El Teatro Social y su Impacto
El teatro social encuentra en Antonio Buero Vallejo a su dramaturgo más importante. Historias de una escalera (1949) pretendía concienciar sobre la trágica situación presidida por el dolor y la incertidumbre del ser humano, sin autoengaños. Sus obras adoptan un tono crítico mediante el análisis de la realidad española de la época, caracterizada por la miseria, la ignorancia, la corrupción moral y la falta de libertad.
Estrategias Dramáticas
- El uso de personajes históricos
- Los efectos de inmersión, que sitúan al espectador en el lugar de los personajes. Por ejemplo, en En la ardiente oscuridad los protagonistas son ciegos.
Otros Dramaturgos Relevantes
Durante los años 50 en España, predomina un teatro realista y de denuncia social. Aquí destacan:
- Alfonso Sastre: Escuadra hacia la muerte
- Lauro Olmo: La camisa
El Teatro Experimental
El teatro experimental, representado por Fernando Arrabal, nace en los años 60 como respuesta al teatro social (Pic-Nic, El triciclo, El cementerio de automóviles). Sus características son:
- No pretende dar un testimonio fiel de la realidad de la época, sino que construye parábolas o alegorías sobre la condición humana que es importante interpretar.
- No es un teatro realista, sino simbólico, con signos no verbales, diálogos poéticos y absurdos.
- