Evolución y Tendencias del Teatro Español: Desde el Siglo XX hasta la Actualidad

El Teatro Español: Evolución y Diversidad

El teatro, como forma de expresión artística, está sujeto a condicionamientos comerciales que influyen en su contenido ideológico. La necesidad de satisfacer al público lo convierte en un género expuesto a la experimentación. Dentro del panorama teatral español, podemos distinguir dos grandes corrientes: el teatro comercial y el teatro innovador.

Teatro Comercial

El teatro comercial se caracteriza por su búsqueda de éxito de público y, a menudo, por su carácter más conservador. Dentro de esta corriente, encontramos varias tendencias:

Corriente Benaventina

Jacinto Benavente (1866-1954) es el máximo exponente de esta corriente. Comenzó con cierta denuncia de lo establecido en obras como «Nido ajeno». Una excepción a su línea general es la farsa «Los intereses creados», una suave sátira del mundo burgués considerada su obra maestra. También escribió el drama rural «La Malquerida». Recibió el Premio Nobel de Literatura. Su aportación al teatro fue su habilidad escénica y la fluidez de sus diálogos. Otros autores destacados de esta corriente son: Linares Rivas («La garra»), Martínez Sierra, Luca de Tena («¿Quién soy yo?») y Calvo Sotelo («Una comedia en tres actos»).

Teatro Cómico

Esta corriente se caracteriza por la representación del costumbrismo y el sainete. Destacan:

  • Los hermanos Álvarez Quintero: Escenificaron una Andalucía pintoresca y humana, donde los únicos conflictos son amorosos. Obras: «Las de Caín», «El patio», «Malvaloca».
  • Carlos Arniches: Aunque alicantino, es el autor más representativo del madrileñismo castizo. En sus sainetes, utiliza paisajes llenos de dobles sentidos y réplicas humorísticas. Obras: «El amigo Melquíades», «La chica del gato». A partir de 1916, evoluciona hacia la «tragedia grotesca», género en el que se funden lo risible y lo conmovedor con una actitud más crítica: «La señorita de Trevélez», «Los caciques».
  • Pedro Muñoz Seca: Creador del «astracán», género cómico que busca la carcajada.

Teatro en Verso

Combina el gusto posromántico por el verso declamatorio con la influencia modernista. Destacan:

  • Eduardo Marquina: «Las hijas del Cid», «En Flandes se ha puesto el sol».
  • Francisco Villaespesa: «Doña María de Padilla».
  • Los hermanos Machado: «La Lola se va a los puertos».

Teatro Innovador

El teatro innovador busca nuevas formas de expresión y rompe con las convenciones del teatro comercial. Aportan nuevos enfoques ideológicos la Generación del 98, los novecentistas y la Generación del 27.

Generación del 98

  • Miguel de Unamuno: Trata los temas de siempre desde una perspectiva de ideas y drama interno: «Fedra», «El otro».
  • Azorín: Basado en la palabra y la desnudez escenográfica, con una concepción del tiempo innovadora: «Lo invisible».
  • Jacinto Grau: Autor de éxito en el extranjero: «Don Juan de Carillana», «El burlador que no se burla», «El señor de Pigmalión».

Novecentistas, Vanguardistas y Dramaturgos del 27

  • Ramón Gómez de la Serna: Varias obras de introducción experimental, aunque luego se arrepiente. Posteriormente, vuelve a la experimentación con «Medio seres» y «Escaleras» (alegórico).
  • Pedro Salinas: «El director», «Judit y el tirano».
  • Rafael Alberti: Surrealista en «El hombre deshabitado», comprometido en «Fermín Galán», político en «Noche de guerra en el Museo del Prado» y autor de la farsa «El adefesio».
  • Miguel Hernández: «El labrador de más aire» y el más pulido «Teatro de guerra».
  • Alejandro Casona: Teatro poético combinado con humor: «La sirena varada», «Nuestra Natacha».
  • Max Aub: Vanguardista con intención innovadora: «Jácara del avaro». Teatro de propaganda contra el fascismo: «De un tiempo a esta parte», «San Juan».

Valle-Inclán (1866-1936)

Valle-Inclán es una figura clave en la renovación del teatro español. Su obra evoluciona desde un modernismo nostálgico y lírico hasta una literatura esperpéntica, caracterizada por una visión deformada de la realidad y un lenguaje crítico y demoledor.

Etapas de Valle-Inclán

  1. Etapa simbolista y modernista: Teatro poético vinculado a la estética modernista y al simbolismo europeo. Pretende crear estados anímicos en un ambiente irreal: «El Marqués de Bradomín», «Cuento de abril».
  2. Etapa de la Galicia mítica: «Comedias bárbaras», con el personaje de Don Juan Manuel, un hidalgo mujeriego a través del cual mitifica el mundo rural gallego. «Divinas palabras»: tragicomedia de aldea.
  3. Etapa de la farsa: «La marquesa Rosalinda» (farsa sentimental y grotesca en verso), «La cabeza del dragón», «Farsa y licencia de la reina castiza».
  4. Etapa de los esperpentos: El esperpento es el resultado estético de deformar los géneros clásicos para reflejar una realidad como la española. Utiliza personajes tratados como peleles, un lenguaje provocativo y original, y una visión ácida y disconforme con gran carga crítica, vinculada a la vanguardia expresionista alemana: «Luces de bohemia».

Federico García Lorca

Federico García Lorca es otro de los grandes dramaturgos españoles del siglo XX. Su teatro, al igual que su poesía, se caracteriza por la influencia del modernismo y el drama rural, y por una gran variedad de géneros. Su temática principal es la frustración por el deseo imposible y la realidad.

Etapas de Lorca

  1. Comienzos teatrales: «El maleficio de la mariposa», «Mariana Pineda» (drama en verso), «La zapatera prodigiosa» (farsa), «El amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín».
  2. Teatro vanguardista: Influencia surrealista en sus «misterios» o «comedias imposibles»: «El público», «Así que pasen cinco años» (de difícil representación).
  3. Teatro de plenitud: Alcanza su madurez como dramaturgo y cosecha un gran éxito: «La Barraca», «Bodas de sangre», «Yerma», «Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores», «La casa de Bernarda Alba».

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