Panorama del teatro y la poesía española post-1939

El teatro posterior a 1939

El teatro vanguardista de los años 60

A mediados de los años 60, la relajación de la censura permitió la **tímida aparición** de un teatro renovador próximo a los postulados del **teatro existencialista** y del **absurdo** (sobre todo de origen francés). No obstante, el nuevo teatro español será un **teatro soterrado (o underground)** debido a sus planteamientos **críticos** con la situación en España y a la incorporación de novedades **escénicas** que no fueron **comprendidas ni aceptadas** por el público.

En este sentido, destacan sobre todo dos dramaturgos. Francisco Nieva (1924-2016), quien clasificó su producción teatral en tres grupos: 1) «teatro furioso», con obras que denuncian la represión moral sobre el individuo (Pelo de tormenta), 2) «teatro de farsa y calamidad», con personajes simbólicos y próximos a la realidad esperpéntica (Coronada y el toro, Los españoles bajo hierro), y 3) «teatro de crónica y estampa», con personajes históricos (Sombra y quimera de Larra). Fernando Arrabal (1932) recoge en su «**teatro pánico**» (del dios griego Pan, vinculado a la fiesta y el terror) elementos vanguardistas y absurdos («El pánico es la **crítica de la razón pura**», escribe) en obras como Pic-Nic, Laberinto, El cementerio de automóviles y El triciclo.

Otros autores destacados del teatro de los años 60 son José Ruibal (El hombre y la mosca – sátira **política** sobre la permanencia y el abuso de poder), Luis Riaza (El desván de los machos y el sótano de las hembras), Miguel Romero Esteo (Pontifical – «grotescomaquia» de más de ocho horas de duración) y Antonio Martínez Ballesteros (Farsas contemporáneas).

El teatro de los años 70 y la democracia

En los años 70 serán **grupos de teatro independiente** los que protagonizarán las experiencias escénicas más interesantes, fruto de una **creación colectiva** en la que el texto, si existe, es solo un punto de partida para una visión **crítica** de la realidad. Entre las compañías de teatro, con sus espectáculos más relevantes, destacamos las siguientes: Los Goliardos (La boda de los pequeños burgueses), Els Joglars (Dalí), Els Comediants (Sol soler), Tábano (Castañuela 70), La Cuadra (Onejio), Dagoll Dagom (Antaviana) y Teatro Experimental Independiente (Proceso por la sombra de un burro).

Con la llegada de la **democracia**, surgen las **compañías institucionales** (Centro Dramático Nacional, Compañía Nacional de Teatro Clásico, Centro Andaluz de Teatro).

En cuanto a los autores, citaremos a Antonio Gala (1930), entre cuya producción, que comprende varios subgéneros, destacan Los verdes campos del Edén, Anillos para una dama y Noviembre y un poco de yerba; Ana Diosdado (1938-2015), con su drama generacional Los ochenta son nuestros; Fermín Cabal (1948), que critica los problemas de la sociedad contemporánea en obras como Esta noche, gran velada, Caballito del diablo o ¡Tú estás loco, Briones!; Fernando Fernán Gómez (1921-2007), cuya obra más destacada es Las bicicletas son para el verano (1977), e Ignacio Amestoy (1947), con obras de compromiso **político** (Ederra).

Dos autores fundamentales de nuestro teatro en los años ochenta son José Luis Alonso de Santos (1942), con comedias realistas como La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro, y José Sanchis Sinisterra (1940), con obras comprometidas como ¡Ay, Carmela!, Terror y miseria en el primer franquismo, o Ñaque o de piojos y actores (sobre dos actores del Siglo de Oro).

El teatro actual

El **teatro actual** es **ecléctico**, y aúna el arte de la palabra con los nuevos códigos audiovisuales. Entre la variedad de temas, destacan la defensa de la **libertad individual**, la **denuncia de la sociedad de consumo** y la **violencia contra los más débiles**, o el **desconcierto ante la posmodernidad y la globalización**. Además de autores citados anteriormente, que siguen escribiendo y estrenando con éxito, debemos destacar a otros dramaturgos, algunos plenamente consolidados, como Paloma Pedrero (La llamada de Lauren, Ana el once de marzo), Laila Ripoll (La ciudad sitiada), Angélica Liddell (Tríptico de la aflicción), Juana Escabias (WhatsApp), Gracia Morales (Como si fuera esta noche), Paco Bezerra (El pequeño poni) o Alberto Conejero (La piedra oscura, La geometría del trigo). Sin duda, uno de nuestros dramaturgos actuales más importantes es Juan Mayorga (1965), miembro de la RAE, conjuga **filosofía y drama** en un teatro ecléctico, denso y comprometido que tiene como tema central el **ejercicio del poder**, la **violencia** y las **relaciones humanas**. Destacamos sus obras Cartas de amor a Stalin, El jardín quemado, El chico de la última fila o Reikiavik, Hamelin.

