Las vanguardias artísticas del siglo XX
Se denomina vanguardias a una serie de movimientos artísticos rompedores que surgen en Europa a principios del siglo XX y se desarrollan en el periodo de entreguerras (1918-1939) como protesta por las circunstancias que vivía el continente. También llamados “ismos”, se caracterizaban, en general, por:
- Ser movimientos diversos, algunos de corta duración.
- Definir sus principios a través de manifiestos.
- Tener la voluntad de crear un arte nuevo, que rompiese con cualquier tradición anterior.
- Crear un arte intrascendente, antisentimental, un juego. No pretenden cambiar la realidad.
- Querer provocar con sus obras. Desprecian a los burgueses y se creen por encima de la mediocridad: se sienten genios incomprendidos por la sociedad.
Futurismo
La primera vanguardia en surgir, en 1909, creada por Marinetti en Italia. Exalta las máquinas, la velocidad, pero también la violencia y el militarismo. Generó polémica por las ideas fascistas de su creador. En cuanto a la forma, pretendía la liberación del lenguaje. Sus temas preferidos son el deporte o las máquinas (coches de carreras). Se elimina el yo de los textos.
Expresionismo
De mayor éxito en las artes plásticas o audiovisuales (cine), esta vanguardia, que triunfó en Alemania, ve el arte como revelación de lo interno. Por ello acentúa los rasgos de personas y situaciones hasta la caricatura y se centra en los ambientes más sórdidos (como hacía el Naturalismo). Es un movimiento fundamentalmente pesimista en el que podemos incluir a Frank Kafka.
Cubismo
Triunfó en la pintura. En literatura destacan los caligramas de Apollinaire, poeta francés. Se propone fragmentar la realidad para reelaborarla en la obra, con formas geométricas, desdoblando así el punto de vista. Cobra importancia la tipografía: tipos de letra y disposición de los versos, o bien usa recortes de otros textos (collage).
Dadaísmo
Movimiento creado en Suiza por Tristan Tzara. Reivindican la vuelta a lo primitivo, a la ingenuidad de la infancia (dadá: voz infantil), a lo lúdico (juegos) y lo espontáneo. Rechazan la lógica y el arte comprometido. Son nihilistas (rechazan todo) y duran poco como grupo, aunque dan lugar a otra vanguardia, el surrealismo, capitaneado por el francés André Breton.
Surrealismo
Esta corriente francesa, surgida en los años 20 y heredera del dadaísmo, fue la que mayor influencia tuvo en los poetas españoles del 27 (Vicente Aleixandre o Luis Cernuda). Para muchos es la vanguardia “humanizadora”, pues, lejos de apartar lo humano de sus creaciones, reivindica los aspectos ocultos de la realidad, aquellos encerrados en el subconsciente y que afloran, por ejemplo, en los sueños (lo onírico). Proponen la “escritura automática” como técnica creadora, que consiste en dejar fluir la conciencia sin las trabas de la razón. En el lenguaje poético destaca la creación de imágenes irreales, de gran sugerencia. Reciben la influencia de las teorías de Freud.
La vanguardia en España
En la aparición y desarrollo de las vanguardias en España tienen gran influencia dos factores:
- Las tertulias literarias, como la del Café Pombo, presidida por Gómez de la Serna.
- Las revistas, entre las que destacan La Gaceta Literaria y la Revista de Occidente.
En todo caso, el precursor del fenómeno fue Ramón Gómez de la Serna con sus greguerías, suma de metáfora y humorismo, como él mismo las definió.
En el desarrollo de las vanguardias en España se observan dos etapas: al principio predominan el tono lúdico del dadaísmo junto con el gusto por las máquinas, propio del futurismo, mientras que a partir de 1926 se da un proceso de rehumanización por influencia del surrealismo, hay una mayor presencia de lo irracional en las imágenes, y se introduce la denuncia social.
Como vemos, en la vanguardia española influyen mucho los ismos extranjeros (sobre todo el surrealismo), con los cuales se mezcla. No obstante, también se crean dos movimientos propios:
- El creacionismo tuvo como representantes principales a su creador, el chileno Vicente Huidobro, y a Gerardo Diego. La característica principal de este movimiento en el que el poeta crea la realidad a través de imágenes que se yuxtaponen, es el gusto por la metáfora.
- El promotor del ultraísmo es Guillermo de Torre, teórico destacado de las vanguardias. Esta vanguardia española también se basa en la metáfora. Es una mezcla de cubismo, dadaísmo y futurismo, en la cual la realidad es captada de modo fragmentario y a través de imágenes ilógicas. El Manifiesto Ultra es de 1919.