El Teatro Español del Siglo XX: Corrientes, Autores y Evolución Histórica

1. El Teatro Español: De Principios de Siglo hasta 1936

El teatro de este periodo podría dividirse en dos vertientes fundamentales, con numerosos autores y obras destacadas:

  • El teatro comercial
  • El teatro no comercial, renovador o experimental

El Teatro Comercial o Tradicional

El teatro comercial o tradicional representaba los gustos de la mayoría de espectadores, compañías y empresarios. En general, era menos interesante que el teatro renovador, pero hubo autores y obras que merecen ser destacados. Se difundía a través de tres corrientes principales:

El Teatro Poético

El teatro poético, en verso, también llamado modernista o drama romántico, estaba constituido por dramas de tema histórico, en relación con el deseo de evasión propio de fin de siglo. Destacan: Eduardo Marquina con su obra En Flandes se ha puesto el sol, Francisco Villaespesa y los hermanos Machado con Las adelfas.

La Comedia Burguesa o Benaventina

La comedia burguesa o benaventina era una crónica casi siempre amable de los defectos y las virtudes de la burguesía del siglo XX, con un tono irónico y personajes arquetípicos que mantenían largas conversaciones y monólogos con un lenguaje elegante e ingenioso. Llamada así porque Jacinto Benavente (Premio Nobel español de Literatura en 1922) fue su máximo representante. Esta se caracterizaba por sus ambientes de alta burguesía o campesinado acomodado. Se considera que su mejor obra fue Los intereses creados (1907), obra en la que, valiéndose de personajes arquetípicos de la comedia del arte italiana, hacía una sátira sobre el poder del dinero. Benavente tuvo mucho éxito hasta la Guerra Civil porque se acomodaba a los gustos del público de la época.

El Teatro Cómico

El teatro cómico era un teatro costumbrista de escenas de carácter popular de forma sainetesca, con lenguaje coloquial y cuya finalidad era entretener al público sin realizar crítica. Este teatro estaba representado por los hermanos Álvarez Quintero.

El Teatro Renovador

Se caracterizaba por el abandono del realismo, el interés por representar inquietudes filosóficas o existenciales a través del valor simbólico de los personajes o la escenografía, y la recuperación de subgéneros teatrales como la farsa o la tragedia. Podemos mencionar como ejemplos de este teatro a los autores de la Generación del 98: Unamuno (Teatro desnudo) o Azorín (Lo invisible).

2. El Teatro Español: De 1940 hasta la Actualidad

El teatro fue un género que se vio muy afectado por la Guerra Civil; habían muerto los grandes renovadores (Valle-Inclán y Lorca), otros dramaturgos habían partido al exilio (Jacinto Grau, Alberti, Max Aub…), y se impuso una rígida censura. A continuación, se presentan las principales corrientes:

  • Teatro de los años 40: comedia burguesa, teatro cómico y teatro en el exilio.
  • Teatro de los años 50: social y comprometido.
  • Teatro de los años 60: experimental.
  • Teatro desde los años 70: la importancia del teatro independiente y el teatro de texto actual.

Teatro de los Años 40

La Comedia Burguesa

El teatro de los primeros años de posguerra fue básicamente comedia. Su función era evadirse de la dura realidad del momento, entretener al espectador sin cuestionar las circunstancias de la época. El modelo eran las obras del teatro burgués que ya se hacían antes de la Guerra Civil, por ejemplo, las obras de Jacinto Benavente (que continuó estrenando). Otros autores importantes fueron Luca de Tena o Edgar Neville. Se trataba de obras bien construidas, con diálogos de gran calidad literaria, pero convencionales desde el punto de vista estético y conservadoras desde el punto de vista ideológico, obras para “pasar el rato”. Este era el teatro que daba dinero a actores y empresarios.

Teatro Cómico

Desde antes de la Guerra Civil se había empezado a cultivar en España un teatro muy interesante de humor absurdo, cuyos principales representantes fueron dos nombres que no se deben olvidar: Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura.

Teatro en el Exilio

Los tres grandes autores del exilio fueron Rafael Alberti, Alejandro Casona y Max Aub. Rafael Alberti escribió en el exilio sus mejores obras dramáticas: El adefesio (1944) y Noche de guerra en el Museo del Prado (1956), ejemplos de teatro político. Alejandro Casona fue autor de un teatro poético, con personajes misteriosos y alegóricos, que mezclaba lo fantástico con lo verdadero. Su obra maestra fue La dama del alba. Max Aub también escribió en el exilio algunas de sus obras dramáticas. Una de las más interesantes fue San Juan (1943), en la que un grupo de judíos viajaba en un carguero buscando un puerto donde desembarcar, pero nadie los acogía, y al final todos murieron en un naufragio.

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