Representantes del naturalismo español

EL REALISMO EN ESPAÑA



1. LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

La segunda mitad del siglo XIX fue una época de graves tensiones sociales y políticas que afectaron de forma decisiva la historia de España. 
Socialmente, la situación podría resumirse así: – La burguesía. Se instala en el poder y se vuelve cada vez más conservadora y moderada. – Los progresistas. Se enfrentan al conservadurismo y a los privilegios de los ricos. – El proletariado. Intenta defender sus intereses: socialismo y anarquismo. Se enfrentan al sistema político dominante.
Económicamente, se hace patente ya el profundo retraso de España respecto a los países europeos.
Artísticamente, la caída del Romanticismo será lenta, se mantendrá a lo largo de casi todo el siglo XIX, en el teatro sobretodo.
Culturalmente, se desarrollan una serie de corrientes en las que se aprecia una reacción contra el idealismo y un interés por los problemas sociales y las ciencias experimentales. – El positivismo. Corriente filosófica que surge tras los avances técnicos y científicos, propone la observación rigurosa y la experimentación como únicos métodos para llegar al conocimiento de la realidad. Pretende reflejar la realidad tal y como es. – Filosofía marxista. Surge como reacción contra el idealismo y el liberalismo. Propone transformar el mundo, abolir la sociedad burguesa e implantar el socialismo. – Las ciencias adquieren un gran desarrollo. El experimentalismo, el  evolucionismo y las  teorías sobre la herencia, tendrán una gran repercusión.  La literatura se hace eco de las doctrinas filosóficas, políticas y científicas: – El novelista pretenderá una observación rigurosa de la realidad. – El método experimental y las teorías sobre la evolución y la herencia se hallarán en la base del Naturalismo.
– Se recogerán las enseñanzas de la sociología y la psicología científicas.  – Ciertos autores toman partido ante las luchas sociales, inspirándose en el pensamiento revolucionario.

2. EL REALISMO

El término realista apareció en Francia para designar a ciertos artistas que se proponían reflejar la sociedad de la época en contraposición con las ensoñaciones románticas. Se suele presentar al Realismo como la  antítesis del Romanticismo, aunque no es del todo exacto. Lo más exacto sería decir que del Romanticismo se pasa al Realismo mediante un doble proceso: – Por un lado, eliminación de elementos como el subjetivismo, lo fantástico, los excesos sentimentales…


– Por otro, desarrollo de elementos como el interés por la naturaleza, por lo regional o local, por lo costumbrista… Además, podemos precisar algunas características más del Realismo: – Observación rigurosa y la reproducción fiel de la vida están en el centro del Realismo. – Pintura de costumbres y de ambientes. Los grandes autores nos han dejado amplios frescos de su mundo. – Pintura de caracteres. Da origen a la gran novela psicológica en que se profundiza en los temperamentos de los personajes. En ambos terrenos, la pintura va acompañada con frecuencia por una intención social o moral: crítica de lacras de uno u otro tipo. En cuanto a técnicas y estilo, señalemos estas tendencias: – Narrativo. El novelista adopta preferentemente una actitud de «cronista».    – Descripciones. Ambientes y tipos, adquieren un papel importante. – Estilo. Tiende a la sobriedad. En los diálogos, la lengua se adaptará a la índole de los personajes. Nos hemos referido sobre todo a la novela que es, en efecto, el género que mejor correspondía a los propósitos del Realismo.

3. EL NATURALISMO

Dentro del Realismo encontramos una derivación que se conoce con el nombre de Naturalismo. Inciado por el francés Émile Zola, dice no es sólo una tendencia literaria, sino una concepción del hombre y un método para estudiar y transcribir su comportamiento.  Este movimiento pretendió llevar hasta sus últimas consecuencias los postulados del Realismo. Intento retratar la realidad con un método científico. La conclusión a la que llegaron sus cultivadores es que el hombre es  pura materia y que no tiene libertad de actuación, su existencia se halla determinada por la herencia genética y las circunstancias sociales.

4. EL REALISMO EN ESPAÑA

La consolidación del Realismo español se produce a partir de 1868. Dos años más tarde se publica la primera novela de Galdós, La Fontana de Oro. Desde entonces, el desarrollo del Realismo español será imparable, debido a estos factores: – La evolución interna de la sociedad y de los gustos, que es general en toda Europa.  – La tradición costumbrista y su desarrollo en los autores “prerrealistas”.  – El retorno a la tradición realista que existía en nuestro Siglo de Oro.  – La influencia de los grandes representantes del Realismo europeo.


