La Comunicación Humana
Los seres humanos no solo nos comunicamos para transmitir información, sino también para manifestar nuestros sentimientos, influir en los demás y realizar acciones específicas. La comunicación humana es el principal agente del desarrollo cultural y su instrumento fundamental es el lenguaje.
Código
El código es la lengua que comparten emisor y receptor. Está formado por un sistema de signos y reglas de combinación. Mientras que algunos sistemas de comunicación en seres vivos pueden ser naturales y formar parte de su herencia biológica, las lenguas humanas son fundamentalmente productos culturales y convencionales en sus estructuras.
El Lenguaje, las Lenguas y el Habla
La facultad del lenguaje no es el resultado de un aprendizaje, sino que es congénita en el ser humano. Las lenguas pueden olvidarse, pero la capacidad del lenguaje permanece.
Características del Lenguaje Humano:
- Arbitrariedad: No existe una relación directa o necesaria entre los significantes (sonidos, letras) de una lengua y los significados (conceptos) a los que se refieren. Un caso limitado de no arbitrariedad pueden ser las onomatopeyas (ej. kikirikí).
- Desplazamiento: Puede referirse a hechos o conceptos alejados del tiempo y del espacio en que se produce la situación comunicativa.
- Mentira (o Prevaricación): Es la posibilidad de emitir mensajes no verdaderos o que no se corresponden con la realidad. En la literatura, esta capacidad permite la creación de mundos de ficción.
- Reflexividad (o Función Metalingüística): Capacidad que posee el sistema de referirse a sí mismo. El lenguaje se puede utilizar para hablar del propio lenguaje.
- Diferenciación de unidades (o Carácter Discreto): Las lenguas se componen de unidades discretas (fonemas) que no portan significado en sí mismas, pero son percibidas como unidades diferenciadoras (ej.: la diferencia entre /l/ y /r/ permite distinguir pala de para).
- Doble articulación: El lenguaje humano es un sistema dual. Se organiza en una primera articulación de unidades con significado (monemas: lexemas y morfemas) y una segunda articulación de unidades sin significado pero distintivas (fonemas).
- Productividad (o Creatividad): La doble articulación permite crear un número infinito de mensajes nuevos y comprensibles con un número reducido de elementos (fonemas y reglas combinatorias).
Habla
Es la concreción individual y particular de la lengua por parte de cada hablante en un acto comunicativo específico.
La Doble Articulación del Lenguaje
El lenguaje humano es capaz de expresar con precisión aquello que se quiere transmitir y es el único sistema conocido que permite elaborar infinitos mensajes distintos. Esto es posible gracias a la doble articulación.
En la segunda articulación, encontramos las unidades mínimas sin significado pero con capacidad distintiva: los fonemas (ej. /p/, /a/, /t/, /o/). Estos fonemas se combinan según reglas específicas para formar las unidades de la primera articulación, que sí poseen significado: los monemas (lexemas y morfemas), que a su vez forman palabras y enunciados (ej. /p-a-t-o/ -> pato).
La doble articulación posibilita que con un número limitado de fonemas (entre 20 y 40, según la lengua) se puedan construir infinitos mensajes. Además de los fonemas, elementos suprasegmentales como el acento y la entonación también poseen capacidad para diferenciar significados (ej. ánimo, animo, animó; ¿Vienes? vs. ¡Vienes!).
Funciones del Lenguaje
Las diversas finalidades comunicativas pueden sistematizarse, según Roman Jakobson, teniendo en cuenta los elementos de la comunicación. Estas son las funciones del lenguaje. En un mismo enunciado pueden coexistir varias funciones, pero siempre hay una predominante.
- Función Referencial o Representativa (centrada en el Referente): Se utiliza para informar objetivamente sobre la realidad, un referente real o imaginario (ej. La capital de Francia es París).
- Función Emotiva o Expresiva (centrada en el Emisor): Se utiliza para expresar los sentimientos, emociones, opiniones o estado de ánimo del emisor (ej. ¡Qué alegría verte!).
