La Poesía Española de Posguerra
Contexto Histórico
La Guerra Civil (1936-1939) culminó con la implantación de la dictadura franquista. Los últimos años del franquismo estuvieron marcados por el aumento de las luchas sociales, favorecido por la inestabilidad del régimen y la crisis económica global de 1973. En el año 1975 murió el general Franco y Juan Carlos I fue proclamado rey, evidenciando la inviabilidad del régimen franquista.
Los Años 40: Poesía Arraigada y Desarraigada
La poesía arraigada, cultivada por el régimen, se centra en temas intemporales: la familia, la patria, la religión, el amor, alejados de la realidad social del momento, y retoma las formas clásicas, como el soneto o la décima. En esta poesía predomina una ideología conservadora y una visión optimista y esperanzada del mundo. Los autores más importantes de esta época son Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo y Luis Rosales. Frente a esta postura conservadora, los poetas desarraigados manifiestan su angustia ante una realidad inhóspita. Sus poemas hablan de las miserias sociales, de la injusticia, de la hostilidad de la existencia. Cabe mencionar como iniciador de esta corriente a Dámaso Alonso, con su obra Hijos de la ira.
Los Años 50: Poesía Social
Esta poesía denuncia las desigualdades sociales y la falta de libertades políticas. La poesía se veía como una herramienta capaz de transformar la realidad política y social. Entre los poetas que se centran en la poesía social destacan Blas de Otero, Gabriel Celaya y José Hierro:
- Blas de Otero. Sus obras más destacadas son Pido la paz y la palabra y Que trata de España.
- Gabriel Celaya. Sus libros más importantes son Las cartas boca arriba y Cantos Íberos.
- José Hierro. Muestra intereses próximos a los de la poesía social en sus primeros libros. Posteriormente, en obras como Con las piedras, con el viento, deriva hacia una lírica muy personal.
Los Años 60: La Generación del 50
Los poetas de esta generación ven la poesía como un medio de conocimiento y una forma de indagar en la propia experiencia. Son temas habituales la evocación de la infancia y la juventud, la amistad, el amor, el fluir del tiempo, tratados con un lenguaje coloquial y sencillo, que utiliza con frecuencia la ironía. Los poetas más destacados son:
- Claudio Rodríguez. Su obra más destacada es Don de la ebriedad.
- Jaime Gil de Biedma. Su obra poética está recogida en el libro Las personas del verbo.
- José Ángel Valente. Evoluciona desde un realismo inicial hacia la posterior reflexión sobre la esencia y la función de la propia poesía. Su obra destaca por su profundidad y búsqueda de sentido.
- Ángel González. Su obra, recogida en Palabra sobre palabra, está teñida de un pesimismo existencial que a menudo encuentra una válvula de escape en el humor. Destaca también Prosemas o menos.
Los Años 70: Los Novísimos
Una generación que rompe con la poesía precedente y se caracteriza por su carácter experimental, la perfección formal y la presencia de numerosas referencias culturales: citas de autores extranjeros, referencias a mundos lejanos y decadentes, y alusiones al cine, la música y los cómics. Pertenecen a esta generación, entre otros, Félix de Azúa, Guillermo Carnero, Ana María Moix y Leopoldo María Panero. El autor más emblemático de esta corriente es Pere Gimferrer.
La Novela Española de Posguerra
La Novela de los Años Cuarenta
En la década de 1940, se impone una visión pesimista que ofrece la cara más cruda de la realidad, con personajes inadaptados, solitarios y frustrados. Las novelas más destacadas de estos años son:
- La familia de Pascual Duarte: Esta novela, escrita en 1942 por Camilo José Cela (quien obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1989), inaugura la corriente narrativa del tremendismo. Es una reflexión profunda sobre la condición humana que expone la realidad más descarnada. La trama sigue a un asesino que confiesa sus crímenes antes de ser ejecutado, mostrando los detalles más crudos de sus acciones, relatadas por el protagonista de forma objetiva y neutral, sin extraer conclusiones morales.
- Nada: Es la primera obra de Carmen Laforet, publicada en 1945, con la que ganó el Premio Nadal. La novela refleja el pesimismo existencial de esta década. La protagonista, Andrea, es una joven universitaria que llega a Barcelona para estudiar Letras. La trama recoge hechos cotidianos de la vida de Andrea, inmersa en la incomunicación y el desencanto.
La Novela Social de los Años Cincuenta
La narrativa de la década de 1950 se centra en los conflictos sociales y en la denuncia de la injusticia. Presenta los siguientes rasgos característicos:
- El empleo de técnicas realistas y un enfoque objetivo de los hechos.
- El desinterés por el análisis psicológico de los personajes.
- La sustitución del protagonista individual por un personaje colectivo.
- La concentración temporal y espacial de los hechos.
- La sencillez y claridad del lenguaje.
Las novelas más representativas son:
- La colmena: Narra la dura y triste vida cotidiana del Madrid de la primera posguerra. Los personajes (unos 300) viven, sufren y mueren en la miseria, el miedo, la incomunicación y la degradación física y moral, en un mundo obsesionado por el dinero, el hambre, el sexo y el miedo. La novela transcurre en Madrid en poco más de dos días; el narrador es objetivo y el personaje es colectivo.
- El Jarama: En esta novela, un grupo de jóvenes madrileños de clase social baja va de excursión un domingo de verano al río Jarama. Allí se bañan, comen y pasan el tiempo. Sus conversaciones son triviales. La monotonía del caluroso día en que transcurre la novela se rompe cuando una de las chicas de la pandilla se ahoga.
