La Generación del 27: La Edad de Plata de la Poesía Española
Se conoce con este nombre al grupo de escritores nacidos entre 1891 y 1902 que se dieron a conocer a partir de 1920. Este grupo cumple ciertos requisitos generacionales: la contemporaneidad, el agruparse alrededor de un acontecimiento generacional (en 1927, el tercer centenario de la muerte de Góngora, a quien recuerdan como creador de una lengua exclusivamente poética) y el compartir un maestro literario inicial, Juan Ramón Jiménez.
Características y Evolución Estética
Los integrantes muestran características similares: formación universitaria, actitudes progresistas en el aspecto político y social, y un profundo deseo de renovar y modernizar la poesía española. Esto se traduce en un interés por los movimientos de vanguardia, el rigor artístico, la actividad minoritaria y la búsqueda de la pureza estética. Lograron una síntesis perfecta entre la tradición poética española (desde el Romancero al Romanticismo de Bécquer) y la vanguardia.
Los miembros de esta generación varían según los estudiosos. Además de los más famosos, destacan las mujeres del grupo, conocidas como «Las Sinsombrero» (María Teresa León, Rosa Chacel, María Zambrano), junto a autores como Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, Juan Larrea, Juan José Domenchina o Alejandro Casona. Existe también la llamada «Otra generación del 27», formada por dramaturgos discípulos del vanguardista Ramón Gómez de la Serna, como Jardiel Poncela, Edgar Neville y Miguel Mihura. En otras artes, destacan figuras como Luis Buñuel o Salvador Dalí.
Etapas y el Impacto de la Guerra Civil
- Hasta 1928: Se observa la influencia de Juan Ramón Jiménez y la poesía pura, deshumanizada y apegada a las primeras vanguardias.
- Hacia 1936: La obra deriva hacia una poesía más humanizada, bajo la influencia de Pablo Neruda y su revista Caballo verde para la poesía.
- Tras la Guerra Civil: Llegó el exilio y la dispersión. Lorca fue asesinado; Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego permanecieron en España, pero la mayoría partió al exilio. Sus poesías giraron entonces en torno a la nostalgia de España, los amigos fallecidos y el desarraigo.
Autores Principales de la Generación del 27
Los autores más importantes se pueden agrupar según su tendencia estética:
- Poesía Pura: Siguiendo el magisterio de Juan Ramón Jiménez, destacan Pedro Salinas (La voz a ti debida, Razón de amor), Jorge Guillén (Cántico, Clamor y Homenaje, reunidas en Aire nuestro) y Dámaso Alonso (Hijos de la ira).
- Vanguardismo: Autores que se acercaron más a las vanguardias como Gerardo Diego (Imagen, Manual de espumas), Luis Cernuda (La realidad y el deseo) y Vicente Aleixandre (Espadas como labios, La destrucción o el amor).
- Tradición y Vanguardia: Representado principalmente por Federico García Lorca y Rafael Alberti.
Federico García Lorca
Destacó tanto en poesía como en teatro. Su tema central es la frustración, donde el amor lleva al dolor y la muerte. Su obra poética se divide en:
- Poesía tradicional y popular: Unida a imágenes vanguardistas para transmitir una visión trágica, como en Poema del cante jondo y Romancero gitano.
- Poesía surrealista: Rompe con el verso tradicional en su libro clave Poeta en Nueva York. En sus últimas obras, como Sonetos del amor oscuro, retornó a las formas clásicas.
Rafael Alberti
Pintor y poeta, su obra se caracteriza por el color, el ritmo y la musicalidad. Su evolución es paralela a la de Lorca: comenzó con la estilización tradicional en Marinero en tierra, pasó por una etapa ultraísta en Cal y canto y culminó en el surrealismo con Sobre los ángeles. También escribió poesía civil y política de ideología republicana en El poeta en la calle.
Miguel Hernández
Aunque nacido en 1910 y perteneciente técnicamente a la Generación del 36, sus inicios (El rayo que no cesa, Perito en lunas) están muy ligados al 27. Su poesía se convirtió en un arma de combate durante la guerra (Vientos del pueblo). Murió en la cárcel a los 32 años, dejando una huella imborrable en la posguerra.
El Teatro Español: De la Posguerra a la Actualidad
El género dramático sufrió tras la Guerra Civil debido a la censura y la dependencia de los gustos del público. La desaparición de innovadores como Valle-Inclán y Lorca, sumada al exilio de autores como Max Aub, provocó un aislamiento cultural que retrasó la llegada de corrientes europeas como las de Brecht o el teatro del absurdo.
Teatro de Humor y Evasión
En la posguerra inmediata predominó un teatro continuista y tradicional. Sin embargo, Enrique Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro) y Miguel Mihura (Tres sombreros de copa) intentaron renovar el género mediante el humor inverosímil y el absurdo, criticando las convenciones burguesas. Mihura fue además fundador de la mítica revista La Codorniz.
El Teatro Existencial y Social de los Cincuenta
En esta década surgen inquietudes existencialistas y de denuncia social, representadas por dos figuras clave:
- Antonio Buero Vallejo: Su obra comienza con Historia de una escalera (existencialismo), evoluciona hacia el simbolismo (En la ardiente oscuridad) y culmina en el teatro social y de renovación formal (La fundación).
- Alfonso Sastre: Gran teórico y renovador, fundó el grupo Arte Nuevo y el T.A.S. (Teatro de Agitación Social). Su teatro es de denuncia directa, destacando Escuadra hacia la muerte y La taberna fantástica.
Otros autores del realismo social incluyen a Lauro Olmo (La camisa) y José Martín Recuerda (Las salvajes en Puente San Gil).
Vanguardia y Teatro Independiente
En los años setenta, las vanguardias europeas llegan finalmente a España, priorizando la escenografía y el lenguaje visual sobre la acción tradicional. Destacan Francisco Nieva y Manuel Martínez Mediero. Asimismo, surgieron grupos de teatro independiente fundamentales como Els Joglars, Els Comediants y La Fura dels Baus.
Mención especial merece Fernando Arrabal, creador del teatro pánico, una mezcla de surrealismo y estética valleinclanesca visible en obras como Pic-nic o El arquitecto y el emperador de Asiria.
El Teatro Contemporáneo (1975 – Actualidad)
Tras la etapa experimental, impera una corriente neorrealista con autores como José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro), Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano) y José Sanchís Sinisterra (¡Ay, Carmela!).
En la actualidad, destaca Juan Mayorga como el autor vivo más internacional y premiado, cuyas obras, como El muchacho de la última fila, han sido adaptadas con éxito al cine, consolidando la vigencia del teatro español contemporáneo.
