El Realismo Literario: Origen y Fundamentos
La segunda mitad del siglo XIX supuso un cambio radical en la concepción de la literatura dominante. Se impuso entonces el contacto directo con la realidad, la descripción minuciosa y objetiva de la sociedad del momento. Nos hallamos ante el movimiento literario conocido como Realismo. El positivismo, corriente filosófica de la época, propuso la observación rigurosa de la realidad y la experimentación como única manera de conocer el mundo, influyendo directamente en esta nueva estética.
Características Clave del Realismo Literario
La literatura realista se propuso reproducir fielmente el mundo contemporáneo. Ello se consiguió a través de los siguientes recursos:
- Empleo de nuevas técnicas de observación y descripción de la realidad: Los escritores pretendían ofrecer la misma visión que captaría una máquina fotográfica, reproduciendo la realidad sin manipular, con sus aspectos positivos y negativos, y sin eliminar los más desagradables.
- Interés especial por los personajes: Se prestaba atención a la descripción minuciosa de sus rasgos psicológicos y de sus estados de ánimo.
- Temas de denuncia social: Los temas elegidos eran aquellos que permitían realizar una crítica o denuncia de la sociedad.
- Estilo natural y sobrio: El estilo realista estaba presidido por la naturalidad y la escasez de recursos estilísticos, buscando la objetividad.
El Naturalismo: Evolución y Profundización del Realismo
El Naturalismo surgió como una evolución del Realismo, buscando explicar y justificar la profunda influencia que el entorno social y la herencia genética ejercen sobre el comportamiento de los seres humanos. El género más cultivado fue, sin duda, la novela, ya que se ajustaba perfectamente a los intereses de la literatura naturalista: permitía desarrollar historias complejas con personajes problemáticos y posibilitaba la introducción de amplias descripciones detalladas. La técnica narrativa más usual era la del narrador omnisciente, que controlaba todos los hilos del relato, se adentraba en la mente de los personajes, interpretaba la realidad, la criticaba y la denunciaba. Abundaban las descripciones minuciosas de ambientes, lugares y personajes, a menudo presentando a estos últimos en situaciones de gran pobreza y marginación social.
El Realismo en Europa: Grandes Figuras y Obras
- Honoré de Balzac: Concibió su obra como un todo al que tituló La Comedia Humana, un vasto fresco y análisis de toda la sociedad francesa desde la Revolución hasta su época. Entre sus obras destaca Papá Goriot, que narra los sacrificios de un padre por la supervivencia y el bienestar de sus hijas.
- Gustave Flaubert: Su obra cumbre es Madame Bovary, un hito del realismo psicológico.
- Henri Beyle, Stendhal: Analizó la sociedad de su época con novelas como La cartuja de Parma y Rojo y negro.
En Inglaterra, Charles Dickens es el autor más representativo de este movimiento, con obras inmortales como Oliver Twist, Tiempos difíciles, David Copperfield e Historia de dos ciudades.
También en Rusia, la literatura realista vivió una época de gran esplendor, con figuras como:
- Fiódor Dostoievski: Autor de obras profundas como Crimen y castigo o El jugador.
- León Tolstói: Destacó con obras monumentales como Guerra y paz o Anna Karenina.
La Novela Realista en España: Autores y Corrientes
En España, el período realista contó con novelistas de gran relevancia. Podemos establecer dos grupos principales:
- Primer grupo: Formado por Pedro Antonio de Alarcón, José María de Pereda, Juan Valera y Benito Pérez Galdós. Salvo este último, se caracterizan por su tradicionalismo de corte católico.
- Segundo grupo: Constituido por una generación de autores más jóvenes, entre los que destacan Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Alas «Clarín» y Vicente Blasco Ibáñez. Estos son autores de ideología progresista.
Características generales comunes de la novela realista española:
- Todos creían en el progreso y en la educación.
- Eran optimistas en sus comienzos, pero con el tiempo se hicieron más pesimistas.
- Aspiraban a describir la sociedad española de manera fiel y detallada.
Benito Pérez Galdós: El Maestro del Realismo Español
Benito Pérez Galdós es, sin duda, el escritor más destacado del Realismo literario español. Entre sus obras más importantes, destacan:
- Episodios Nacionales: Una colección de 46 novelas que pretenden reflejar los principales acontecimientos históricos del siglo XIX español.
- Primeras Novelas (o Novelas de Tesis): Se trata de obras donde se parte de una idea que hay que demostrar. Destaca Doña Perfecta (1876), que ejemplifica el enfrentamiento entre personajes de ideología liberal y la mentalidad conservadora.
- Novelas españolas contemporáneas: (Veinticuatro en total) Reflejan la sociedad madrileña de la época con gran detalle. Sobresalen títulos como La desheredada, Miau y la monumental Fortunata y Jacinta (1886-1887).
- Novelas espiritualistas: En esta etapa, Galdós da paso a elementos irracionales como el sueño o la locura. Están protagonizadas por personajes idealistas y quijotescos, como en Misericordia, Nazarín y Tristana.
Las novelas de Galdós se caracterizan por una rica y profunda caracterización de los personajes, así como por la fiel recreación de los acontecimientos históricos y el ambiente social de su tiempo.
Juan Valera: El Realismo Estilizado y Armónico
La obra de Juan Valera se caracteriza por un realismo moderado, que elimina los aspectos más desagradables de la realidad e incorpora, en ocasiones, elementos poco verosímiles o incluso maravillosos. Su estilo es uno de los más cuidados de la época, buscando la sencillez y decantándose por la selección y la magnífica descripción de los aspectos psicológicos, en especial de los femeninos. Entre sus obras más señaladas se encuentran Pepita Jiménez (1873), novela que combina el carácter epistolar con la narración directa; Doña Luz (1879); Juanita la Larga (1885) y Morsamor (1889).
Leopoldo Alas «Clarín»: La Cima del Naturalismo Español
Leopoldo Alas «Clarín» destaca, sobre todo, por ser el autor de La Regenta (1884), una obra magistral en la que el Naturalismo español alcanza sus mejores cotas. La novela se basa en el complejo triángulo amoroso formado por Ana Ozores, Fermín de Pas (su confesor) y Álvaro Mesía (un conquistador que pretende seducir a Ana Ozores). Los personajes de esta novela poseen una profunda caracterización psicológica. Además, La Regenta sobresale por su incisiva crítica social, siendo una crónica detallada de la vida en una ciudad provinciana de la época, Vetusta (nombre inventado que representa a Oviedo).
Clarín compuso también varias novelas cortas, entre las que destacan Pipá y el célebre cuento ¡Adiós, Cordera!. Su estilo es generalmente sencillo pero elaborado, mezclando con maestría la narración, el diálogo y la descripción.