La Narrativa Española: De la Posguerra a Finales de los 60
El periodo de la posguerra fue largo y turbulento, sin referentes claros y marcado por una fuerte censura. Hasta 1975, hubo novelistas exiliados, como Rosa Chacel y Max Aub. El tema recurrente fue España, y se observaron distintas tendencias relacionadas con las transformaciones sociales y políticas del momento.
1. La Novela de los Años 40
Algunos autores apoyaban al régimen (Agustín de Foxá y García Serrano), mientras que otros reflejaban la realidad cotidiana, con sus conflictos, dramas y tragedias individuales. Destacan obras como:
- La familia de Pascual Duarte (Camilo José Cela): un drama rural sobre un campesino extremeño.
- Nada (Carmen Laforet): ambientada en Barcelona.
- La sombra del ciprés es alargada (Miguel Delibes): ambientada en Ávila.
2. La Novela de los Años 50: El Realismo Social
La realidad social condujo a un cambio de enfoque, pasando de los conflictos intelectuales a los sociales. Se distinguen dos corrientes principales:
- Objetivismo: Representado por La Jarama (Rafael Sánchez Ferlosio).
- Realismo Crítico: Ejemplificado por La colmena (Camilo José Cela) y Las ratas (Miguel Delibes).
3. Los Años Sesenta: Renovación Formal
Los años sesenta se caracterizaron por una profunda renovación formal en el lenguaje y las estructuras narrativas. Se introdujeron elementos como:
- Monólogos interiores.
- Perspectivismo múltiple.
- Fantasía (con la fusión de lo mágico y lo real).
- Saltos temporales inesperados.
Obras representativas incluyen:
- Tiempo de silencio (Luis Martín Santos).
- San Camilo 1936 (Camilo José Cela).
- Cinco horas con Mario (Miguel Delibes).
- Últimas tardes con Teresa (Juan Marsé).
- Señas de identidad (Juan Goytisolo).
La Narrativa Española: De la Década de los 70 a la Actualidad
El fin de la dictadura trajo consigo el regreso de exiliados y el cese de la censura, lo que propició un nuevo impulso creativo (con subvenciones y el surgimiento de grupos editoriales). Las tendencias principales fueron una reacción contra la complejidad formal de los años 60 y una concepción más realista de la novela (un realismo renovado).
1. Tendencias de los Años 70 y 80
Se reivindicó el placer de narrar, con la trama y el argumento como eje central. Destacan obras como:
- La verdad sobre el caso Savolta (Eduardo Mendoza).
- Los delitos insignificantes (Álvaro Pombo).
- Luna de lobos (Julio Llamazares).
Se emplearon la primera y tercera persona narrativa, explorando temas como la pérdida de fe y la búsqueda de la propia identidad.
2. Orientaciones de la Novela Actual
La novela actual se caracteriza por una gran libertad y diversidad de tendencias:
- Metanovela: Papel mojado (Juan José Millás).
- Novela Histórica: El hereje (Miguel Delibes).
- Novela Policiaca y de Intriga: Invierno en Lisboa (Antonio Muñoz Molina).
- Novela Neorrealista (con tintes de nihilismo): Amor, curiosidad, prozac y dudas (Lucía Etxebarria).
- Novela Lírica: La lluvia amarilla (Julio Llamazares).
- Novela Autobiográfica: Ardor Guerrero (Antonio Muñoz Molina).
- Novela Culturista: La tempestad (Juan Manuel de Prada).
En general, estas obras suelen rechazar códigos éticos y morales rígidos, adoptan una mirada distanciadora y humorística, y abordan preocupaciones existenciales y la relación con la propia personalidad.
La Lírica Española: De la Posguerra a Finales de los 50
La dictadura y la censura marcaron este periodo. Se observaron dos posturas principales: la de aprobación y ensalzamiento del régimen, o la de desesperanza ante el presente y el futuro.
