Carmen Laforet y el Impacto de la Novela en la Posguerra Española

Introducción a la Novela de Carmen Laforet

Nada (1944) es la primera novela de Carmen Laforet y, junto con La familia de Pascual Duarte de Cela, marca el inicio de la recuperación de la narrativa en la posguerra española. La novela ofrece una visión crítica de la realidad, con un tono existencialista y una perspectiva pesimista sobre el desolador mundo de la posguerra. Además, las complejas relaciones entre sus personajes se inscriben dentro del tremendismo literario.

Características de la Narrativa

Las novelas son textos literarios en prosa de carácter narrativo. En el relato aparecen aquellos sucesos que su criterio emocional ha escogido. El relato presenta una estructura lineal, ya que el tiempo se concentra en un año. La expresión del tiempo es uno de los aspectos más característicos de este tipo de textos. Para ello, se recurre a diversos procedimientos:

  • Distintas formas verbales
  • Adverbios
  • Expresiones temporales

Elementos del Estilo

En cuanto a los rasgos de estilo, se pueden identificar:

  • Frases coloquiales
  • Metáforas
  • Animalización
  • Comparaciones
  • Hipérboles
  • Personificaciones

El Teatro en España a Comienzos del Siglo XX

A comienzos del siglo XX, el teatro en España era anticuado y comercial, sin ningún tipo de renovación. Entre los autores que triunfaron, encontramos a Jacinto Benavente con obras como Los intereses creados; además, fue Nobel de Literatura en 1922.

Por otro lado, también destacó el teatro modernista, el cual estaba escrito en verso y hablaba de temas históricos y tradicionales.

Existieron varios intentos de renovación, aunque todos fracasaron. No obstante, Valle-Inclán fue el único que consiguió renovar el teatro español. Creó el esperpento, técnica literaria reflejada en Luces de bohemia (1924).

García Lorca y el Teatro Poético

También en el teatro renovador se encuentra García Lorca (1898-1936), quien buscaba reflejar las tragedias cotidianas del pueblo. Definió el teatro poético como humano, integrando poesía, música y coreografía. En los años 30, dirigió La Barraca, una compañía que llevaba obras clásicas a comunidades rurales, acercando el teatro a un público no cercano al mismo. Destacan las tres tragedias como:

  • Bodas de Sangre
  • Yerma
  • La casa de Bernarda Alba

El teatro de García Lorca es una constante combinación entre realidad y poesía, convirtiéndose en teatro poético.

El marco andaluz es realista: refleja las tareas del campo y las costumbres de los pueblos. Los personajes son verosímiles. Lorca refleja el lenguaje popular en diálogos breves mediante refranes, y también el poético. Por lo tanto, el autor poetiza la realidad.

Figuras Literarias y Estructura Dramática

El fragmento escogido pertenece al género dramático, como muestra sus diálogos entre personajes que la obra se construyen rápidos y breves. No destaca la presencia de un narrador, pero sí la de las acotaciones que nos informan sobre la intención comunicativa de personajes, espacio, tiempo y vestuario.

Encontramos figuras literarias como:

  • Hipérbole
  • Metáforas
  • Anáforas
  • Ironías

Destacan también:

  • Frases exclamativas
  • Frases populares
  • Acotaciones

Impacto de la Guerra Civil en la Literatura

La guerra civil puso fin al esplendor cultural vivido en el primer tercio del siglo XX. La censura, el aislamiento internacional, la represión política y la ausencia de libertades dieron como resultado el empobrecimiento, acentuado por el exilio de muchos escritores (Max Aub, Ramón J. Sénder…). Sin embargo, no faltaron autores esquivando la censura o jugando con los límites de lo permitido que dieron testimonio de la triste realidad.

Tendencias Narrativas en la Novela de Posguerra

En la novela de posguerra se dan dos tendencias narrativas diferentes: la novela conformista, entre las que se cuentan novelas de ideología falangista que exaltan los valores del franquismo, y otras costumbristas. En la existencial, los autores pretenden dar testimonio de la mísera realidad del momento a través de los temas de estas novelas, como es el caso de La familia de Pascual Duarte (tremendismo). A esta novela siguen otras que consolidan este género como es Nada (1944), premio Nadal, y en la que se manifiesta otra forma de tremendismo diferente y cuya importancia reside no solo en aproximarse a esa realidad, sino en permitir encuadrarla dentro de la nueva manera de concebir el realismo que había empezado a asomar en los años de posguerra. Su título no deja de ser un homenaje a J. R. Jiménez, autor del poema titulado Nada que abre la novela.

Renovación Literaria en la Década de los 50

Después, en la década de los 50, una serie de autores toman como referencia La Colmena de Camilo José Cela y El camino de Delibes, y ante la falta de libertad de prensa se dedican a denunciar las injusticias sociales priorizando el fondo a la forma. Es el caso de Sánchez Ferlosio con El Jaramay y de Torrente Ballester con Los gozos y las sombras. A partir de 1960, autores como Goytisolo, influenciados por las corrientes europeas, defienden la necesidad de una renovación formal de la novela: Tiempo de silencio se considera la iniciadora de la novela experimental.

La Literatura Tras la Dictadura

Con el fin de la dictadura en 1975 y la desaparición de la censura, la novela deja de ser el medio de compromiso y crítica social y se recupera el placer de contar con gran riqueza de géneros y formas que mezclan las técnicas tradicionales y vanguardistas, como evidencia La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, junto a una gran cantidad de autores jovencísimos como Pérez-Reverte, Vázquez Montalbán y Almudena Grandes, entre una amplia lista.

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