- Función Conativa o Apelativa (centrada en el Receptor): Se utiliza para influir en el receptor, buscando una respuesta o reacción (una orden, una pregunta, una petición) (ej. Cierra la puerta, por favor).
- Función Poética o Estética (centrada en el Mensaje): Se destaca la forma del mensaje, su belleza o expresividad, mediante el uso de recursos lingüísticos (propia de la literatura, pero también presente en publicidad, lenguaje coloquial, etc.) (ej. En abril, aguas mil).
- Función Metalingüística (centrada en el Código): Se utiliza el lenguaje para hablar del propio código lingüístico (ej. La palabra ‘casa’ es un sustantivo).
- Función Fática o de Contacto (centrada en el Canal): Se utiliza para establecer, mantener, comprobar o interrumpir el contacto comunicativo (ej. ¿Me oyes?, De acuerdo, Adiós).
El Signo Lingüístico
Ferdinand de Saussure definió el signo lingüístico como una entidad psíquica de dos caras, el significante (imagen acústica o secuencia de sonidos/letras) y el significado (concepto o idea), íntimamente unidas y recíprocamente necesarias, como las dos caras de una hoja de papel.
Características del Signo Lingüístico:
- Arbitrariedad: El lazo que une el significante y el significado es arbitrario, es decir, inmotivado, no basado en una relación natural o lógica entre el sonido/grafía y el concepto (ej. el concepto ‘árbol’ se asocia al significante /árbol/ en español, /tree/ en inglés, /arbre/ en francés, sin que haya una razón intrínseca para ello).
- Linealidad del significante: El significante, por ser de naturaleza primordialmente auditiva, se desarrolla exclusivamente en el tiempo y presenta caracteres tomados del tiempo: a) representa una extensión, y b) esa extensión es mensurable en una sola dimensión: es una línea temporal (los sonidos se pronuncian uno tras otro).
- Inmutabilidad y Mutabilidad: El signo lingüístico es impuesto por la comunidad lingüística y un hablante individual no puede cambiarlo a voluntad en un momento dado (inmutabilidad sincrónica). Sin embargo, con el paso del tiempo, los signos lingüísticos (tanto el significante como el significado) pueden alterarse y evolucionar (mutabilidad diacrónica). Por lo tanto, se puede hablar de inmutabilidad y mutabilidad del signo según la perspectiva temporal.
Unidad y Variedad en la Lengua
Una lengua histórica (como el español, el inglés, el francés) es aquella que se ha constituido con el tiempo en una unidad ideal y abstracta, identificada como tal tanto por sus hablantes como por los de otras lenguas. Sin embargo, ninguna lengua histórica es un bloque homogéneo; cada una se halla constituida por un conjunto de variedades funcionales y presenta siempre variaciones internas.
Variaciones Diatópicas (Geográficas)
Se producen a lo largo de la extensión geográfica en la que se habla una determinada lengua histórica y se manifiestan en los dialectos. Un dialecto es una variedad regional de una lengua. En castellano o español se pueden diferenciar diversas variedades dialectales (ej. el español de Andalucía, el de México, el de Argentina, etc.). En España, por ejemplo, se suelen considerar las variedades septentrionales, las meridionales y las variedades en contacto con otras lenguas como el catalán o el euskera.
Variedades Diastráticas (Sociales)
Se establecen en función de factores sociales de los hablantes (edad, nivel sociocultural, profesión, grupo social, etc.) y se concretan en los sociolectos o dialectos sociales. Se suelen distinguir, de forma simplificada, varios niveles:
- Nivel culto: Mayor dominio, riqueza léxica y corrección en la utilización del lenguaje. Se asocia a la lengua estándar y a los registros formales.
- Nivel común o medio: Es el más utilizado en la comunicación cotidiana. Presenta menor complejidad sintáctica y léxica que el nivel culto, pero se adecúa a la norma general.
- Nivel vulgar: Escaso dominio del código lingüístico, con frecuentes incorrecciones fonéticas, morfosintácticas y léxicas (vulgarismos), dificultades expresivas, uso de muletillas, etc.