1. Poesía de Inmediata Posguerra
Se distinguen dos corrientes principales:
- Poesía Arraigada (neoclásica): Publicada en revistas como Escorial y Garcilaso. Abordaba temas tradicionales. Representantes: Luis Rosales y Leopoldo Panero.
- Poesía Desarraigada y otras tendencias: Publicada en revistas como Espadaña. Caracterizada por la rehumanización (Eugenio de Nora), un estilo muy directo, realista y un tono existencial y religioso. Obras clave: Hijos de la ira (Dámaso Alonso) y Sombras del paraíso (Vicente Aleixandre).
Otras corrientes incluyen el Postismo, el Surrealismo y la poesía intimista.
2. Poesía Social
La poesía social se caracterizó por su intención comunicativa, priorizando el tema sobre la forma, la sencillez, la repetición de estructuras formales y el prosaismo.
Blas de Otero (1916-1979)
Buscó sacudir conciencias. Su poesía existencial se manifestó en obras como Ángel fieramente humano, Redoble de conciencia y el libro único Ancia. Posteriormente, su poesía social incluyó títulos como Pido la paz y la palabra, En castellano, Esto no es un libro y Que trata de España.
Gabriel Celaya (1911-1991)
Fue un pilar de la poesía social. Tras una experiencia existencial reflejada en Movimientos elementales, se decantó por la poesía social con Cantos íberos. También tuvo una época vanguardista con obras como Mazorcas y La linterna sorda.
José Hierro (1922-2002)
Colaboró en la revista El Frente Republicano y sufrió prisión. Su obra incluye una vertiente autobiográfica con Tierra sin nosotros y una reflexión continua con Alegría. Con Quinta del 42, inició una vía solidaria y antirrealista, presente en Cuánto sé de mí.
La Lírica Española: De los Años 60 a la Actualidad
1. Los Años 60: Superación de lo Social
Los años 60 marcaron la superación de la poesía social, con figuras como José Ángel Valente y Ángel González. Se rechazó la intención política de la etapa anterior. Sus rasgos principales fueron:
- La poesía como conocimiento propio y del mundo (subjetividad).
- Realismo humanista.
- Uso de la sátira y la ironía.
- Énfasis en la ‘obra bien hecha’.
Obras destacadas: Moralidades (Jaime Gil de Biedma) y Conjuros (Claudio Rodríguez).
2. Los Años 70: Los Novísimos
Los años 70 vieron el surgimiento de los Novísimos, un grupo de poetas nacidos entre 1939 y 1949, entre los que destaca Ana María Moix. Sus rasgos distintivos fueron:
- Distanciamiento de los preceptos éticos de la literatura anterior.
- Vasto bagaje intelectual.
- Formación influenciada por la cultura de los medios de comunicación.
- Creación de ambientes refinados y decadentes.
- No compartían la idea de la poesía como herramienta para cambiar el mundo, sino como tema en sí misma y como espacio de experimentación lingüística.
- Propusieron un nuevo vanguardismo y una libertad absoluta del poeta.
- En ocasiones, su poesía fue elitista, hermética y culturista.
3. Últimas Tendencias (Años 80 y 90)
Las últimas tendencias, a partir de los años 80, se caracterizaron por:
- La recuperación de los poetas de los 60.
- Una relectura de la tradición.
- La vuelta a la narración y al lenguaje coloquial.
- La renovación de temas y el empleo del humor.
De las diversas tendencias de los 80, dos se consolidaron en los 90:
- Poesía del Silencio: Minimalista y vanguardista.
- Poesía de la Experiencia: Centrada en los sentimientos, con un enfoque realista, la vivencia personal y el humor.
También se observa un compromiso social, como en El hombre de la calle de Fernando Beltrán, que representa la ‘poesía entrometida’. Se concibe la poesía como un espacio de resistencia y realismo. Otro autor relevante es Antonio Enrique.
