La Novela Española: De la Posguerra a la Transición (1939-1975)
1. Narrativa de Posguerra
El final de la Guerra Civil supuso un profundo quiebre en la narrativa española. En cuanto a los novelistas que permanecieron en España en la posguerra, encontramos dos posturas:
- El idealismo: De quienes eran afines al régimen.
- El realismo existencial: De quienes indagaron en el sentido de la existencia humana dentro del ambiente opresivo del país.
La novela idealista se caracterizó por dos corrientes: una de índole política y otra compuesta por novelas que evitaban toda alusión a la guerra. En cuanto al realismo existencial, surgieron novelas que reflejaban la misma moral. Una novela que marcó tendencia fue La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela.
2. Narrativa de los Años 50
A partir de la publicación de La Colmena de Camilo José Cela, se observa un cambio de tendencia en la narrativa. Se transita de lo existencial a lo social, es decir, del “yo” al “nosotros”.
Como rasgos generales, tenemos:
- Influencias literarias diversas.
- Reflejo de la realidad española.
- Personajes tipo o colectivos.
- Narrador objetivo.
- Estructura lineal.
- Utilización de espacios rurales o urbanos y las diferencias entre ambos ambientes.
- Estilo sobrio y claro.
Entre los principales autores de esta etapa, destacan:
- Camilo José Cela: Publica La Colmena en 1951 (aunque el texto original indica 1942, la fecha de publicación de La Colmena es 1951). Otros títulos importantes de este autor son: Pabellón de reposo, Oficio de tinieblas 5 (1973) y Mazurca para dos muertos.
- Rafael Sánchez Ferlosio: El reconocimiento le llega en 1955 con el Premio Nadal por la publicación de El Jarama, aunque antes había escrito la novela Industrias y andanzas de Alfanhuí. Sánchez Ferlosio destaca asimismo por su obra ensayística: Las semanas del jardín, Sobre la guerra (2007) y Vendrán más años malos.
- Ignacio Aldecoa: Autor que destaca en cuentos y relatos breves con trama condensada y tensa, como La tierra de nadie. Aparte de estos relatos, publicó dos novelas en las que se da testimonio de la España tópica y asfixiante de posguerra: El fulgor y la sangre y Con el viento solano.
- Carmen Martín Gaite: Su obra comenzó a ser reconocida en 1947 con la publicación de El balneario y Entre visillos.
- Miguel Delibes: Combinó su faceta periodística y novelística con sus dos grandes pasiones: la caza y la naturaleza. Su estilo se caracteriza por la sencillez, sobriedad y riqueza del lenguaje. Al igual que Cela, su producción narrativa es muy extensa. En los años 50, destacan novelas como La sombra del ciprés es alargada, El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953) y La hoja roja.
3. Narrativa de los Años 60
Esta década supuso el retorno de la necesidad de experimentación. Al mismo tiempo, la sociedad española experimentó cambios importantes y se produjo la influencia de los grandes novelistas renovadores de Europa y Norteamérica, como La metamorfosis o Ulises (1922).
Dentro de esta etapa, cabe destacar técnicas narrativas como:
- Cronología desordenada.
- Fragmentación.
- Protagonistas individuales.
- Punto de vista múltiple.
- Uso del estilo indirecto libre y monólogo interior.
Entre los principales autores de esta etapa, se encuentran:
- Luis Martín Santos: Su novela Tiempo de silencio, publicada en 1962, es un paradigma de la novela de experimentación de los años 60. La obra encierra una crítica tanto a la sociedad española como al ambiente de miseria moral que afecta tanto a la alta burguesía como a la clase baja.
- Juan Benet: Su obra más destacada, Volverás a Región (1967), es un paradigma de esta época. En esta novela, la trama como tal y las características realistas de los personajes desaparecen, y todo se genera a raíz del propio discurso, donde destacan las digresiones y las descripciones.
- Juan Marsé: Del realismo social en sus primeras obras, como La otra cara de la luna, pasó a novelas más experimentales con personajes mucho más complejos y tramas más elaboradas, ambientadas en Barcelona, como Últimas tardes con Tere (1966). Otras obras destacadas son El amante bilingüe, El embrujo de Shanghái y Si te dicen que caí.
- Juan Goytisolo: Comenzó su narrativa dentro del realismo social con Juego de manos (1954). Más adelante, centró su interés en experimentar con técnicas narrativas, lo que dio lugar a novelas tan importantes como Señas de identidad (1966) y Juan sin Tierra (1975). También desarrolló una obra ensayística sobre temas relacionados con la literatura, la cultura y la política, como España y los españoles.
Modernismo y Generación del 98: Pilares de la Literatura Española
Modernismo
El Modernismo tuvo como referentes movimientos nacidos en Francia en el siglo XIX, como el Parnasianismo y el Simbolismo.
Como características generales, tenemos:
- Desarrollo del irracionalismo: Condujo a la muerte de Dios, lo que conllevó una crisis de los valores tradicionales.
- Mercantilización burguesa de la cultura: El arte se convirtió en una rama de la producción.
- Espíritu utilitario: Los modernistas adoptaron una posición bohemia ante la vida.
- Sistema político burgués: Los escritores del momento observaron una necesidad urgente de regeneración.
- Anticolonialismo: La lucha contra el colonialismo español dio paso al rechazo por el creciente imperio económico y cultural de Estados Unidos.
- Oposición artística: Nació enfrentado a las corrientes artísticas vigentes.
Se distinguen también dos etapas:
- Desde 1888 a 1896: Entre la publicación de las obras Azul y Prosas Profanas, ambas de Rubén Darío. Se caracterizó por el predominio del estilo parnasiano.
- Desde 1896 a 1914: Se caracterizó por una estética simbolista más cercana al intimismo y es la que cultivaron Manuel Machado y Juan Ramón Jiménez.
En cuanto a los temas, destacamos: la evasión, la sensualidad y el erotismo, la mujer, la mitología, la crisis espiritual, el cosmopolitismo y el interés por personajes enfrentados a la burguesía.
Para crear esos ambientes y esos temas, participan de rasgos de estilos comunes como:
- Recursos fonéticos.
- Léxico elevado.
- Sintaxis impresionista.
- Doble adjetivación.
- Sinestesia.
- Empleo de símbolos.
- La métrica.
Rubén Darío
El Modernismo literario se inició en Hispanoamérica, de la mano de autores como José Martí o Rubén Darío. Este último, después de obras juveniles como Epístolas y poemas y Alorujos, marcó su poesía con tres etapas:
1. Azul (1888)
La obra está dividida en dos partes: una escrita en prosa y otra en verso. La primera parte, «Cuentos en prosa», y la segunda, «En Chile» (esta última contiene composiciones en verso, distribuidas de la siguiente manera):
- Cuatro poemas: “Primaveral”, “Estival”, “Autumnales” e “Invernal”.
- Tres poemas: de temática amorosa y la poesía.
- Tres sonetos: “Campolirón”, dedicado a un guerrero Mapuche.
- Medallones: Retratos en verso de poetas de la época.
2. Prosas profanas (1896)
El poema más destacado es Sonatina («La princesa está triste… ¿qué tendrá la princesa?»).
3. Cantos de vida y esperanza (1905)
Muestra nuevos temas como la defensa de los valores culturales de la Hispanidad frente al empuje estadounidense, la nostalgia de la niñez y la juventud perdidas, y la naturaleza.
El Modernismo poético llegó a España de la mano de Rubén Darío, pero los autores españoles que más brillaron fueron Manuel Machado y Juan Ramón Jiménez.
Manuel Machado (1874-1947)
Desarrolló una poética original, caracterizada por su variedad de temas, incluyendo los más íntimos y religiosos. Sus obras más importantes son: Alma (1901), El mal poema (1909), Cante jondo (1916) y Ars moriendi (1921).
Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
Tuvo tres etapas:
- Etapa sensitiva: Sus primeros títulos fueron Ninfas y Almas de Violeta.
- Etapa cognitiva: Estío y Diario de un poeta recién casado.
- Etapa esencial: La estación total y Animal de fondo.
No podemos olvidar su prosa poética, presente en la obra Platero y yo.