Los santos inocentes (1981) de Miguel Delibes
Publicada por Miguel Delibes en 1981, Los santos inocentes fue un éxito que valió a su autor el premio Príncipe de Asturias.
Los escritores de novela, a partir de 1975, recobran su voz crítica ejerciendo libremente su profesión. Aunque esta novela no muestra alusión directa a la narrativa propia de la época, sí retoma ciertos elementos de la literatura experimental.
La novela cuenta una serie de hechos en torno a dos familias: una que trabaja para la otra. Ambientada en Extremadura a partir de los años 60, se refleja el analfabetismo y el atraso social de la posguerra.
La obra está narrada en tercera persona por una voz anónima. La estructura argumental consta de seis largos párrafos denominados «libros», centrados en los distintos personajes:
- Los tres primeros libros presentan a los humanizados (los siervos).
- El cuarto se centra en el señorito Iván.
- Los dos últimos libros se centran en la trama del accidente de Paco y la muerte de la Milana y de Iván.
El título del libro hace una referencia bíblica a la matanza ordenada por Herodes. Los inocentes son Azarías y la Niña Chica, quienes sufren día tras día la degradación por parte de sus opresores. Delibes convierte a personajes con deficiencias mentales en protagonistas, otorgándoles así una dimensión ética y moral que la sociedad les niega.
Tras la lectura de Los santos inocentes, se evidencia que España, durante la posguerra y el franquismo, había imposibilitado el testimonio libre. Esta historia de campesinos actúa como símbolo de la imposibilidad de la convivencia en un mundo poblado por jerarquías sociales rígidas.
El Teatro Español: De 1939 a la Actualidad
El teatro de esta época se mueve entre dos polos: los autores que se evaden de una realidad dolorosa y su compromiso a denunciarla (evitando la censura), y los autores próximos al franquismo, que lo usan como vehículo de transmisión ideológica. Se agrupa en dos grandes apartados: los autores que representan sus obras en teatros públicos y la renovación, experimentando nuevas tendencias.
El Teatro en el Exilio
Entre los autores que cultivan el género en el exilio, destacamos:
- Rafael Alberti con El adefesio.
- Alejandro Casona con La dama del alba.
- Max Aub con Cara y cruz.
Los Años 40: Teatro Cómico y de Evasión
Dominó el teatro cómico y de evasión, con dos tendencias principales:
- La comedia burguesa: Destaca José María Pemán con La verdad.
- El teatro de humor: Destacan Enrique Jardiel Poncela con Eloísa está debajo de un almendro y Miguel Mihura con Tres sombreros de copa.
Los Años 50: El Drama Realista
Comienza una nueva concepción del teatro en favor de la verdad y las realidades humanas. En 1949 nace el Drama Realista con Antonio Buero Vallejo, el mayor exponente de la tragedia española. Se caracterizó por su capacidad de construir una historia con valor social, además de crear dramas simbólicos que introducen al espectador en el interior de los personajes, como en El tragaluz.
Otro autor destacable es Alfonso Sastre con Escuadra hacia la muerte, donde presenta la tensión psicológica de un grupo de hombres en la trinchera.
Los Años 60: Teatro Comercial y Experimental
En los años 60 triunfa el teatro comercial. Destaca Alfonso Paso con Sentencia de muerte y Antonio Gala con Verdes campos del Edén. El teatro realista, sin embargo, encuentra dificultades debido a la censura.
A partir de los años 60 surge un teatro experimental donde se recurre a elementos extraverbales y el lenguaje es solo un elemento más. Quizás el más importante de los autores es Francisco Nieva. Su obra se divide en:
- Teatro furioso: Con su obra Coronada y el toro.
- Teatro de farsa maldita: Sean coronada y sus hijas.
- Teatro de crónica, sombra y quimera: Larra.
A finales de los años 60, surge el teatro independiente, autofinanciado. Después de 1975, conviven formas y tendencias diversas, incorporando otros lenguajes como el cine, la televisión e Internet.
