La Ruptura Artística del Siglo XX: Nuevas Formas de Expresión
En el siglo XX, la necesidad de buscar nuevas formas de expresión condujo a una ruptura absoluta con la concepción realista del arte. La renovación del realismo fue iniciada por los modernistas y continuada por los autores novecentistas o de la Generación del 14, como Pío Baroja o Gabriel Miró (con obras como «Las cerezas del cementerio»).
La Generación del 14: Renovación y Europeanización
La Generación del 14 fue un grupo de intelectuales y pensadores liberales, nacidos en torno a 1880, entre los que se encontraban figuras como José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón. En la primera década del siglo XX, plantearon un proyecto de reforma y renovación de España. Para ellos, la solución a los problemas del país residía en la influencia de Europa, la formación científica y profesional, y un nuevo liberalismo.
Juan Ramón Jiménez: La Búsqueda de la Belleza Esencial
La figura literaria más importante de este periodo fue Juan Ramón Jiménez, quien buscaba la belleza y lo esencial. Su obra se puede dividir en varias etapas:
- Primera etapa: Influenciada por el modernismo (ej. «Arias tristes»).
- Segunda etapa: Basada en una poesía pura o desnuda, donde elimina elementos modernistas (ej. «Diario de un poeta recién casado»).
- Última etapa: Muestra una sensación de plenitud (ej. «Animal de fondo»).
Los temas y la sensibilidad de esta generación se vieron influenciados por una perspectiva más optimista que la de la Generación del 98. Buscaban modernizarse basándose en el cambio moral del individuo. La literatura se volvió minoritaria y se caracterizó por un cuidado extremo de lo estético.
Las Vanguardias: La Revolución Artística del Siglo XX
Sin embargo, la auténtica revolución artística la supusieron las vanguardias. Estos movimientos artísticos, también conocidos como «ismos», se desarrollaron en el siglo XX y dirigieron el arte moderno. Se caracterizaron por ser negaciones del arte anterior y de lo convencional, buscando la provocación y rechazando el mercantilismo.
Contexto y Características Generales de las Vanguardias
A principios de siglo, se agudizó la crisis como consecuencia de la pérdida de valores y el rechazo al utilitarismo. La Primera Guerra Mundial desencadenó la ruptura absoluta y el surgimiento de las vanguardias. Su mayor aportación a la literatura fue la idea de que el arte no debe imitar la realidad, sino crear una realidad nueva, concibiendo al artista como un ser libre y soberano.
Los jóvenes artistas deseaban crear un mundo y un arte nuevos, ya que el viejo había conducido al desastre. Por su origen, fue un arte incomprendido.
Principales Características Compartidas por los «Ismos»
- Fusión del arte y la vida: Se buscaba dar vida al arte introduciendo en el texto elementos cotidianos, como recortes de prensa, formando collages.
- Antimimetismo, ininteligibilidad e irracionalismo: Se negaba la imitación en el arte. El poeta era un «pequeño Dios» que creaba, no copiaba. Esto conducía a la incomprensión. La pintura abandonaba la figuración y en la literatura se producían combinaciones lingüísticas no comprensibles, dando lugar a un arte minoritario y hermético. Para crear una realidad nueva, utilizaban un lenguaje nuevo y metáforas irracionales.
- Antisentimentalismo, antisubjetivismo, antirrealismo: El rechazo de la realidad se traducía en la eliminación de todo lo que relacionara el arte con el mundo real. Se rebelaban contra la literatura psicologista y contra aquella que mostraba los problemas sociales. En poesía, esto dio lugar a una poesía pura con una finalidad estética. Estas ideas están recogidas en «La deshumanización del arte» de Ortega y Gasset.
- Experimentalismo: El afán de originalidad llegaba al extremo de rechazar todo lo anterior, cualquier norma o regla, y defender la libertad absoluta del artista, con novedades como la introducción de vocabulario propio de las invenciones técnicas, la disposición del poema (caligramas), la abolición de los signos de puntuación o la invención de palabras.
- Humanismo e intrascendencia: El arte se concebía como lúdico, como puro juego. Aparecían temas como los deportes, coches, cine, y se jugaba con el humor.
Los «Ismos» Más Importantes
1. Futurismo
Fue el primer movimiento de vanguardia y abrió camino a los demás. Apareció en torno a 1909 en Italia con Filippo Tommaso Marinetti, quien rompió radicalmente con el pasado. Exaltaba lo nuevo y la civilización mecánica y técnica. Desde el punto de vista lingüístico, destruía la sintaxis.
2. Dadaísmo
Liderado por Tristan Tzara, destacó también Marcel Duchamp, protagonista del primer acontecimiento dadaísta: la presentación en la Galería de Arte Moderno de Nueva York en 1917 de su «Fuente», un urinario firmado con seudónimo. Se basaba en el rechazo del mundo racional. Reivindicaban el espíritu lúdico, la incoherencia y la ruptura con lo anterior. Sus principios aportaron la defensa de la libertad absoluta, la espontaneidad, la anarquía y la incoherencia. El lenguaje se desestructuraba, creando poemas abstractos.
3. Surrealismo
Fue el movimiento más importante, abarcando todo tipo de géneros, desde el cine a la literatura. Fue una provocación a la sociedad y la cultura. Es importante la influencia de Sigmund Freud, con sus teorías sobre el subconsciente y el mundo de los sueños. Apareció en 1924 con la publicación del primer «Manifiesto Surrealista» de André Breton, en el que se enlazan la infancia, la locura, el sueño y la imaginación, considerados la verdadera realidad. Para ello, utilizaban metáforas irracionales y empleaban la escritura automática: escuchar al pensamiento y escribir todo lo que pasa por la mente sin control.
4. Creacionismo
Creado por Vicente Huidobro. Su principal condición es crear como la naturaleza. Respecto al lenguaje, defendía que este debía ser libre y mágico, pudiéndose llegar a la destrucción de la sintaxis e incluso a la invención de léxico nuevo. La metáfora es el eje del poema, y se prescinde de los adjetivos innecesarios.
Las Vanguardias en España
Las primeras manifestaciones de las vanguardias en España se deben a Ramón Gómez de la Serna, quien publicó en 1909 la traducción del «Manifiesto Futurista» y divulgó los nuevos movimientos. La llegada de Vicente Huidobro a España en 1918 contribuyó también a este desarrollo con la publicación del «Manifiesto Surrealista». Todas estas influencias se mezclaron en lo que se conoció como Ultraísmo, cuyo principal impulsor fue Rafael Cansinos-Assens.