La poesía española desde los años 70

Entre los rasgos generales de la **poesía española desde los años 70** podemos señalar los siguientes: **desorientación** de los poetas y cierto **desencanto**, ausencia de un proyecto estético colectivo después de los **Nueve novísimos poetas españoles** (1970), convivencia de muchas tendencias (**poesía experimental**, **culturalista**, **clasicista**, **metapoesía**, **minimalismo**, **poesía social**), recuperación del interés por lo **íntimo e individual**, búsqueda de un **equilibrio entre tradición y novedad**. Asimismo, en el siglo XXI conviven estilos y generaciones (desde el grupo del 27 hasta nacidos en el nuevo milenio), se observa una gran influencia de los **medios de comunicación**, la **música** y las **redes sociales**. Entre las principales tendencias cabe destacar las siguientes:

Culturalista

Hunde sus raíces en la poesía decimonónica, y predomina hasta principios de los ochenta. Supone una superación del realismo social y del intimismo, y el poema se llena de **referencias culturales**, análogas a los sentimientos expresados por el **yo lírico**. Evoluciona a un **culturalismo humanizado**, **íntimo**, **culto y popular**, con erotismo o **ironía**. Entre sus principales autores cabe citar a Antonio Colinas (Sepulcro en Tarquinia), Luis Antonio de Villena (Hymnica), Antonio Carvajal (Diapasón de Epicuro), Guillermo Carnero (Música para fuegos de artificio), Ana Rossetti (Los devaneos de Erato), Aurora Luque (Carpe noctem).

Poesía de la experiencia

Sus referentes son los poetas españoles de los sesenta y anteriores (Otero, Alberti, Machado). Se trata de una **poesía actual** y dirigida al **hombre de la calle**, con temas **cotidianos**: vida urbana, bares, nuevas formas de amar. El **yo lírico** es un ser cercano que cuenta sus vivencias de forma directa, con **claridad y sobriedad expresivas** (lenguaje común y jergal a veces). Usa estrofas y versos tradicionales. Sus principales autores son Luis García Montero (Habitaciones separadas), Javier Egea (Paseo de los tristes), Carlos Marzal (El último de la fiesta), Felipe Benítez Reyes (Ya la sombra), Vicente Gallego (La plata de los días).

Poesía neovanguardista

Nace a finales de los sesenta como un intento de trascender los límites de la poesía, que se **mezcla** con otras artes (pintura, música, **fotografía**). Recibe la influencia de las **primeras vanguardias**, y busca **sorprender al lector**. Podemos citar a Joan Brossa (Poemas visuales), Juan Eduardo Cirlot (Variaciones fonovisuales), Felipe Boso (Poemas concretos), Ignacio Gómez de Liaño (Poesía experimental), Francisco Pino (15 poemas fotografiados).

Poesía minimalista o conceptual

Sigue la «**retórica del silencio**» de Valente. Es una **poesía esencial y conceptual**, con una expresión en ocasiones **hermética**. Autores representativos de esta tendencia son Olvido García Valdés (Lo solo del animal), Amparo Amorós (Las moradas) y Andrés Sánchez Robayna (Palmas sobre la losa fría).

Poesía de compromiso civil o social

Recibe influencias de los **poetas sociales**, con incorporación de nuevas técnicas y vanguardias. Establece una **comunicación directa y sencilla** con el lector. Podemos citar a Fernando Beltrán (El hombre de la calle), Jorge Riechmann (Poesía desabrigada) e Isabel Pérez Montalbán (El frío proletario).

Poesía de la contemplación y el conocimiento

Relacionada con la **poesía de Claudio Rodríguez**, entiende la obra poética como **indagación de la relación entre el hombre y la naturaleza** y como **vía de conocimiento**. Autores representativos de esta tendencia son Mario Mínguez (El cazador), Miguel Ángel Velasco (La miel salvaje) y Jesús Aguado (Los amores imposibles).

Poesía 2.0

Es la **poesía de las generaciones actuales**, **breve e inmediata**. En ella conviven distintas tendencias sin referentes literarios claros. Por lo general, se transmite y difunde en **redes sociales**, y manifiesta una **crítica social**, **inconformismo** y **desencanto**. Reflejan el **aislamiento del individuo**, el deseo de cambiar el mundo por otro más justo (**poesía sentida**). Es interesante la relación establecida con la **música**. Destacamos a Defreds (Incondicional), Elvira Sastre (Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo), Luna Miguel (Estar enfermo).

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