La Novela Española: De 1975 a la Actualidad
El año 1975 supuso el final de un periodo histórico que marcó fuertemente la vida intelectual y cultural del país. Se abría un periodo que parecía conducir a la recuperación de las libertades, y el escritor recobraría su papel con voz crítica.
A pesar de la heterogeneidad de títulos, autores y corrientes, se pueden distinguir tres grandes etapas:
La Generación del 68
Sus rasgos comunes son la vuelta a la narrativa, el «yo» como centro del relato y el cuidado del estilo. Sus géneros más destacados fueron:
- La metanovela: El narrador hace partícipe el hecho literario. Destaca Camilo José Cela.
- La novela policíaca: Fue posible gracias a la desaparición de la censura. Destacamos a Eduardo Mendoza.
- La novela histórica: Destacamos a Miguel Delibes con El hereje y a Jesús Fernández Santos con Extramuros.
La Narrativa de los 80
Se caracteriza por la tendencia a la introspección, la capacidad de sugerencia, la incorporación de otros géneros y el interés por la novela de género. Los autores que destacamos son:
- Luis Landero.
- Rosa Montero.
- Arturo Pérez-Reverte (quien combina la novela de intriga y la novela histórica, destacando su obra El capitán Alatriste).
- Antonio Muñoz Molina.
La Última Narrativa (Década de los 90 hasta la Actualidad)
Predominan los géneros que fusionan ficción y realidad. Destacamos:
- La novela negra e histórica.
- El realismo sucio, que intenta plasmar en lenguaje juvenil el mundo del alcohol, las drogas y la marginalidad.
- El relato breve, la novela de compromiso y la novela íntima.
A las tendencias anteriores, se añaden la novela gráfica, la novela de fantasía y de ciencia ficción, y la novela infantil y juvenil. Destacamos a Laura Gallego con Crónicas de la Torre y a Javier Reverte con la tendencia de libros de viajes.
En definitiva, en la actualidad, la novela es uno de los géneros más cultivados y leídos, lo que hace difícil delimitar las tendencias. La proliferación de títulos procedentes del periodismo y de las redes sociales abre un camino a una metaliteratura aún de difícil clasificación, y el tiempo determinará lo que permanecerá en la historia de la literatura.
La Novela Española: De 1939 a 1974
En los primeros años de posguerra, España vive bajo la dictadura de Franco y hay una fuerte censura. A partir de los años 50 se produce una relajación de la represión.
El Exilio
Una de las consecuencias de la guerra fue el exilio de numerosos escritores. Entre los autores que escribieron en el exilio, destacan Ramón J. Sender con Réquiem por un campesino español y Max Aub con El laberinto mágico.
Primeros Años de Posguerra (Realismo Tradicional y Tremendismo)
Las novelas se basan en el realismo tradicional. Destacan Miguel Delibes con La sombra del ciprés es alargada y Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte. Además, se crea una nueva tendencia que es el tremendismo.
Los Años 50: El Realismo Social
La corriente dominante es el realismo social con la obra La colmena (1951) de Camilo José Cela, en la que el protagonista es colectivo. Se pueden distinguir dos tendencias:
- El objetivismo y el neorrealismo: Pretende reducir el papel del narrador, dando testimonio de la sociedad, su lucha social y frustración. Algunas obras son El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio o Primera memoria de Ana María Matute.
- El realismo crítico: Destacan Juan Goytisolo y Luis Goytisolo con las obras Duelo en el paraíso y Las afueras.
Los Años 60 y 70: Modernización y Experimentación
Se produce el descubrimiento de la novela hispanoamericana y la modernización de la novela española. Algunas obras que destacamos son Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos, Señas de identidad de Juan Goytisolo y Cinco horas con Mario de Miguel Delibes. Entre los aspectos más novedosos se pueden citar la ruptura del orden cronológico y el uso de la segunda persona.
