Contexto Histórico: El Teatro como Arma Política
- Durante la Guerra Civil, el teatro fue un instrumento utilizado en ambos bandos como arma de agitación política. Las Guerrillas del Teatro republicanas o el Teatro de la Falange son prueba de ello.
- En los años cuarenta, el teatro fue el género que más sufrió las consecuencias de la dictadura. Nuestros mejores dramaturgos marcharon al exilio, mientras que en España se mantuvo la censura hasta 1977.
- El aislamiento impidió la entrada de las innovaciones del teatro europeo. Por ello, solo se representaban obras a gusto del público, entre las que destacan el drama burgués y el teatro de humor, en cierto modo absurdo, reflejo de un pensamiento existencial.
El Teatro de los Años 50: Realismo Social
- Los años cincuenta se inician con la irrupción de un grupo de jóvenes dramaturgos que intentan cambiar el panorama del teatro en nuestro país, haciendo un teatro distinto: un teatro realista y social.
El Teatro de los Años 60: Renovación y Vanguardia
- La tímida relajación de la censura y el comienzo del aperturismo provocaron la entrada en los años sesenta de un movimiento de renovación caracterizado por un acercamiento al teatro extranjero y por la posibilidad de introducir un teatro vanguardista.
El Teatro de los Años 70 y la Democracia
- Muchos de los grupos vanguardistas creados en los sesenta se afianzan y se establecen en los setenta como grupos estables que cambiaron de un modo radical y duradero el teatro en nuestro país.
- El fin de la dictadura trajo consigo una serie de expectativas para el teatro que, poco a poco, fueron decayendo. Hay una tendencia al teatro institucional subvencionado.
- Surgen redes de festivales y ciclos de teatro con una oferta muy variada, pero poco novedosa en técnicas o renovación del género.
1. El Teatro en los Años 40: El Vacío de la Posguerra
La Guerra Civil dejó un panorama teatral desolador: Valle-Inclán y García Lorca murieron y muchos escritores emigraron. Solo permanecieron tres dramaturgos: Jacinto Benavente, Enrique Jardiel Poncela y José María Pemán. A esta situación de vacío se añaden dos factores: la precariedad económica y la censura oficial y eclesiástica, que usaba el teatro como herramienta de propaganda del nacionalcatolicismo.
Nos encontramos con un teatro poco interesante. Las tendencias principales son:
- El teatro cómico.
- El teatro folclórico-musical.
- El teatro histórico-político.
Dramaturgos y Tendencias Sobresalientes
El Drama Burgués: Con José María Pemán.
El Teatro de Humor:
- Enrique Jardiel Poncela, como máximo representante con obras como Eloísa está debajo de un almendro o Los ladrones son gente honrada.
- Miguel Mihura, quien escribió Tres sombreros de copa. Tras el éxito, se refugia en un teatro cómico más acorde con los gustos de la burguesía, como Maribel y la extraña familia.
1.1. Características del Teatro de los 40
- Espectáculo de entretenimiento y ocio de la burguesía.
- Fidelidad a las técnicas tradicionales del teatro de Benavente.
- Es conservador.
- Es un teatro de humor.
2. El Teatro de los Años 50: El Realismo Social
La década de los 50 se abre con tres estrenos importantes: Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo, Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre y Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura. Otros autores relevantes son Lauro Olmo, José María Rodríguez Méndez y José Martín Recuerda.
2.1. Antonio Buero Vallejo
Toda la producción dramática de Buero está marcada por el compromiso ante los temas humanos, por lo que su teatro tiene un alcance tanto existencial como social. En cuanto a las técnicas teatrales, son importantes sus acotaciones para describir el espacio escénico. El diálogo ocupa un papel primordial, con un lenguaje preciso y a veces coloquial, de réplicas breves.
Clasificación de su Obra
- Dramas de indagación en el ser humano: El tragaluz.
- Dramas de personajes con taras físicas: El concierto de San Ovidio.
- Dramas históricos: La detonación.
Rasgos Principales de su Teatro
- La denuncia social.
- La ambientación en escenarios pobres.