La Novela Experimental de los Años Sesenta
Los escritores comienzan a jugar con la forma del relato, alterando su estructura y el lenguaje. La novela experimental presenta estas características:
- La multiplicidad de puntos de vista.
- La destrucción de la linealidad temporal del relato, con técnicas como la retrospectiva o flashback, que alteran la linealidad temporal.
- El tratamiento innovador del lenguaje, que se manifiesta a menudo en la ruptura de la lógica y de la sintaxis.
- La técnica del contrapunto, que consiste en narrar qué hacen diferentes personajes en diferentes lugares, pero en un mismo periodo de tiempo.
- El monólogo interior, en el que un personaje cuenta el libre discurrir de su mente. En el texto aparecen, en libre asociación, recuerdos, fantasías, imágenes, ideas, reflexiones…
Destacan:
- Tiempo de silencio: Luis Martín-Santos emplea técnicas narrativas como el monólogo interior, mediante el cual los personajes expresan sus pensamientos y sentimientos de forma libre. También experimenta con el lenguaje, alternando estilos distintos. La novela cuenta la historia de Pedro, un médico que vive en Madrid y es detenido a causa de un aborto clandestino en el que se ha visto involucrado. Aunque después se descubre su inocencia, pierde su trabajo y abandona la ciudad. La obra va desvelando las miserias de los distintos círculos sociales.
- Cinco horas con Mario: Reproduce el monólogo de Carmen mientras vela el cuerpo de su esposo, Mario. En realidad, el texto enfrenta dos ideologías: una visión conservadora y convencional, encarnada en Carmen; y una visión liberal e idealista, representada por Mario. En esta novela, el autor consigue persuadir al lector de la frivolidad e inconsistencia de las ideas de Carmen valiéndose precisamente del propio discurso de esta.
El Teatro Español de Posguerra
El teatro español de posguerra estuvo marcado por la censura franquista, que estableció un estricto control sobre el contenido de las obras representadas.
El Teatro de los Años 40: Teatro Humorístico
En la década de los 40, la alta comedia, que desarrollaba temas burgueses, tuvo gran éxito de público. En el teatro comercial surge el teatro humorístico. La mayoría de las comedias se basaban en el chiste fácil. A este tipo de teatro se opuso una nueva corriente de humor intelectual. Los autores que protagonizan esta renovación del teatro humorístico son:
- Enrique Jardiel Poncela concibió un “teatro de lo inverosímil”, en el que tienen cabida los hechos y situaciones más absurdos. Eloísa está debajo de un almendro y Los ladrones somos gente honrada son algunas de sus piezas más conocidas. En Eloísa está debajo de un almendro, los Briones y los Ojeda son dos extrañas familias a las que pertenecen los enamorados Mariana y Fernando. Tras una serie de sucesos, se descubre que en casa de los Ojeda, donde antes habían vivido los Briones, fue asesinada y enterrada hace años Eloísa, la madre de Mariana.
- Miguel Mihura creó una nueva manera de humor, en la que se combinan el absurdo y la reflexión existencial. Sus obras plantean diálogos absurdos. Estos rasgos se pueden apreciar en su obra Tres sombreros de copa. Esta obra transcurre en un hotel de provincias durante una noche en la que el protagonista, Dionisio, está alojado a la espera de su boda, que se celebrará al día siguiente. Durante esa noche, conoce a Paula, una joven bailarina que le descubre un mundo para él desconocido y hace que Dionisio reconsidere su decisión de casarse; sin embargo, finalmente sale del hotel para casarse.
El Teatro de los Años 50: Teatro Social
A finales de la década de 1940 surge una corriente teatral realista. Es un teatro social, que denuncia la injusticia, las desigualdades y la falta de autenticidad de la sociedad de su época. El iniciador y principal representante de esta tendencia fue el dramaturgo Antonio Buero Vallejo. En su trayectoria se pueden distinguir estas tres etapas:
- Primera etapa. Destaca Historia de una escalera. La acción se desarrolla en torno a la escalera de una vivienda de varias familias humildes. A lo largo de la obra, se transmite un mensaje desesperanzador: la frustración de los individuos a quienes la realidad les impide cumplir sus sueños.
- Segunda etapa, integrada por dramas históricos. Pertenecen a esta etapa El concierto de San Ovidio y El sueño de la razón.
- Tercera etapa, en la que la crítica social se hace más explícita y se incorporan algunas innovaciones técnicas. La Fundación, la obra más importante de esta etapa, presenta a un hombre, Tomás, que —tras haber confesado un delito bajo tortura— cumple condena en la cárcel. Ante la dureza de la situación, Tomás crea la fantasía de vivir en una importante institución, la Fundación, hasta el momento en que la cordura lo enfrenta con la sórdida realidad de la cárcel.
El Teatro de los Años 60: Teatro Experimental
Hay autores como José Ruibal, con obras como Los mendigos o El hombre y la mosca; y, sobre todo, Fernando Arrabal, quien se convirtió en un claro exponente de este movimiento con obras como El triciclo y Pícnic. Estas obras se distinguen por las siguientes características:
- Las nociones de personaje y acción dramática pierden importancia.
- El uso de recursos alegóricos y simbólicos.
- La renovación de la puesta en escena, empleando todo tipo de objetos mecánicos.
En ese contexto de experimentación, surgen también distintos grupos teatrales, entre los que destacan Els Joglars, Els Comediants, La Fura dels Baus, La Cubana e Yllana.