Teatro Español del Siglo XX: Posguerra, Franquismo y Realismo Social con Buero Vallejo

Teatro Español de la Segunda Mitad del Siglo XX: Antonio Buero Vallejo

Durante la Dictadura de Franco (1939-1975), el teatro estuvo marcado por el exilio de los autores más innovadores (Alberti, Max Aub…) y la desaparición de otros (Valle Inclán, Lorca, Unamuno, Miguel Hernández…). Se impuso un régimen de censura desde el gobierno, a lo que se sumó la autocensura de los propios dramaturgos. Triunfó un teatro de evasión que trataba de proyectar los valores morales cristianos y patrios. El teatro adquirió una doble función: entretener y difundir la ideología del régimen franquista.

A medida que se aproximaba el final de los 60 y principios de los 70, el régimen franquista se fue debilitando y se dio una cierta apertura que permitió el desarrollo de un teatro conectado a las técnicas vanguardistas del teatro del absurdo, etc., y a la aparición de grupos independientes que refrescarían el panorama teatral.

En Europa, a mediados de siglo, había aparecido un teatro innovador, especialmente el Teatro del Absurdo (Ionesco, Beckett, Adamov) y el Teatro de la Crueldad (A. Artaud), tendencias que ponían de manifiesto el fracaso europeo tras la 2ª Guerra Mundial, la existencia de un mundo inhabitable, el horror de estar vivo, etc. En definitiva, denunciaban la situación de posguerra, el horror, lo absurdo de la existencia humana, con una visión pesimista de la misma.

Tras la muerte de Franco, el teatro experimentaría aires de cambio, especialmente en la dura Transición, en la que se buscarían nuevas vías de representación. En esos años, surgió un movimiento extraordinario, el Teatro Independiente, que demostraría su capacidad para innovar y sobrevivir fuera de las bases oficiales y comerciales.

Años 40-50: Inmediata Posguerra

El teatro tenía como finalidad el entretenimiento y la difusión de las ideas del Régimen. Era un teatro de evasión, alejado de la realidad social, conformista con el Régimen y protegido por el mismo. Ante el control de la censura, algunos autores prefirieron autocensurarse, evitando temas y formas que pudieran herir la sensibilidad del poder.

Temas

Propios de la burguesía (el amor, la infidelidad, el matrimonio, la familia, el hogar, el honor, etc.), tratados con amabilidad, humor y ternura. No había crítica.

Personajes

Pertenecían a la burguesía. Representaban una sociedad sin conflictos, feliz.

Formas y autores

Comedia Burguesa

Benavente, García Pemán, Calvo Sotelo, etc. Se mantuvo la línea iniciada en la primera mitad de siglo.

Teatro de Humor

Este teatro inició cierta innovación dramática al introducir lo inverosímil en la escena. A través del humor, se presentaban situaciones increíbles, con cierta dosis de locura, de absurdo, apoyadas en un lenguaje chocante por lo ilógico que tenía. Se distorsionaba la lógica de las cosas, se producían exageraciones que provocaban el humor, la ironía. Tras este humor, pesaba cierto desencanto que ponía de manifiesto el pesimismo provocado por la situación de penuria del país.

Teatro en el Exilio

Este teatro se desarrolló alejado de las formas triunfantes en el país. Hispanoamérica, especialmente México y Argentina, acogieron a escritores españoles obligados al exilio por su ideología. Estos incluyeron ya formas de vanguardia que experimentaron con nuevos tipos de escenografía, tratamiento de los temas, del espacio y del tiempo, innovaciones en el lenguaje, etc. Entre los autores más destacados, cabe nombrar a:

  • Alberti
  • Max Aub
  • Otros

Años 50-60: Realismo Social

Características

Se desarrolló a finales de los 40 y se inició con el estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo en 1949. Se consolidó con Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre, en 1953.

Este teatro pretendía hablar de la realidad del momento, situando la acción, la escenografía y a los personajes en esa realidad. Los espacios escénicos se volvieron más complejos, los personajes poseyeron mayor profundidad, se ahondó en los diferentes caracteres representados; estos representaban el colectivo de la sociedad: obreros, burgueses, empresarios, ciegos, músicos, escritores, gobernantes, campesinos, vencedores y vencidos.

Temas

Reflejaban la situación de decadencia del país, el hambre, las consecuencias de la guerra, el abuso de poder, la marginalidad, la incomprensión, etc. Se pretendía con ello denunciar la situación social del momento y buscar elementos que ayudaran a salvar España.

Formas y autores

Antonio Buero Vallejo (1916-2000)

Su teatro fue realista, pero tuvo un alto contenido simbólico. Sus personajes fueron símbolos y sus obras, metáforas o alegorías de otras realidades (la ceguera de España, la intransigencia, la intolerancia, la soledad, etc.). Estuvo siempre muy preocupado por la experimentación de los recursos teatrales.

  • Primera etapa (Teatro Simbolista): Empleó el teatro simbolista, aunque ya produjo experimentos con los recursos teatrales, especialmente con el espacio y el tiempo. De este primer momento son: Historia de una escalera, Hoy es fiesta, En la ardiente oscuridad, La tejedora de sueños, etc.
  • Segunda etapa (Influencia de Brecht): A partir de 1958, año en que estrenó Un soñador para un pueblo, abrió su segunda etapa, en la que la influencia de Bertolt Brecht fue ya patente. Experimentó la simultaneidad de espacios, aumentó el número de personajes. Se acentuó el contenido social del teatro y su fin educativo. En esta etapa, aparecieron, además de la ya citada, obras como: El Tragaluz, Las meninas, El concierto de San Ovidio.
  • Obras a partir de los 80: Volvieron al simbolismo inicial, abandonó los efectismos de la escena, aunque no dejó de indagar en las nuevas propuestas. Los temas ahondaron en los problemas propios de una sociedad de consumo: consumismo, corrupción financiera, drogas, terrorismo, marginación social, etc.

Desde el principio, mantuvo un sentido ético extraordinario.

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