- Personajes marcados por frustraciones y conflictos internos.
- Finales abiertos.
- La presencia constante de la miseria.
3. El Teatro de los Años 60: Apertura y Teatro Independiente
A pesar de los obstáculos que ponía la dictadura, la censura comenzó a relajarse a mediados de los años sesenta, lo que permitió la aparición de un tímido movimiento de renovación, que se caracterizaba por un acercamiento al teatro extranjero, sobre todo francés. En este momento surgen grupos de teatro independiente, que se desarrollarán fundamentalmente en los setenta.
3.1. Francisco Nieva
En su producción destaca:
- El teatro furioso, dedicado a denunciar la represión moral sobre el individuo a través de la provocación (Pelo de tormenta).
- El teatro de farsa y calamidad.
- El teatro de crónica y estampa.
3.2. Fernando Arrabal
Su teatro pánico recoge elementos de las vanguardias y del teatro del absurdo. Destaca El cementerio de automóviles. Otros autores destacados de los 60 son José Ruibal o Miguel Romeo Esteo.
4. El Teatro de los Años 70 y la Transición Democrática
Los años setenta siguen con el teatro experimental de los sesenta. Serán grupos de teatro independiente los que lleven a cabo las experiencias más interesantes. Algunas de estas compañías cambiaron de modo radical el panorama teatral en nuestro país, y en ellas se forman varios de los dramaturgos más interesantes del panorama actual. Algunas de estas compañías son: Los Goliardos, Els Comediants, Dagoll Dagom, Teatro Experimental Independiente (TEI), Tábano, La Cuadra de Sevilla o Els Joglars.
4.1. Características del Teatro Independiente
- Importancia de la creación colectiva y de la improvisación.
- Infravaloración del texto.
- Visión crítica.
- Participación del espectador.
En cuanto a los autores, destaca Antonio Gala con obras como Anillos para una dama.
4.2. La Llegada de la Democracia
La llegada de la democracia y la desaparición de la censura trajo para el teatro unas expectativas enormes de libertad de creación y de renovación. Sin embargo, este hecho no se produce del todo: el público aún no asimila los cambios y rechaza los montajes más experimentales e innovadores, aunque se representan obras de autores extranjeros, autores españoles exiliados y otros censurados previamente.
Se siguen fundando grupos de teatro independiente como La Fura dels Baus. Con la democracia llega el teatro institucional. Por último, gracias al apoyo institucional y privado, se convocan diversos premios teatrales, becas y ayudas a la creación y a la producción, lo que permite diversificar la oferta teatral y acercarla a casi todos los rincones del país.
Dramaturgos de la Transición y Post-Transición
Entre los autores, destacamos a:
- Ana Diosdado, que logró un sonoro éxito en 1988 con el drama generacional Los ochenta son nuestros.
- Fermín Cabal.
- Fernando Fernán Gómez: Las bicicletas son para el verano.
- José Luis Alonso de Santos con Bajarse al moro.
- José Sanchis Sinisterra con ¡Ay, Carmela!, ambientada en la Guerra Civil.
5. El Teatro Actual (Finales del Siglo XX e Inicios del XXI)
El teatro de finales del siglo XX y de inicios del XXI es ecléctico y en él conviven el teatro de la palabra con los nuevos códigos audiovisuales, con lo que se suavizan las relaciones entre el teatro de vanguardia y el comercial. Hay una exaltación del teatro musical, de puro entretenimiento y gran espectacularidad, que llena los teatros de las grandes ciudades de España y del mundo.
Temas y Autores Contemporáneos
Entre los temas más habituales del teatro actual destacan la defensa de la libertad individual, la violencia social contra los más débiles y la denuncia de la sociedad de consumo. Entre los jóvenes dramaturgos destacan Paloma Pedrero, Juan Mayorga y Laila Ripoll.
El más importante es Juan Mayorga, quien entiende el teatro como un ejercicio de precisión. Destacamos Cartas de amor a Stalin o Reikiavik.
De los autores actuales andaluces destacamos Gracia Morales, Paco Bezerra o Alberto Conejero.
