Contexto Histórico: El Franquismo
La Guerra Civil española finaliza en 1939 con la victoria del bando franquista.
Desde ese momento, España vivirá durante cuatro décadas bajo la dictadura franquista.
Fueron años de dura represión y penuria económica.
Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, muchos creyeron que la derrota de la Alemania nazi y del fascismo italiano acabaría también con la dictadura de Franco, pero no fue así, y hasta la muerte del dictador no fue posible la vuelta a un sistema democrático.
En el resto de Europa comienza la Segunda Guerra Mundial, que finaliza con la derrota de la Alemania nazi. El final de la guerra dio paso al enfrentamiento de dos grandes potencias: Estados Unidos y la Unión Soviética, que se disputaban el reparto de Europa. Se trata de la lucha entre el capitalismo y el comunismo, que marcó el enfrentamiento mantenido entre ambas potencias durante varios años, conocido como la Guerra Fría.
En España, la cultura presentó también un panorama muy pobre. El nuevo régimen no apoyó el desarrollo cultural, y la gran mayoría de los intelectuales o bien habían muerto, o se habían marchado al exilio.
La Literatura Durante el Franquismo
La Poesía
En los primeros años de la posguerra (años cuarenta), la poesía muestra un tono belicista y de exaltación de los vencedores. Distinguimos entre poesía arraigada y desarraigada (que muestra su disconformidad con el mundo).
- La primera se conoce como poesía arraigada.
- La otra corriente es la llamada poesía desarraigada. Comienza con los libros Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, e Hijos de la ira, de Dámaso Alonso. En ellos se muestra el desasosiego existencial de los poetas.
La poesía de los años cincuenta, llamada poesía social, se concibe como una herramienta de denuncia y cambio social. Se caracteriza por dar relevancia al contenido frente a la forma, usando un lenguaje sencillo y coloquial. Destacan:
- Blas de Otero. En Ángel fieramente humano (1950).
- Gabriel Celaya. Su libro más significativo es Cantos iberos (1955), de claro tono reivindicativo y de crítica social y política.
La promoción poética del 60, formada por poetas como José Agustín Goytisolo, Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente o Claudio Rodríguez. Representa un nuevo tipo de poesía ligada a la experiencia personal y al conocimiento.
A finales de los años sesenta, surgen los novísimos. Su intención era romper con la tradición literaria previa. Su poesía se centra en lo decadente y refinado, con numerosas alusiones a la sociedad de consumo y una experimentación radical en el lenguaje.
La Narrativa
En la narrativa de posguerra (años cuarenta), se cultiva un realismo desgarrador, hasta llegar a una corriente que se centra en lo truculento y la sordidez, conocida como tremendismo. Podemos destacar a dos grandes novelistas que empezaron a publicar en los años cuarenta y continuaron hasta la democracia:
- Camilo José Cela.
- Obras:
- La familia de Pascual Duarte, claro ejemplo de la corriente tremendista, en la que un campesino extremeño condenado a muerte por asesinato cuenta la historia de su sórdida vida.
- La colmena, novela social de protagonista colectivo, donde aparecen más de trescientos personajes cuyas historias se van alternando en breves secuencias simultáneas.
- Obras:
- Miguel Delibes.
- Obras:
- El camino, que retrata la vida de un pueblo y sus gentes bajo la perspectiva de su joven protagonista.
- Cinco horas con Mario, largo monólogo en el que una mujer le habla a su marido muerto, durante la noche en la que vela su cadáver.
- Los santos inocentes. Aparecen los temas del mundo campesino, la pobreza y la miseria, la desigualdad social, la injusticia.
- Obras:
La Novela del Realismo Social (Años Cincuenta)
La década de los cincuenta será la de la llamada novela del realismo social. Se caracteriza por la tendencia a la temática social, y hay una voluntad de crítica social. Dentro de ella, se pueden distinguir dos corrientes:
- El objetivismo. Pretende que la figura del narrador desaparezca. En cuanto a los personajes, suelen ser individuales, pero representan diferentes clases sociales. El espacio y el tiempo se condensan. Hay un predominio del diálogo, que sirve para caracterizar a los personajes; la narración suele ser lineal y muchas veces presenta historias simultáneas. La novela que cumple más fielmente estas premisas es El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio.