5. AUTORES DEL REALISMO-NATURALISMO

5.1 JUAN VALERA

Hombre culto y refinado, de espíritu equilibrado y libre. Su inteligencia y fino sentido estético se manifiestan en su labor como crítico y en su estilo correcto, fluido y elegante. Su primera obra fue Pepita Jiménez. También destacan Doña Luz y Juanita la Larga.

5.2 JOSE MARÍA PEREDA

Es uno de los mayores representantes del realismo regionalista. En sus novelas, nos presenta una visión idílica del campo frente a las novedades y la corrupción de la ciudad. Sotileza y Peñas arriba, donde se ve reflejada su visión idílica. 

5.3 EMILIA PARDO BAZÁN

Fue la que redactó el principal escrito teórico del  naturalismo español en su libro, La cuestión palpitante. Sus novelas presentan elementos naturalistas. Los Pazos de Ulloa y su continuación  La madre Naturaleza describen la Galicia campesina del XIX.

5.4 VICENTE BLASCO IBÁÑEZ

Es el novelista español más cercano al naturalismo. Sus novelas están ambientadas en el mundo rural de su tierra, Valencia: Arroz y tartana, La barraca y Cañas y barro.

5.5 LEOPOLDO ALAS, “CLARÍN”

Hombre de grandes inquietudes espirituales, se sintió siempre muy crítico frente al catolicismo tradicional. Clarín escribe desde un bando o sector de la burguesía, pero contra las aberraciones de esta clase social. Clarín es, sobre todo, el autor de La Regenta (1885). Clarín concluye La Regenta a los 34 años de edad, con el convencimiento, según sus palabras, de haber conseguido «una obra de arte».

6. BENITO PÉREZ GALDÓS

Benito Pérez Galdós nació en Las Palmas de Gran Canaria, pero fue en Madrid donde desarrolló su labor literaria, llegando a ser un profundo observador de esta ciudad. Es el autor más fecundo de la literatura española y su obra representa un testimonio de la vida del siglo XIX, dejando reflejadas en ellas todas las capas sociales y todos los acontecimientos de la época.

6.1 EL REALISMO DE GALDÓS. TÉCNICA Y ESTILO

Galdós es el novelista integral, ya que su realismo es el de gama más amplia de los cultivadores de esta tendencia. Galdós logra abarcar la descripción de ambientes y el análisis psicológico de manera magistral. Galdós capta como nadie la esencia de los personajes. Domina a la perfección la técnica del retrato y caracteriza a sus personajes poniendo en cada uno rasgos diferenciadores de su habla.


En cuanto al estilo, ajusta el habla a cada personaje. La técnica y estilo de Galdós es de gran modernidad, como lo demuestra su frecuente utilización del “monólogo interior”. Su estilo tiene una poderosa intención crítica y su gran arma es la ironía.

6.2 LA OBRA NOVELÍSTICA DE GALDÓS

a)

Episodios Nacionales

Conjunto de cuarenta y seis novelas poco extensas, divididas en cinco series. Con ellas pretendió hacer la historia novelada de gran parte del siglo XIX. Galdós mezcla personajes de ficción con históricos, etc. Consigue así, recrear una historia palpitante, cercana al vivir y sentir de sus contemporáneos. Con un enfoque personal de los hechos, logra el autor un acertado fresco de la compleja realidad española de ese siglo. Los mejores títulos pertenecen a la primera serie: Trafalgar,  Bailén, Zaragoza. b)

Las primeras novelas

Las primeras novelas son de tesis. Tienen el propósito de defender una ideología concreta, crea unos personajes y modela una realidad en función de lo que quiere manifestar. Las dos novelas más representativas son Doña Perfecta y Gloria. c)

Las “novelas españolas contemporáneas”

Así denominó el propio Galdós a su grupo de novelas escritas a partir de 1881 entre las que se encuentran los mejores títulos de su obra. Las principales características de estas novelas son la creación de ambientes reflejados con admirable exactitud, y la caracterización de personajes, que ya no serán tipos esquemáticos, sino figuras llenas de verdad y vida.  El autor analiza el momento histórico que le ha tocado vivir, el ambiente popular y los diversos estamentos sociales.  Los principales títulos son: La desheredada, El amigo Manso, Tormento, La de Bringas, Miau Fortunata y Jacinta, su obra maestra. d)

Las novelas espiritualistas

En las obras escritas en la década de 1890 manifiestan un cambio, aunque el procedimiento literario empleado siga siendo el mismo. Novelas marcadas por unos claros valores evangélicos que abarcan el amor y la caridad cristiana.  Los personajes son humildes pero con alta moral y sentido del deber. Ambientadas en los barrios más miserables de la época. Destacan Misericordia, Realidad, El abuelo y  Nazarín.

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