Evolución de la Novela Española de Posguerra: Temas, Autores y Técnicas Narrativas

La novela de la posguerra

La Guerra Civil supuso una ruptura total con la literatura anterior y fue un hecho determinante en la vida cultural posterior. Las consecuencias políticas, económicas, sociales e ideológicas influyeron en la labor literaria del momento y condicionaron la creación novelesca. Una de las consecuencias más importantes de la guerra fue el exilio de un gran número de escritores, que configuraron la España peregrina. Hay tres aspectos temáticos comunes a casi todos ellos: el recuerdo del conflicto bélico y de España; la presencia de los nuevos lugares en los que tienen que vivir; y la reflexión sobre temas que afectan a la naturaleza y la existencia del hombre.

La novela existencial de los años cuarenta

Durante los primeros años de la posguerra se produce un estancamiento del género narrativo. Se publican novelas triunfalistas que relatan la guerra desde el punto de vista de los vencedores o novelas de evasión, con asuntos sentimentales. Sin embargo, surgen en la década de los cuarenta dos novelas con una visión crítica de la realidad: La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y Nada de Carmen Laforet. Su importancia reside en la ruptura con la literatura oficial y en el testimonio de una existencia desoladora y conflictiva. Son novelas realistas que, sin adoptar los tonos angustiosos de la poesía desarraigada, expresan la lucha del individuo con el destino o con su contexto. La familia de Pascual Duarte inicia la corriente denominada tremendismo, al profundizar el relato en los aspectos más crudos de la realidad: miseria, violencia, etc. Pascual Duarte es un campesino dominado por sus instintos vengativos, que acaba convirtiéndose en una especie de asesino en serie. Nada, la novela más existencialista de todas, cuenta la estancia de la protagonista en Barcelona para estudiar en la universidad. Allí se encuentra encerrada en un mundo burgués, asfixiante y paralizador, que le provoca angustia e insatisfacción.

La novela social en los años cincuenta

Se produce un renacimiento del género narrativo. En este cambio participan autores como Cela, Miguel Delibes y Gonzalo Torrente Ballester. Pero el hecho decisivo es la aparición de una nueva generación de narradores jóvenes, la llamada Generación del Medio Siglo, que desarrollan un nuevo tipo de novela. El primer impulso lo proporciona otra vez Camilo José Cela, con La colmena. Es una novela sin apenas argumento: en el Madrid de posguerra, más de trescientos personajes nos muestran, a través de múltiples y pequeños fragmentos, su vivir cotidiano, lleno de miseria y de penurias. Dinero, hambre y sexo se convierten en las únicas preocupaciones de unos personajes alienados en esa gran colmena donde lo importante es sobrevivir. Su estructura y perspectiva narrativa adelantan algunas innovaciones posteriores: el protagonista colectivo; la ausencia de un final preciso, que la convierte en una novela abierta; el alcance existencial y social de la obra; el desorden cronológico de los capítulos divididos en secuencias; y, en parte, el objetivismo conductista de la perspectiva narrativa. También influye Miguel Delibes autor de El camino en la que emplea un estilo sobrio y sencillo para retratar el mundo rural castellano. Esa misma sencillez se encuentra en Mi idolatrado hijo Sisí, etc.

Los narradores de la Generación del Medio Siglo parten de un concepto de la literatura muy delimitado: la literatura debe reflejar y denunciar la situación social. El objetivo es conseguir que la gente tome conciencia de las injusticias y de las desigualdades, y que contribuya a su erradicación. El escritor es un ser comprometido con su sociedad: debe ser solidario con el sufrimiento humano y luchar por una transformación del mundo. Como consecuencia, la estética dominante es la del realismo: las novelas pretenden reflejar la realidad española y servir como instrumento de denuncia de las injusticias sociales. La novela social opta por el objetivismo o conductismo, cuyas características más destacadas son:

  • El narrador oculto, que desaparece del relato y pretende reflejar la realidad de un modo imparcial.
  • En los personajes, ausencia de análisis psicológico.
  • El predominio del diálogo sobre la narración.
  • El estilo sencillo y fácilmente comprensible.
  • El protagonista colectivo, generalmente un grupo social. Cuando es un individuo, representa a la clase social a la que pertenece.
  • El tiempo y el espacio concentrados. La acción transcurre en poco tiempo y en espacios reducidos.

Los temas se centran en los problemas sociales contemporáneos de los escritores, que tuvieron que enfrentarse con la censura en muchas ocasiones.

  • El vacío y el egoísmo de la burguesía -> Juegos de manos, Tormenta de verano.
  • La dura y mísera vida del campo y la explotación del proletariado. -> Los bravos, El fulgor y la sangre, Dos días de septiembre.
  • La soledad y la incomunicación del individuo. -> Entre visillos, Los Abel.
  • El éxodo rural y la vida en los suburbios. -> La resaca.
  • La guerra civil vista desde la infancia o adolescencia. -> Duelo en el paraíso, Primera memoria.

Técnicas narrativas en la novela de los años sesenta

  • El narrador cambiante.
  • El cambio frecuente de perspectivas narrativas.
  • La importancia del monólogo interior.
  • La ruptura de la secuencia cronológica.
  • Se juega con la división del relato.
  • El argumento deja de tener importancia.
  • Los personajes son seres en conflicto.
  • La inserción de collages en la narración.

La ironía y el humor son los medios empleados para mostrar los problemas de la sociedad española. El tono existencial y la carga simbólica marcan el contenido de una novela que refleja una sociedad y una existencia vacías. El carácter innovador de la obra lo establecen principalmente su riqueza léxica tendente al barroquismo y el empleo de un vocabulario culto y científico.

Autores de posguerra

Camilo José Cela participa de esta experimentación en obras como San Camilo, largo monólogo interior escrito en segunda persona en el que se presenta el Madrid anterior al comienzo de la guerra.

Miguel Delibes, escritor de técnica tradicional, sorprendió con su novela Cinco horas con Mario en la que introduce innovaciones narrativas: monólogo interior, lenguaje coloquial, reiteraciones, etc. Carmen vela el cadáver de su marido, Mario y conversa con él durante una noche. Descubrimos dos formas de entender la vida: la egoísta y la reaccionaria de la mujer y la liberal del marido.

Gonzalo Torrente Ballester pasa de la trilogía de carácter realista Los gozos y las sombras a la confusión entre realidad y fantasía en La saga de J.B, novela de gran imaginación y complejidad.

Tendencias temáticas de la novela reciente

  • La novela de ambientación histórica.
  • La novela de intriga.
  • La creación literaria dentro de la novela.
  • La novela lírica o intimista.
  • Las memorias.
  • La exploración de la realidad.
  • La novela testimonial.

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