Introducción: Contexto Literario Finisecular en España
En este tema abordaremos el estudio del Modernismo y de la Generación del 98, dos movimientos literarios que se desarrollaron en España a finales del siglo XIX y que coinciden con una profunda crisis a todos los niveles (social, económico, político y cultural) en nuestro país.
El Modernismo: Evasión y Esteticismo
Orígenes y Contexto
A finales del siglo XIX, el mundo realista que había triunfado hasta entonces se agota, y con él, el positivismo racionalista. Se busca, por tanto, el irracionalismo y se desechan las explicaciones lógicas. Las herramientas literarias para conseguir ambos objetivos tomarán dos direcciones:
- El refugio en el arte, el refinamiento y la fantasía para huir de la realidad, como ya habían hecho los románticos.
- La demostración del descontento social, presentando de forma crítica la sociedad en que vivían, ridiculizando sus contradicciones y buscando lo “auténtico”.
A los primeros se les llamó modernistas y a los segundos, miembros de la Generación del 98.
El Modernismo viene a ser una réplica que América Latina da a la tradición española y ha de entenderse como un movimiento de autoafirmación. Los jóvenes modernistas quieren distanciarse claramente de la metrópoli y afirmar sus raíces americanas, liberarse del casticismo y rebelarse contra todo aquello que suene a español. El panorama literario del XIX ni les satisfacía ni respondía a los cambios sociales que se iban produciendo. Aparece, entonces, la necesidad de modernizarse. Se sienten desengañados y comienzan a interesarse por estéticas y poéticas en lengua inglesa, italiana y, sobre todo, francesa.
El escritor modernista rechaza la realidad cotidiana e inmediata, y para hacerlo tiene dos alternativas: crear un mundo imaginario o buscar una respuesta en su interior. La primera da lugar a un modernismo más extenso y exótico, mientras la segunda es la respuesta del poeta a su melancolía, sus preocupaciones internas y su angustia, a menudo esta última existencial, debido sobre todo a la influencia de filósofos como Nietzsche o Schopenhauer. De este último heredarán el pesimismo, el desencanto y la falta de creencia religiosa firme.
Características Principales
Estos modernistas también se inspirarán en la tradición romántica, simbolista y parnasiana de la literatura francesa, estadounidense, italiana e inglesa. Otras características de los modernistas serán:
- Búsqueda de la belleza formal (a través de los sentidos) para huir de la realidad, la evocación de la antigüedad cultural, mitos y exotismo, pero también la idea del arte por el arte (el poema ha de ser solo belleza).
- Expresión musical a través de las alusiones a la música y a los colores.
- Decadentismo, que refleja la rebeldía contra una sociedad que exalta el triunfo y lo material.
Autores Destacados
Modernismo Hispanoamericano
Atendiendo al primer grupo de poetas modernistas, los que crean un mundo imaginario, destacamos al nicaragüense Rubén Darío, su iniciador e introductor en España. Fue un poeta sentimental, sensible y sensitivo, colorista y musical. Sus máximas fueron la belleza absoluta y la perfección formal de la obra de arte, lográndolo a través de obras como Azul…, Prosas profanas y otros poemas o Cantos de vida y esperanza. Rubén Darío, al igual que otros modernistas hispanoamericanos como José Martí (Ismaelillo) o José Asunción Silva, se sintió atraído por lo raro, por lo novedoso y por todo aquello que pudiera aportar preciosismo y sensualidad: la India, los imperios asiáticos, la historia antigua o el mundo caballeresco.
En Azul… mezcla cuentos en prosa con algunos poemas; en Prosas profanas, el autor huye de su época para crear un mundo de fantasía poblado por cisnes, lagos, princesas y seres mitológicos; tras Cantos de vida y esperanza, su producción entra en declive.
Modernismo Español
El Modernismo español será más íntimo y menos rotundo que el hispanoamericano (menos ninfas, princesas o cisnes y más poetas solitarios). Destacan en España Antonio Machado (Soledades, galerías y otros poemas) y Juan Ramón Jiménez (Arias tristes, Jardines lejanos, Elegías), entre otros.
La Generación del 98: Crisis y Reflexión sobre España
Contexto y Definición
La mayoría de los escritores españoles, sin embargo, optaron por una mayor implicación e identificación con los problemas que sufría España, surgiendo así la Generación del 98. Estos realizan su producción como respuesta a la crisis sufrida por España, pretendiendo sacarla de su atraso social, económico, político e ideológico. El nombre “Generación del 98” se acuñó en alusión a la fecha de la pérdida de las últimas colonias españolas en ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Unamuno, Azorín y Pío Baroja son considerados como el núcleo básico de la Generación, a los que se unirá Antonio Machado.
Temas y Estilo
Los autores de esta generación cultivaron con preferencia géneros en prosa, pero no exclusivamente. Se centrarán en la búsqueda de las raíces de España, en la descripción de sus tierras (especialmente Castilla) y en la indagación de su pasado histórico y literario. A estos temas se suman los de tipo existencial, como la falta de sentido o ilusión por la vida, la angustia y las preocupaciones religiosas. En cuanto al estilo, tienden a la sencillez expresiva, la sobriedad y la precisión léxica, buscando un lenguaje antirretórico.
Autores Representativos: Antonio Machado
Antonio Machado escribe Soledades, galerías y otros poemas (1907), obra que se vincula a la estética modernista decadente e intimista, utilizando símbolos como la tarde, la fuente y el parque otoñal. Su segundo libro será Campos de Castilla (1912), en el que continúan temas como la soledad, pero donde el lenguaje es más sencillo y se evidencia una preocupación por los paisajes y las gentes de España, reflejo de los lugares en los que ha vivido. Hay poemas más largos y descriptivos, leyendas en prosa y poemas dedicados a su amada esposa Leonor Izquierdo, fallecida prematuramente. En Nuevas canciones y el Cancionero apócrifo se inventa la vida y obra de varios poetas ficticios, como Abel Infanzón o Juan de Mairena, a través de los cuales expone sus reflexiones filosóficas y poéticas.
La Guerra Civil le sorprende en Madrid y su adhesión a la República le pone en peligro, por lo que, gravemente enfermo, huye a Francia, donde morirá en Colliure en 1939.
La obra de Machado evoluciona desde un modernismo intimista hacia temas más profundos y cívicos. Estos temas serán los metafísicos, en concreto la temporalidad del ser humano y la muerte, así como la existencia de Dios; el amor, representado tanto a través de mujeres abstractas como concretas (Leonor o Guiomar); y la preocupación por España.
Conclusión: Legado y Renovación
No obstante, y a pesar de su empeño en sacar a España de la crisis en la que se veía inmersa, los autores de la Generación del 98 no alcanzaron todas sus expectativas regeneracionistas. Sí lograron, sin embargo, revolucionar, junto al Modernismo, el panorama literario de entresiglos. Por ello, pueden ser considerados ambos movimientos precursores de las Vanguardias por su afán de cambio, de renovación y de subjetividad.
Las palabras de Rubén Darío en el prólogo de Prosas Profanas pueden servir para resumir el espíritu de evasión de una parte importante del Modernismo:
“Veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos e imposibles ¡Qué queréis! Yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer”.