Variedades Diafásicas (Situacionales o Registros)
Son las que se producen según la situación comunicativa. Están constituidas por los diferentes estilos o registros de la lengua. El hablante competente adecúa su manera de hablar (su registro) a factores como:
- La actividad o ámbito (formal, informal, familiar, profesional…).
- El tema tratado (general, especializado…).
- La identidad de los participantes y la relación entre ellos (simétrica, asimétrica; de confianza, de distancia…).
- El propósito de la comunicación (informar, persuadir, entretener…).
- El canal de transmisión del mensaje (oral, escrito).
Se suele hablar de registros formales e informales, especializados o generales, etc.
Tipos de Monemas
Un monema es la unidad lingüística mínima dotada de significado (léxico o gramatical). Se clasifican en dos grandes grupos:
Lexemas (o Raíces)
Aportan el significado léxico fundamental, es decir, contienen la base semántica de la palabra (ej. cant- en cantar, cantante, canción). El conjunto de palabras que comparten el mismo lexema constituye una familia léxica.
Morfemas
Aportan nociones de tipo gramatical o modifican/matizan el significado del lexema. Se dividen en:
Morfemas Independientes (o libres)
No necesitan unirse a un lexema para formar una palabra, funcionan como palabras por sí mismos. Incluyen:
- Determinantes (ej. el, una, este).
- Pronombres (ej. yo, que, alguien).
- Preposiciones (ej. de, con, para).
- Conjunciones (ej. y, pero, si).
Morfemas Dependientes (o ligados / trabados)
Aparecen necesariamente unidos a un lexema (o a veces a otro morfema dependiente), formando parte de la misma palabra. Hay dos tipos principales:
Morfemas Flexivos (o desinencias)
Expresan relaciones gramaticales y permiten la concordancia. No crean palabras nuevas, sino variantes de la misma palabra. Indican:
- Género (en sustantivos, adjetivos, algunos determinantes y pronombres): ej. gat-o / gat-a.
- Número (en las mismas clases de palabras anteriores y en verbos): ej. gat-o-s, cant-a-n.
- Persona (en verbos): ej. cant-o (1ª persona).
- Tiempo, Modo, Aspecto (en verbos): ej. cant-aba (pretérito imperfecto de indicativo).
Se aplican a las categorías variables (sustantivos, adjetivos, determinantes, pronombres, verbos). Las categorías invariables (adverbios, preposiciones, conjunciones, interjecciones) no los admiten.
Morfemas Derivativos (o afijos)
Se añaden a un lexema (o a una palabra ya formada) para crear palabras nuevas (derivadas), modificando su significado y/o su categoría gramatical. Incluyen prefijos, sufijos e interfijos.
Morfemas Flexivos
Permiten que las palabras variables (sustantivos, adjetivos, determinantes, pronombres, verbos) se adapten a las necesidades comunicativas y establezcan la concordancia gramatical, adoptando las variaciones de género, número, persona, tiempo, modo o aspecto.
Flexión Nominal (Género y Número)
Afecta a sustantivos, adjetivos y algunos determinantes y pronombres.
Género
En español, la oposición de género (masculino/femenino) se marca principalmente mediante los morfemas -o (masculino) y -a (femenino) (ej. niño / niña). Otras posibilidades:
- Otros morfemas flexivos de femenino (sufijos): ej. -esa (alcaldesa), -isa (poetisa), -triz (actriz), -ina (gallina).
- Heteronimia: Se usan raíces léxicas distintas según el sexo del referente (ej. hombre/mujer, toro/vaca, padre/madre).
- Mediante el artículo u otros determinantes en sustantivos comunes en cuanto al género (ej. el/la artista, el/la testigo).
- Algunos adjetivos son invariables en cuanto al género (ej. inteligente, feliz).
Número
La oposición singular/plural se marca generalmente con los morfemas -s (si la palabra acaba en vocal átona o en -á, -é, -ó tónicas: casas, cafés) o -es (si acaba en consonante o en -í, -ú tónicas: árboles, tabúes). Algunas palabras son invariables en número (ej. la/las crisis).
