Claves de ‘La casa de Bernarda Alba’: Personajes y Temas del Acto Final

Este fragmento pertenece al tercer acto de la obra dramática La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca.

Contexto y Autor: Federico García Lorca

Federico García Lorca nació en 1898 en Fuente Vaqueros, Granada. Su infancia transcurrió en el ambiente rural de su pueblo granadino y, posteriormente, estudió en Almería. Continuó sus estudios de Filosofía y Letras y de Derecho en la Universidad de Granada, donde entabló amistad con Manuel de Falla, quien le transmitió su amor por el folclore y lo popular.

Poeta, músico, dramaturgo, ensayista, pintor, conferenciante y artista sobre todas las cosas, Lorca vivió en una época dorada de la literatura española. Convivió con los autores de la Generación del 98 y con los modernistas (Antonio Machado, Valle-Inclán, Unamuno, entre otros), conoció a Ortega y Gasset, a Juan Ramón Jiménez y a otros escritores novecentistas. Además, contribuyó a propagar la literatura española vanguardista, influida por los movimientos europeos como el surrealismo, y fue uno de los principales poetas y dramaturgos de la Generación del 27, compuesta también por Rafael Alberti, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Pedro Salinas y Vicente Aleixandre. La Guerra Civil los marcó a todos: Lorca fue asesinado por los nacionalistas.

El éxito le llegó en 1928 con su Romancero gitano. Sin embargo, debido a una crisis personal, se marchó becado a Estados Unidos, un lugar que dejaría una profunda huella en su vida y en su libro Poeta en Nueva York. Viajó también a Cuba y Argentina. A su regreso, fue nombrado director de La Barraca, una compañía de teatro universitario que se proponía llevar a los pueblos de Castilla el teatro del Siglo de Oro. Los últimos años de su vida los dedicó casi exclusivamente al teatro, creando sus obras maestras: Bodas de sangre (1933), Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba (1936).

La Casa de Bernarda Alba: Obra Cumbre de Lorca

La casa de Bernarda Alba fue la última obra dramática que escribió. La acabó en junio de 1936, dos meses antes de ser fusilado al comienzo de la Guerra Civil. Aunque tiene características de tragedia, se identifica más con un drama rural; de hecho, la obra se subtitula Drama de mujeres en los pueblos de España. Su punto de partida se encuentra en figuras reales: una tal Frasquita Alba y sus hijas, vecinas de Lorca en Valderrubio (Granada). La trama parte de una tradición, el luto y la reclusión, llevados a extremos increíbles. Es la historia de una familia rural que, obsesionada por el “qué dirán”, vive bajo la situación dictatorial impuesta por Bernarda a sus hijas.

Temas Centrales en el Acto Final

El tema principal que trata el fragmento es la imposibilidad de la libertad y el desafío a la autoridad que Bernarda ejerce. Asimismo, están presentes otros temas recurrentes en la obra:

  • El honor y el orgullo de casta frente al “qué dirán”.
  • La pasión condenada a la soledad o la muerte.
  • El luto como imposición.
  • La virginidad y la sumisión de la mujer.

Estos temas reflejan la preocupación de los escritores de la Generación del 27 por la propia naturaleza humana (el amor, la muerte, el destino, la libertad, etc.).

Resumen del Desenlace

En esta parte de la última escena, la tensión alcanza su punto culminante. Martirio denuncia a Adela tras descubrir su encuentro con Pepe el Romano. Adela, en un acto de rebeldía, rompe el bastón de su madre y confirma su amor por Pepe. Bernarda, enfurecida, coge una escopeta y sale para matarlo. Aunque no lo consigue, Martirio miente y le hace creer a Adela que Pepe ha muerto. Desesperada, Adela corre a su habitación y se suicida. Al encontrarla muerta, Bernarda, preocupada únicamente por el “qué dirán”, exige que se diga que su hija ha muerto virgen y ordena silencio absoluto.

Análisis de los Personajes

La casa de Bernarda Alba es una obra de personajes exclusivamente femeninos. Sin embargo, la sombra del hombre, encarnada en Pepe el Romano, gravita constantemente sobre la escena y es el catalizador de la acción y el desenlace final. En este fragmento intervienen los siguientes personajes:

Bernarda Alba: La Autoridad Tiránica

Es la madre y matriarca. Representa las convenciones morales y sociales más conservadoras, la autoridad y la opresión. Defiende la decencia y la honra por encima de todo y ejerce en su casa un poder absoluto, simbolizado por el bastón que siempre lleva en escena y su lenguaje prescriptivo, lleno de órdenes y prohibiciones. Bernarda es un personaje represivo que acalla la expresión de ideas y sentimientos de quienes viven a su alrededor.

Angustias: La Herencia y la Desdicha

Como su propio nombre indica, es un personaje angustiado. Es la mayor (39 años) e hija del primer marido de Bernarda. Al heredar una buena fortuna de su padre, se convierte en la prometida de Pepe el Romano, a pesar de haber perdido la ilusión y la pasión. Este compromiso es el principal motivo de la envidia de sus hermanas. En este fragmento, se enfrenta directamente a Adela, llamándola: “¡Ladrona!, ¡deshonra de nuestra casa!”.

Magdalena: La Sumisión

A sus 30 años, es consciente de que no va a casarse. Es un personaje mayormente sumiso, aunque en ocasiones protesta por la situación privilegiada de Angustias. Fue la única de las hijas que lloró sinceramente la muerte de su padre.

Amelia: La Resignación

Su nombre, que significa “sin miel”, refleja su carácter. A sus 27 años, se muestra resignada a la soltería. Es tímida y temerosa de Bernarda. Junto con Magdalena, es uno de los personajes más desdibujados de la obra.

Martirio: Los Celos y la Traición

A sus 24 años, está secretamente enamorada de Pepe el Romano y es la primera en darse cuenta de que Adela también lo está. Es un personaje acomplejado y oscuro, lleno de rencor, temerosa de los hombres y profundamente celosa de Adela. En esta escena, su envidia se desborda. Intenta reprimir los deseos de su hermana y, al no conseguirlo, la delata ante su madre y provoca la tragedia final al mentir sobre la muerte de Pepe.

Adela: La Rebeldía y la Pasión

Su nombre significa “de naturaleza noble”. Es la más joven de las hermanas y, junto con la abuela María Josefa, encarna la rebeldía y el anhelo de libertad. Se enfrenta a su madre en múltiples ocasiones, representando la fuerza vital del amor y la pasión, una actitud central en la obra de Lorca. Para el autor, si no hay amor, la vida se trunca y la muerte es segura, un destino que se cumple trágicamente en Adela.

Otros Personajes: La Poncia y la Criada

En la escena también aparece La Poncia, cuyo nombre recuerda a Poncio Pilatos. Es la criada principal y lleva treinta años sirviendo a Bernarda, por quien siente un profundo rencor. A menudo interviene en las conversaciones para dar consejos o advertencias. La otra criada también participa del rencor hacia el ama y hacia el difunto marido, que la acosaba. Obedece a La Poncia, pero se muestra altanera con la mendiga, reflejando la estricta jerarquía de clases presente en la obra.

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