Factores que Condicionaron el Teatro Durante el Franquismo
Diversos factores condicionaron el teatro durante la época franquista, entre ellos la censura, el aislamiento cultural de España y el interés comercial de los empresarios. Además, en la década de los 60 otros medios, como el cine y la televisión, ganaron espacio al teatro, que dejó de ser tan relevante para los intereses del régimen.
Teatro en el Exilio
Durante el franquismo, muchos dramaturgos se exiliaron y continuaron su labor creativa fuera de España. Entre ellos destacan:
- Alejandro Casona: Su teatro, poético y simbólico, está muy bien construido y plantea el conflicto entre realidad y fantasía. Una de sus obras más representativas es La dama del alba.
- Max Aub: Su obra tiene un fuerte planteamiento político y gira en torno a la tragedia colectiva de Occidente. Destacan El rapto de Europa y No.
Tendencias Teatrales en los Años 40
Comedia Burguesa
Sigue el estilo de Jacinto Benavente, con un tono elegante y temas costumbristas. Aborda problemas individuales, tanto familiares como sociales, pero alejados del ambiente de la posguerra.
- José María Pemán: Cultivó tanto las obras religiosas, como El divino impaciente, como las comedias costumbristas, en las que destaca su ingenio andaluz, como en La casa y Las tres etcéteras de Don Simón.
- Joaquín Calvo Sotelo: Su producción fue extensa y cosechó notables éxitos, como Plaza de Oriente, La muchachita de Valladolid y La muralla, que fue el mayor éxito de la posguerra.
- Juan Ignacio Tena: Creador de comedias costumbristas e históricas, como ¿De veras, Alfonso XII?
Teatro de Evasión
Este tipo de teatro combina elementos de la alta comedia costumbrista y el sainete para presentar un mundo feliz. Los temas, como el adulterio, el amor y los celos, se tratan con un tono ingenioso, ligero y frívolo, desde una perspectiva conservadora.
- Edgar Neville: El baile.
- José López Rubio: Celos del aire.
- Víctor Ruiz Iriarte: El puente de los suicidios.
Teatro Humorístico
Un grupo de humoristas de la revista La Codorniz renovó el teatro humorístico a través del humor intelectual, con situaciones absurdas, lenguaje equívoco y juegos de palabras disparatados.
- Enrique Jardiel Poncela: Su humor es disparatado y vanguardista. Destaca su obra Eloísa está debajo de un almendro.
- Miguel Mihura: Su obra dramática se caracteriza por la crítica al convencionalismo social. Su humor es serio, alejado de la carcajada fácil, y utiliza situaciones absurdas para mostrar lo ilógico de la realidad. Se pueden distinguir dos etapas en su producción:
- Primera etapa (1934-1946): Teatro absurdo con intencionalidad crítica. Destaca Tres sombreros de copa, una crítica a la burguesía.
- Segunda etapa (1953-1968): Las obras tienen una trama y una acción más importantes, pero Mihura pierde su capacidad crítica. Escribe piezas cómicas, costumbristas, policíacas y de enredo, adaptándose al gusto del público. Algunas de sus obras más conocidas de esta etapa son ¡Sublime decisión!, Melocotón en almíbar y La bella Dorotea.
Tendencias Teatrales en los Años 60
Drama Existencial y Realismo Social
A finales de los años 40, aparece un teatro grave y existencial que evoluciona hacia el realismo social en los años 50. Los protagonistas son víctimas de la monotonía, la injusticia y la opresión, y fracasan en su búsqueda de la libertad.
- Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo.
- Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre.
Alfonso Sastre inició un teatro testimonial, existencial y de compromiso social. Rechazaba el teatro que triunfaba y defendía un teatro social de denuncia y protesta. Su drama de agitación social no podía ser representado, por lo que inició un teatro político. Algunas de sus obras son La mordaza, Muerte en el barrio y La taberna fantástica.
Teatro de Protesta y Denuncia
Este teatro refleja las inquietudes sociales y se presenta como una alternativa al teatro comercial. Los temas principales son la crítica social y la denuncia de las injusticias. Los personajes son víctimas en situaciones límite y acaban derrotados por el destino, apareciendo a menudo como verdugos y víctimas a la vez.
- José Martín Recuerda: Los salvajes en Puente San Gil.
- Carlos Muñiz: El tintero.
Teatro Comercial
- Alfonso Paso: Escribió más de 100 obras, entre las que destacan Vamos a contar mentiras y Enseñar a un sinvergüenza.
- Antonio Gala: Su teatro es simbólico y gira en torno a la frustración y la soledad. Destaca Los verdes campos del Edén.
Teatro Experimental
El teatro experimental, ligado al teatro independiente, supone una superación del realismo. Las compañías tenían locales propios y concebían el teatro como un espectáculo donde predominaba lo vanguardista y experimental, con estilos renovados. El texto literario pierde protagonismo en beneficio de la escenografía, con un lenguaje alegórico y abstracto, y se incorporan efectos especiales.
Grupos Teatrales Independientes
Estos grupos desarrollaron un teatro innovador, vanguardista y muy comprometido social e ideológicamente. Algunos de los más conocidos son el TEU, Los Goliardos y Els Joglars.
Dramaturgos Vanguardistas
- Francisco Nieva: La carroza de plomo candente.
- Fernando Arrabal.
- Teatros musicales: El rey león, Los miserables, etc.
Antonio Buero Vallejo
Su primera vocación fue la pintura. Luchó en el bando republicano durante la Guerra Civil y pasó siete años en la cárcel. Ingresó en la RAE en 1971. Su teatro se caracteriza por su acento trágico, su sentido ético con planteamientos morales, y su carácter unitario, con constantes que se repiten, como la tragedia individual, las dualidades de los personajes y una visión crítica de España.
Etapas
- Realista: Teatro tradicional, con temas de la realidad de la época, espacios concretos y orden cronológico. Destaca Historia de una escalera.
- Reflexión Histórica: Un soñador para un pueblo, El tragaluz. Utiliza el pasado para reflexionar sobre el presente. Aborda temas históricos, como en Las Meninas, donde hace vivir la sordera de Goya. En algunas obras, como Las Meninas, utiliza cuadros aislados en un mismo acto y lugares abstractos.
- Innovadora: Adopta un punto de vista subjetivo, con personajes que tienen limitaciones físicas o psíquicas. El espectador no ve la realidad, sino las alucinaciones del personaje, como en La llegada de los dioses, donde vemos las alucinaciones de Julio.