- El realismo crítico. Se caracteriza por mostrar una intención de crítica social mucho más evidente. Se centra en la sociedad española de la época, con sus diferentes mundos y ambientes: las condiciones de los obreros, la dureza del mundo rural, la frivolidad de la burguesía, la injusticia en los barrios marginales, etcétera. Podemos citar aquí novelas como Gran sol, de Ignacio Aldecoa.
La temática social se agota pronto y se abandona el realismo social para dar paso a una nueva corriente experimental (años sesenta y primera mitad de los setenta), en busca de la innovación y la renovación técnica y lingüística.
Las características fundamentales de esta nueva forma de narrar son:
- El punto de vista es múltiple.
- El protagonista es el centro de la novela.
- El espacio se reduce; la acción es mínima y se evita el relato lineal; son frecuentes los saltos en el tiempo y el desorden.
- Hay una gran renovación lingüística y novedosos recursos técnicos, como los monólogos interiores.
El Teatro
Durante los primeros años de posguerra (años cuarenta) triunfa un teatro de evasión de la realidad y de propaganda política. Es una comedia burguesa sentimental y lacrimógena, sin gran calidad literaria. Se caracteriza por ser un elemento de propaganda política o un medio de evasión de la realidad.
Sin embargo, con el paso del tiempo (años cincuenta) va surgiendo un público más crítico y exigente y una serie de dramaturgos que muestran su disconformidad con la realidad española, y que ofrecen obras de calidad. Comienzan a escribir obras de talante social y crítico.
En los años sesenta y primera mitad de los setenta, el teatro continúa dividido entre el teatro comercial, el teatro realista de intención social y el teatro experimental.
Podemos destacar a tres autores:
- Antonio Buero Vallejo: con la obra Historia de una escalera. Sus temas fueron la justicia, la libertad, la soledad, la hipocresía, el amor…, dentro de una constante de crítica social. En la segunda etapa, con predominio de lo social, y finalmente un teatro donde destaca el deseo de innovación formal con la obra La Fundación.
- Alfonso Sastre: propuso un teatro de rebelión contra la injusticia, lleno de consideraciones morales y existenciales. Algunas de sus obras más destacadas son Guillermo Tell tiene los ojos tristes. En sus obras posteriores, como La cornada, se acentúa la temática social.
- Miguel Mihura. Representante de la renovación del teatro español a través de la mezcla de la comicidad y el vanguardismo, escribió su primera comedia, Tres sombreros de copa. Esta obra conjuga la comicidad con el espíritu provocador de las vanguardias, satiriza la mediocre vida burguesa.
La Literatura Hispanoamericana
A partir de los años cuarenta, en la narrativa hispanoamericana se produce una renovación espectacular, fruto de la influencia de los grandes novelistas europeos y norteamericanos y el surrealismo.
Aparece una novela metafísica, con autores como Jorge Luis Borges (El Aleph) o José Lezama Lima (Paradiso); otra de tipo existencial, en la que destacan Juan Carlos Onetti (El pozo).
Destacan los siguientes autores:
- Julio Cortázar: Escribe la obra Rayuela. Se trata de un collage narrativo en el que el lector puede decidir el orden en que leerá una historia llena de ironía y humor.
- Juan Rulfo: Su obra se reduce a un libro de relatos, El llano en llamas, que muestra un mundo agobiante y hostil; y una novela corta, Pedro Páramo, donde aparece un espacio mítico en el que reina el despotismo y la muerte.
En los años sesenta tiene lugar el llamado boom de la literatura hispanoamericana, que se convierte en literatura de referencia para el resto de Europa, al tiempo que se produce la culminación del realismo mágico. Destacan:
- Gabriel García Márquez: Uno de los escritores más prolíficos y relevantes de la literatura hispanoamericana crea un mundo mítico, Macondo, donde transcurren gran parte de sus novelas, entre otras La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba y, sobre todo, Cien años de soledad. Esta gira en torno a dos temas obsesivos: el paso del tiempo y la soledad, consecuencia de la falta de amor. Otras novelas posteriores serán Crónica de una muerte anunciada o El amor en los tiempos del cólera.
- Mario Vargas Llosa: Obra La ciudad y los perros, sátira del mundo militar.