Evolución de la Novela Española de Posguerra: Del Exilio a los Años 70

La Novela del Exilio

Durante los años inmediatos a la guerra, la intelectualidad española se había situado en un lugar privilegiado a nivel europeo. Sin embargo, tras la Guerra Civil, se produjo la ruptura entre la España «real» y la «oficial». Junto a la penuria económica y el decaimiento moral de los años posteriores al conflicto, se manifestaba un espíritu triunfalista entre quienes simpatizaban con el nuevo régimen. Su producción narrativa fue amplísima y variada, tanto por temática como por aspectos formales. Destacan autores como Ramón J. Sender (Crónica del alba) y Francisco Ayala (Muertes de perro).

Los Años Cuarenta

Consecuencia directa de la Guerra Civil fue el aislamiento internacional de un régimen sospechoso de fascismo, que mereció la repulsa internacional. Además, España sufrió la autarquía económica y cultural, que supuso el exilio de la llamada «Generación perdida». La rígida censura prohibía la difusión de ciertas obras y vigilaba los peligros que acechaban a la fe y a las buenas costumbres, pero también existía la autocensura del novelista.

La guerra del 36 supuso la interrupción de la exploración de nuevos caminos narrativos; la producción entre los novelistas militantes fue de muy escasa calidad. Destacan La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela (1942) –con el tremendismo– y Nada (1945) de Carmen Laforet, novela existencialista ganadora del Premio Nadal.

Los Años Cincuenta: La Novela Social

Progresivamente, se va produciendo la salida de España del aislamiento internacional, la censura se vuelve algo más permisiva y existe mayor tolerancia hacia la literatura extranjera. De ahí el descubrimiento de la novela extranjera, la difusión del neorrealismo italiano (a través del cine y de la literatura) y la influencia de las novelas norteamericanas de la “Generación Perdida”, como las de Dos Passos.

La novela social de los años 50 hará hincapié en la inquietud por los problemas de la sociedad, en la búsqueda de sus causas y consecuencias, y en la denuncia de hechos y situaciones.

La Generación del Medio Siglo reúne a jóvenes escritores agrupados en dos tendencias: neorrealismo y realismo social. El punto de vista dominante es objetivo u objetivista, pues narran dando un testimonio directo, sin valoraciones ni comentarios sobre hechos o situaciones (como una cámara cinematográfica). El autor queda oculto tras los hechos y palabras de sus personajes, aunque se trata de un recurso más, pues es él quien selecciona acciones, caracteres y ambientes significativos de la realidad. La narración es frecuentemente lineal, y la estructura, sencilla y cohesionada.

Tendencias de la Generación del Medio Siglo

  • Novela neorrealista (o realismo crítico): Enfoque crítico y testimonial de la realidad centrado en la problemática personal (soledad, frustración, marginación) desde actitudes éticas y humanitarias.
  • Novela social (en sentido estricto, o realismo social): Plantea la situación de las clases más humildes y explotadas (mundo laboral, marginación, etc.), además de la vacuidad de las clases burguesas, irresponsables e inútiles.

Los Años 60: La Renovación Narrativa

A partir de los años 60, se da en España una renovación en las tendencias narrativas debido a factores sociológicos, económicos y culturales (como la industrialización, el turismo, la flexibilización de la censura) y factores propiamente literarios (como el agotamiento de la novela social y la irrupción de la nueva novela hispanoamericana, el denominado “boom”).

Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos va a ser la novela que cambie el rumbo de la novela castellana. La ironía y el humor son el medio empleado para mostrar los problemas de la sociedad española, abarcando desde las clases sociales acomodadas y medias hasta el lumpenproletariado. El tono existencial y la carga simbólica marcan esta novela, que refleja una sociedad y una existencia vacías. El verdadero carácter innovador de la novela lo establecen el lenguaje y los procedimientos narrativos empleados: gran riqueza léxica, barroquismo, lenguaje y sintaxis compleja.

Como recursos narrativos más novedosos, podemos destacar la presencia de un narrador omnisciente en tercera persona, que emite su opinión acerca de la realidad, junto a otras perspectivas narrativas, como la primera y la segunda persona.

Se rompe la secuencia cronológica, con saltos en el tiempo (flashbacks, flashforwards), y se utiliza el monólogo interior, que permite conocer el mundo interior de los personajes. Destaca Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes.

La Novela de los Años 70

A finales de los años 60 y principios de los 70, en pleno auge de la novela experimental, aparecen las primeras obras del grupo de escritores conocido como Generación del 68 (tercera promoción de posguerra), cuyos miembros habían nacido entre los años de la guerra civil y mediados de siglo.

En sus comienzos, rechazan el compromiso social y abordan los problemas del hombre considerado en su individualidad, aislado de la realidad colectiva.

Etapas de la Novela de los 70

  • Primera etapa: Se continúa con la experimentación iniciada en los 60, con autores como Félix de Azúa y Manuel Vázquez Montalbán.
  • Segunda etapa: Tras los excesos experimentalistas, se produce una reflexión serena sobre el arte de la novela. Sin olvidar las técnicas modernas, se centran en recuperar la narratividad, la intriga y otros elementos clásicos del relato.

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