Flexión Verbal
Es la más compleja. La forma verbal conjugada se compone de un lexema (raíz verbal) seguido por una serie de morfemas flexivos o desinencias verbales que aportan información gramatical diversa. Se suelen segmentar así:
- Lexema (ej. cant-)
- Vocal temática (VT): Indica la conjugación a la que pertenece el verbo (1ª -a-, 2ª -e-, 3ª -i-). Puede variar o desaparecer en algunas formas. (ej. cant-á-bamos)
- Morfema flexivo de Tiempo, Modo y Aspecto (TMA): Indica estas categorías gramaticales. (ej. cant-a-ba-mos)
- Morfema flexivo de Persona y Número (PN): Indica quién realiza la acción y si es uno o varios. (ej. cant-a-ba-mos – 1ª persona del plural)
Morfemas Derivativos (Afijos)
Los morfemas derivativos o afijos sirven para crear palabras nuevas (derivadas) a partir de otras existentes (la palabra base o primitiva). Se clasifican según su posición respecto al lexema:
Prefijos
Preceden al lexema o raíz. Modifican el significado de la palabra base, pero generalmente no cambian su categoría gramatical (ej. hacer (verbo) -> deshacer (verbo); útil (adjetivo) -> inútil (adjetivo)).
Sufijos
Aparecen detrás de la raíz o lexema. Hay dos tipos principales:
Sufijos Apreciativos
Aportan matices semánticos subjetivos (tamaño, afecto, desprecio) al lexema, pero no alteran su categoría gramatical. Pueden ser:
- Diminutivos (ej. -ito/a, -illo/a, -ico/a, -ín/a: casita, pajarillo)
- Aumentativos (ej. -ón/ona, -azo/a, -ote/a: librazo, grandote)
- Despectivos (ej. -ucho/a, -aco/a, -ejo/a: pajarraco, librejo)
Sufijos Significativos (o no apreciativos)
Modifican el significado del lexema y, frecuentemente, sí cambian la categoría gramatical de la palabra base. Según la categoría resultante, se denominan:
- Nominales (forman sustantivos): ej. bello (adj.) -> belleza (sust.); lavar (v.) -> lavador (sust.).
- Adjetivales (forman adjetivos): ej. amar (v.) -> amable (adj.); nación (sust.) -> nacional (adj.).
- Verbales (forman verbos): ej. claro (adj.) -> clarificar (v.); pálido (adj.) -> palidecer (v.).
- Adverbiales (forman adverbios): El más común es -mente, que se añade a adjetivos en forma femenina: ej. rápida (adj.) -> rápidamente (adv.).
Interfijos (o infijos)
Son elementos átonos sin significado propio que se sitúan entre el lexema y un sufijo (ej. panadero -> pan-ad-ero; polvareda -> polv-ar-eda), o a veces entre un prefijo y el lexema (ej. ensanchar -> en-s-anchar). Su función es principalmente fonológica (evitar hiatos, facilitar la pronunciación) o morfológica (servir de enlace). No son morfemas en el sentido estricto, sino elementos de enlace.
Origen y Formación del Léxico Castellano
Origen del Léxico
El vocabulario del castellano proviene fundamentalmente del latín vulgar, pero se ha enriquecido a lo largo de su historia con aportaciones de otras lenguas.
- Palabras patrimoniales: Son palabras heredadas del latín vulgar que han experimentado una completa evolución fonética a lo largo de los siglos, adaptándose a los cambios fonológicos del castellano (ej. lat. FILIUM > esp. hijo; lat. OCULUM > esp. ojo). Constituyen el núcleo fundamental del léxico.
- Cultismos: Son palabras tomadas directamente del latín o del griego clásico, generalmente por vía escrita y culta, que se han incorporado tardíamente a la lengua (sobre todo a partir del Renacimiento). Debido a su incorporación tardía, apenas han experimentado evolución fonética y mantienen una forma muy similar a la original latina o griega (ej. lat. CONCILIUM > esp. concilio; lat. FRIGIDUM > esp. frígido; gr. bibliotheke > esp. biblioteca).
