mitos, el *pop-rock* (Beatles), la música popular, electrónica, el cómic, etc. Temáticamente cultivan el amor y el erotismo, la denuncia de la guerra de Vietnam, mitos de la revolución (Che Guevara) y, la crítica social desde una perspectiva irónica.

Claudio Rodríguez (1934-1999)

Es uno de los poetas españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Su vida estuvo marcada por la muerte de su padre y el asesinato de su hermana. Aún así, se licenció en Filología y pasó temporadas como Lector de español en universidades inglesas, circunstancia que le permitió conocer a los **románticos ingleses**. Claudio Rodríguez se preocupó más por la **calidad** de sus obras que por la cantidad. En su poesía se percibe la **hondura de Quevedo**, la **gracia de Garcilaso**, el **misterio de San Juan** y el **desgarro de Manrique**.

Primeros Éxitos y Madurez

Con solo diecinueve años gana el premio «Adonais» con Don de la Ebriedad, un libro lleno de **metáforas**, **reflexivo** y muy apegado al campo castellano donde creció, en el que la poesía aparece como **don** y como estado de **fervor y éxtasis**.

Esta obra de sorprendente madurez impresionó a Vicente Aleixandre y es considerada una de las más brillantes de la lírica española en la segunda mitad del siglo XX. El hondo **intimismo** y la **sobriedad** característica de su poesía se refleja también en sus libros posteriores. A finales de los 50 aparece Conjuros que contiene poemas como «A mi ropa tendida» donde esta es un símbolo de su interior. El paso de las estaciones, las tradiciones del campo, la mirada infantil son algunos de los temas que aparecerán en este y en otros libros posteriores como Alianza y Condena y El vuelo de la celebración en los que insiste en el **vitalismo** y en su deseo de identificarse con las cosas sencillas, y reconocerse en ellas.

Reconocimiento Tardío y Legado

En 1993, con Casi una leyenda, se inicia un proceso de reivindicación de este poeta. En este libro recoge en un tono más **nostálgico** la preocupación por la **naturaleza de la verdad** y su propia obra. Recibe premios como el **Reina Sofía**, o el **Príncipe de Asturias**. Por esos años ingresa en la **RAE** para ocupar el sillón ‘I’. Fallece en 1999, cuando se encontraba trabajando en su último libro de poemas, Aventura. Su poesía se caracteriza por su **originalidad expresiva**, su **intenso lirismo**, el uso de un **lenguaje coloquial** y cierta tendencia al **realismo**.

Conclusión

En la posguerra se manifiesta una **diversidad de tendencias poéticas**: de la evasión al compromiso social, pasando por la experimentación vanguardista y los **Novísimos** que influirán decisivamente en la poesía posterior.

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