La Narrativa Hispanoamericana en la Segunda Mitad del Siglo XX
El desarrollo de la narrativa hispanoamericana del siglo XX ha estado condicionado fundamentalmente por los hechos históricos y las realidades sociopolíticas y culturales. Especialmente en los primeros treinta años del siglo XX, vemos una tendencia llamada realista, que sigue unos moldes estructurales tradicionales. Centra su contenido en temas como la naturaleza americana o la denuncia de la injusticia social, especialmente contra la población mestiza.
Posteriormente, a partir de los años 40, le sigue una tendencia llamada innovadora. Las obras de esta tendencia se centran en la realidad vital del hombre contemporáneo y se hacen más intelectuales y complejas en sus formas y contenido, con la intención de reflejar una angustia metafísica a la que el ser está destinado. Influyeron mucho las vanguardias europeas, especialmente el surrealismo.
Características de la Tendencia Innovadora
Con respecto a la forma:
- Se observa una complicación en la estructura: fragmentación, historias intercaladas, alteración del orden cronológico y lógico mediante analepsis y prolepsis.
- Combinación de diferentes puntos de vista narrativos para buscar distintas perspectivas.
- Mezcla de diferentes lenguajes literarios (lengua popular, lengua culta, lenguajes simbólicos, etcétera).
Con respecto a los temas:
- Se incorporan elementos míticos, legendarios y mágicos, procedentes de las tradiciones indígenas y africanas que forman un sustrato importante en Hispanoamérica.
- Destaca la tendencia llamada realismo mágico, una corriente clave para entender la literatura hispanoamericana. Se trata de una estética que integra lo maravilloso, lo sobrenatural o lo mágico en el mundo narrado, sin que se produzca extrañeza ni se perciba como opuesto a lo real. Elementos inexplicables perturban el orden cotidiano, pero no alteran la verosimilitud de lo narrado.
- Entre sus iniciadores destacan Miguel Ángel Asturias (con El señor presidente) y Alejo Carpentier (con Los pasos perdidos).
Entre los Años 40 y 60
Surgen nuevas corrientes narrativas entre las que sobresalen especialmente dos tipos de novela:
- La novela de dictadores, que denunciaba la situación dictatorial que padecían algunos países del continente (como El otoño del patriarca, de García Márquez).
- La novela existencialista, con una reflexión generalmente amarga sobre el sentido de la existencia humana en una sociedad opresiva y poco auténtica. En esta línea se sitúan autores importantes como Ernesto Sábato (El túnel) y Juan Carlos Onetti (El pozo).
Autores Relevantes que Inician su Publicación en estas Décadas
Jorge Luis Borges
Cultivó el llamado realismo fantástico, construyendo en sus obras mundos de ficción que cuestionan la lógica de la realidad. Sus temas recurrentes son el misterio de la existencia, la dificultad de desentrañar las reglas que rigen el universo y el paso del tiempo. Algunas de sus obras importantes son Ficciones, El libro de arena y El Aleph.
Juan Rulfo
Tiene una obra reducida a dos títulos principales: El llano en llamas (colección de cuentos ambientados en zonas rurales) y Pedro Páramo (novela). Esta última presenta una gran complejidad estructural, donde el protagonista interactúa con las almas de su pueblo, con saltos cronológicos y múltiples narradores.
A partir de los Años 60: El Boom Latinoamericano
Se produce el llamado Boom de la novela hispanoamericana con la publicación de novelas de gran calidad literaria. Entre los autores más destacados se encuentran:
Mario Vargas Llosa
Inicia su trayectoria en el neorrealismo, un realismo renovado que encierra una visión crítica de la realidad sociopolítica. Destaca su obra La ciudad y los perros, que aborda temas como la violencia, el machismo y la corrupción. Otras obras importantes son La fiesta del chivo (que relata el asesinato del dictador dominicano Trujillo a través de dos historias entremezcladas) y Conversación en La Catedral. También cultivó la novela erótica con Elogio de la madrastra. Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2010.
Carlos Fuentes
Muestra una actitud crítica ante la realidad de su país y hacia la clase burguesa. Destaca su obra La muerte de Artemio Cruz.
Gabriel García Márquez
Premio Nobel en 1982. Es el autor de Cien años de soledad, una novela de éxito internacional que terminó por consagrar la narrativa hispanoamericana. Los temas básicos de su obra son el tiempo y la soledad, así como el enfrentamiento entre los grandes mitos y la sociedad moderna. También cultivó el realismo mágico, presentando sucesos maravillosos en sus obras que son percibidos como cotidianos y verosímiles. Destacan también novelas como El amor en los tiempos del cólera (historias de amor en distintas edades y situaciones) y Crónica de una muerte anunciada, donde emplea técnicas de la novela policíaca.
Julio Cortázar
Es autor de una importante obra de cuentos. Utiliza lo fantástico para abordar los temas que le preocupan. Busca la autenticidad, la libertad y la pureza en una realidad percibida como absurda. Su obra más conocida es Rayuela. Esta novela experimental rompe totalmente con la narrativa tradicional. Está compuesta por fragmentos dispuestos de forma desordenada, y requiere un lector activo, capaz de relacionarlos.
Tendencias Actuales
Hoy día, existe una gran cantidad de tendencias en la literatura hispanoamericana y un marcado carácter individual que dificulta establecer características comunes. No obstante, destacan algunos autores y sus obras:
Isabel Allende
Con la evolución del realismo mágico en obras como La casa de los espíritus.
Roberto Bolaño
Cultiva el humor y la ironía en sus obras para reflexionar sobre las relaciones humanas. Destaca Los detectives salvajes.
Laura Esquivel
Autora del best-seller Como agua para chocolate, también en la línea del realismo mágico.
Luis Sepúlveda
Residente en España, con Un viejo que leía novelas de amor. En sus novelas se aprecia un destacado toque ecologista y autobiográfico. En cuentos, destaca con Historias de aquí y de allá.
Mario Benedetti
Uruguayo y gran autor de cuentos. Destaca en la novela con La tregua.
La producción es tan inabarcable que sería imposible citar a todos los autores influyentes en las letras hispanas. Entre otros, podemos nombrar a Alfredo Bryce Echenique, Jaime Bayly, Eduardo Galeano, entre otros.