El crítico Ricardo Gullón ya advertía del caudal narrativo del novelista y de su capacidad fabuladora. Observemos esta cualidad en su novela El amor en los tiempos del cólera (1985). La novela narra el amor que durante toda su vida profesa Florentino por Fermina, y que se divide en seis extensos capítulos, siguiendo una estructura cronológica basada en los saltos temporales. Vicente Cervera, en su charla, estableció una estructura tripartita, que conformaría la obra en forma de cuento.
Estructura de la novela
La primera parte sería el primer capítulo, situado en el día de Pentecostés y la muerte de Juvenal, donde se narra su velatorio y la declaración de Florentino a su reciente viuda, con el consecuente rechazo de esta. La segunda parte la conformarían los capítulos del 2 al 5, que presentan una retrospectiva del noviazgo juvenil de Fermina y Florentino, un amor adolescente fallido y el desarrollo posterior de sus vidas paralelas. Cervera advierte en esta parte la estructura en trenza de las dos historias que se entrelazan sin cruzarse, hasta unirse al final. La tercera parte la constituye el sexto capítulo, en el que vuelve al presente para relatar la declaración de Florentino y el esperado reencuentro amoroso.
Análisis de Thomas Pynchon
Thomas Pynchon analiza este capítulo como el mejor por lo sinfónico, la seguridad en el dinamismo y el tempo que avanza seguro y sin sobresaltos, como el viaje fluvial en el que consuman su amor. En cuanto a la estructura general, la obra no puede considerarse del todo circular, sino espiral. Tras el flashback de los capítulos centrales, la obra se retoma cuando muere Juvenal y no Jeremías, hecho que abre la novela al tratarse del primero al que debe enfrentarse el doctor el día de su muerte.
Conectores temporales
A esta estructuración de la obra ayudan una serie de conectores temporales, recursos de los que se sirve el autor para establecer las relaciones temporales entre las partes, así como el avance cronológico de sucesos: el loro que revolotea es el arma que da muerte a Juvenal, las cartas constantes que pasan de unas manos a otras y levantan la curiosidad del lector, o las continuas alusiones al tiempo 51, 9, 4.
Contenido narrativo
Con respecto al contenido narrativo, Thomas Pynchon advierte que la premisa de la que parte la novela puede resolverse en que cumplir un juramento de amor eterno no consiste en amar siempre, sino en vivir una vida larga, plena y auténtica para poder cumplirlo. Así, la novela se basa en la descripción de este amor que convive con la muerte (cólera y guerra) y en el borde de la extinción, pero siempre fluyente y vivo. Es una novela romántica y folletinesca que ha sabido desvestirse de la mediocridad de este tipo de obras. Vicente advierte del giro novelesco que se inicia en la producción de Gabo, gracias a esta obra, y cómo ha sabido recoger lo más manido y ajado de la historia de la literatura y reconvertirlo en una obra de arte magnífica y sobrecogedora.
Personajes principales
El amor eterno de Florentino por Fermina es el motor de la novela, presentada en las tres etapas del hombre: juventud, madurez y vejez. Siempre presentará el mismo carácter de mula. De joven es alta, de pelo lacio, piel serena y pálida. En su madurez se destaca su cuerpo de embarazada, sublime e inalcanzable para Florentino. Cuando es anciana, se destacan sus arrugas, pero es como Florentino la había imaginado. Su carácter tozudo está aderezado de dulzuras imprevistas, como el cariño que siente por su esposo y su relación casi filial con su tía Escolástica o con su criada Gala.
Personajes secundarios
Alrededor de este personaje encontramos otros personajes secundarios: Lorenzo, Hildebranda, Escolástica, Gala Placidia. Florentino podría considerarse el protagonista de la obra por su determinación en el cumplimiento de la promesa, que es lo que provoca la trama. Es persistente e insaciable en el amor. Es enclenque y se le denomina sombra o fantasma. Viste con colores oscuros que lo hacen parecer más viejo y tiene 600 amantes durante su período de educación sentimental.
Familia y amantes
Los personajes relacionados con él se dividen en familiares y amantes. Familiares: León 14, Tránsito (su papel presenta el elemento romántico de la novela: su locura final en busca de la libertad), Lotario Thugut (representa la modernidad de Europa, enseña el telégrafo, lo que hará que vea a Fermina, y lo inicia en el violín, siendo la música una forma fundamental de expresividad sentimental en Florentino). Amantes: Rosalba, la viuda de Nazaret, Olimpia Zuleta, América Vicuña, Leona Cassiani, Sara Noriega.
Juvenal y su relación con Fermina
El tercer vértice del triángulo lo ocupa Juvenal (doctor que erradicó el cólera en su pueblo, amante de la música y muy codiciado entre las mujeres). Su relación con Fermina es la del matrimonio burgués: comienza sin pasión y finaliza con un amor sereno y amplio. Marco Aurelio Urbino, Bárbara Lynch, Jeremías.
Características de los personajes
Para finalizar, comentaré las características del tratamiento de los personajes y llamativas: la fuerza de la elección de los nombres nada corrientes (Hildebranda, Tránsito…), el poder metafórico de los mismos (Leona – fuerza de su carácter, Rosalba – frescura en el inicio del sexo, Gala Placidia – por su capacidad de serenar a la brava Fermina) y la tendencia de nombrarlos siempre con sus nombres y apellidos, como si se nos presentaran por primera vez. Aunque esta obra plantea un triángulo amoroso, podríamos hablar también de una novela coral, formada por un orfeón de voces que le dan verosimilitud y fuerza. Esta multitud de personajes entreteje la trama folletinesca de un relato con capacidad expresiva y una sutileza estilística que la convierten en una obra maestra.