Bajarse al moro: Contexto y Significado
Bajarse al moro, escrita en 1985 por José Luis Alonso de Santos, es una comedia que muestra la vida de unos jóvenes en la España de los primeros años de democracia. A través de un lenguaje coloquial y muy realista, refleja cómo vivía y hablaba la juventud de la época, enfrentada a problemas como el paro, la droga, la delincuencia y la marginación. La historia gira en torno a Chusa, Jaimito, Alberto y Elena, que conviven en un piso con sus diferencias, sueños y conflictos. Mientras unos intentan integrarse en la sociedad con una vida “normal” (estudios, trabajo, pareja), otros prefieren vivir al margen. La obra mezcla humor, emoción y crítica social, y pone de relieve el contraste entre la rebeldía juvenil y la moral tradicional, representada por personajes como doña Antonia. Todo se cuenta con ritmo ágil y toques cómicos, pero sin dejar de mostrar las dificultades de crecer en un entorno inestable. A pesar del paso del tiempo, sigue siendo actual por los temas que trata: amistad, libertad, identidad y el choque entre lo que queremos ser y lo que el mundo espera de nosotros.
Claves para el Comentario de Texto
- Tema: Idea principal en una frase.
- Estructura: Intro – Desarrollo – Conclusión.
- Tipo de texto: Narrativo / Descriptivo / Expositivo / Argumentativo.
- Funciones del lenguaje:
- Referencial (informa)
- Expresiva (emociones)
- Apelativa (convencer)
- Poética (forma)
- Lenguaje: Formal/informal, tono, conectores, 1ª persona, modalizadores.
- Cohesión: Conectores, pronombres, repeticiones.
- Intención: Informar / Opinar / Convencer / Emocionar.
Poesía y Teatro en España (1937-Actualidad)
Tras la Guerra Civil española, el panorama literario cambia radicalmente debido a la represión, la censura, el exilio de muchos autores y el aislamiento del país.
La Posguerra: Años 40 y 50
La poesía de los años 40 se divide en dos corrientes principales: la poesía arraigada, de tono tradicional, religiosa y esperanzadora, y la poesía desarraigada, que refleja la angustia, el dolor y el caos de la posguerra con un lenguaje más duro. A su vez, en el exilio, otros autores como León Felipe escriben desde la nostalgia y el compromiso político. El teatro de esta etapa también está marcado por la censura.
En los años 50 aparece la poesía social, evolución de la desarraigada, que denuncia la injusticia, el hambre y la falta de libertad con un lenguaje sencillo y directo. Representantes clave son Blas de Otero y Gabriel Celaya. Paralelamente, el teatro da un giro hacia el realismo social y existencial, con autores como Antonio Buero Vallejo, cuya obra Historia de una escalera retrata la frustración de la clase obrera, o Alfonso Sastre, que plantea un teatro más radical y combativo, aunque fuertemente censurado.
Años 70 y la Transición
A finales de los 70, los Novísimos apuestan por una poesía vanguardista, culturalista y experimental, influida por el cine, la música o el cómic. En teatro, estas décadas traen un auge del teatro experimental, influido por dramaturgos europeos como Brecht y Beckett, con nuevas técnicas escénicas y crítica simbólica al sistema. Surgen compañías independientes como Tábano, Los Goliardos o Els Comediants.
La Democracia
Tras la muerte de Franco en 1975 y con la Constitución de 1978, llega la libertad de creación y un gran impulso institucional a la cultura. En poesía predomina la llamada poesía de la experiencia, centrada en lo cotidiano, lo íntimo y lo emocional, con autores como Luis García Montero, junto a nuevas voces femeninas como Elvira Sastre.
La Novela Española (1939-1975)
Tras la Guerra Civil española, la novela quedó marcada por la represión, la censura, la pobreza y el exilio de muchos escritores, además de la muerte de grandes autores como Unamuno.
Los Años 40: Realismo y Existencialismo
En los años 40, la narrativa se caracteriza por el realismo y el existencialismo, con dos corrientes principales: por un lado, la novela ideológica, conservadora y afín al régimen, como la de Gonzalo Torrente Ballester, y por otro, la novela existencial, que refleja el sufrimiento y vacío de la posguerra, como en La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y Nada de Carmen Laforet. Además, los autores exiliados, como Ramón J. Sender o Rosa Chacel, evocan con nostalgia el pasado y la guerra.
Los Años 50: La Novela Social
En los años 50, surge la novela social, que se convierte en un testimonio crítico de la dura realidad española de la posguerra, abordando la miseria, la injusticia y la falta de libertades. Esta corriente introduce técnicas narrativas influidas por el cine y autores estadounidenses como Hemingway y Faulkner. Se adopta un estilo objetivista, con personajes colectivos, diálogos y estructuras fragmentadas. Obras representativas de esta época son La colmena de Cela, El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio y Entre visillos de Carmen Martín Gaite. También destacan novelas de crítica social profunda, como Dos días de septiembre de Caballero Bonald y Central eléctrica de López Pacheco.
Los Años 60 y 70: Renovación y Experimentación
En los años 60 y 70, con la relajación de la censura y el aperturismo del régimen, la novela se renueva y experimenta con nuevas técnicas. Se incorporan influencias de escritores europeos como Kafka y Joyce, y latinoamericanos como García Márquez y Vargas Llosa. La novela mantiene el compromiso social y el tono crítico, pero introduce nuevas estructuras narrativas como el monólogo interior, el uso de múltiples puntos de vista y el desorden temporal. Obras claves de esta etapa son Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos, Cinco horas con Mario de Miguel Delibes, Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé y Señas de identidad de Juan Goytisolo.
A pesar de las dificultades del contexto histórico, la novela española se fue adaptando y evolucionando hacia formas más complejas e innovadoras.