- Dobletes: A veces, una misma palabra latina ha dado lugar a dos palabras en castellano: una patrimonial (evolucionada) y un cultismo (tomado tardíamente). Ej. lat. PLICARE > llegar (patrimonial) y plegar (cultismo); lat. CATENAM > cadena (patrimonial) y catenaria (cultismo).
- Préstamos léxicos: Son términos tomados de otras lenguas con las que el castellano ha estado en contacto a lo largo de su historia. Según la lengua de origen, se denominan: germanismos (visigodos: guerra, ropa), arabismos (alcalde, aceite), galicismos (francés: jardín, pantalón), italianismos (soneto, piano), anglicismos (inglés: fútbol, internet), americanismos (lenguas indígenas de América: patata, tomate, canoa), etc.
Procedimientos de Formación de Palabras
Además de heredar palabras del latín y recibir préstamos, el castellano tiene mecanismos propios para crear nuevas palabras a partir de las ya existentes:
- Derivación: Creación de nuevas palabras añadiendo a un lexema o raíz uno o más morfemas derivativos (prefijos, sufijos). Es el procedimiento más productivo. (Ej. mar -> marino -> submarino).
- Composición: Consiste en fusionar en una misma unidad léxica dos o más lexemas o palabras ya existentes. Hay varios tipos:
- Compuestos propios u ortográficos (o univerbales): Los componentes se unen gráficamente formando una sola palabra (ej. saca-corchos, agri-dulce, pasa-tiempo). Se incluyen aquí los compuestos cultos formados con bases léxicas (lexemas) griegas o latinas (ej. demo-cracia, filo-logía, geo-grafía).
- Compuestos sintagmáticos (o pluriverbales): Los componentes mantienen su independencia gráfica y acentual, pero forman una unidad sintáctica y semántica estable con un significado unitario (ej. hombre rana, máquina de escribir, ojo de buey, fin de semana).
- Parasíntesis: Formación de palabras mediante la aplicación simultánea de dos procedimientos de formación de palabras. Hay dos tipos fundamentales:
- Prefijación y sufijación simultáneas sobre un lexema o base: Se añade un prefijo y un sufijo a la vez, de modo que la palabra resultante no existe en la lengua ni solo con el prefijo ni solo con el sufijo. (Ej. a– + tard(e) + –ecer -> atardecer; *no existe *atarde* ni *tardecer*). (Ej. en– + trist(e) + –ecer -> entristecer).
- Composición y sufijación simultáneas: Se unen dos lexemas (composición) y se añade un sufijo derivativo al mismo tiempo. (Ej. ropa + vej(a) + -ero -> ropavejero; siete + mes(e) + -ino -> sietemesino).
- Siglación: Creación de una palabra nueva (sigla) mediante la unión de las letras iniciales de un grupo de palabras que forman una expresión compleja (generalmente el nombre de una organización, institución, objeto, etc.). Se escriben en mayúsculas y se leen deletreando (ej. ONU /ó-éne-ú/) o, si su estructura lo permite, como una palabra (ej. AVE /ábe/).
- Acronimia: Creación de una palabra nueva (acrónimo) mediante la unión de fragmentos (normalmente sílabas o partes iniciales y finales) de otras palabras preexistentes. (Ej. automóvil + bus -> autobús; informática + automática -> informática). También se consideran acrónimos las siglas que se han lexicalizado y se leen como palabras (ej. láser, ovni, sida).
- Acortamientos: Reducción del cuerpo fónico de una palabra, generalmente por pérdida de sílabas finales (apócope) o a veces iniciales (aféresis), sin que la palabra resultante cambie de significado ni de categoría gramatical. Es un fenómeno propio del lenguaje coloquial y familiar. (Ej. bicicleta -> bici; fotografía -> foto; autobús -> bus; profesor -> profe).