Al igual que otros géneros, la narrativa evolucionó marcada por las consecuencias de la guerra, la dictadura y la censura. Transcurre desde las novelas más tradicionalistas hacia las novelas con ciertas protestas sociales, pasando por una renovación con afán experimental en los 60 y 70, en búsqueda de la libertad que se encuentra a las puertas de la democracia.
La Poesía Española: De 1939 a Finales del Siglo XX
Los Años 40: La Generación del 36
A principios de los años 40 surge una promoción de la Generación del 27, que es la Generación del 36, la primera de la posguerra. Está formada por jóvenes autores que se dividen en:
- Arraigados: Son partidarios del régimen y les atrae la música clásica. Entre ellos, destacan José García Nieto, Luis Rosales y Leopoldo Panero.
- Desarraigados: No encuentran la fe y se expresan en verso libre. Destacan Dámaso Alonso con Hijos de la ira, Miguel Hernández con El rayo que no cesa, Gabriel Celaya y José Hierro.
Los Años 50: Poesía Social
Muchos autores conciben la poesía como medio de comunicación y denuncia del dolor y las injusticias sociales, luchando por el cambio social y político. Destacan Blas de Otero con Pido la paz y la palabra y Gabriel Celaya con Cantos íberos.
Finales de los 50: La Segunda Generación de Posguerra
Surge con la necesidad de indagar en los conflictos del yo. La poesía cuenta experiencias personales e incorpora el humor, la ironía y el ingenio. Destacan Ángel González y José Ángel Valente.
Los Novísimos y Últimas Tendencias
A finales de los años 60 surgen poetas que han tenido mayor acceso a la cultura, a quienes llamamos Novísimos. Sienten gran aprecio por la poesía experimental de las vanguardias y son grandes eruditos. Destacan Guillermo Carnero y Leopoldo María Panero.
En la poesía de las últimas décadas destaca la poesía del silencio con Andrés Sánchez Robayna y Luis García Montero. A pesar de estas tendencias, no existe una corriente dominante.
El Teatro Español Anterior a 1939
En las primeras décadas del siglo XX, el teatro español es valorado negativamente, con alguna excepción, en el periodo anterior a la Guerra Civil Española. Habrá dos tendencias principales:
1. El Teatro Comercial
- Jacinto Benavente: Sobresale en la comedia de salón, una comedia sencilla. Su obra maestra es Los intereses creados y otra obra muy importante es La malquerida.
- Teatro histórico: Destacamos En Flandes se ha puesto el sol de Marquina y La Lola se va a los puertos de los hermanos Machado.
- Teatro cómico: Destaca Pedro Muñoz Seca, creador del astracán, género que busca lo cómico con la obra La venganza de Don Mendo y lo conmovedor con la obra La señorita Trevélez.
- Los hermanos Álvarez Quintero presentan una imagen superficial de Andalucía.
2. El Teatro Innovador
Destacan obras de Unamuno (Fedra) y Azorín, autores de la Generación del 98. También destacamos obras como Old Spain, Brandy mucho brandy y a Jacinto Grau con El señor de Pigmalión.
Grandes Renovadores del Teatro
Valle-Inclán será un gran renovador del teatro tanto en la forma como en la estética. Su etapa tiene varios ciclos:
- Introduce el modernismo en El marqués de Bradomín.
- Después escribe Comedias bárbaras y Divinas palabras.
- Finalmente cultiva la farsa en La marquesa Rosalinda y Luces de Bohemia.
Federico García Lorca, autor de la Generación del 27, es otro gran renovador. Sus piezas son breves, como La zapatera prodigiosa y Mariana Pineda. Es vanguardista debido a su etapa en Nueva York y su mayor éxito son las tragedias rurales como Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba, entre otras.
Otros dramaturgos de renombre son Max Aub, Alejandro Casona y Jardiel Poncela.
Como conclusión, aunque el teatro comercial sigue, no se producen hechos que abran el camino al teatro innovador en los años de la posguerra.
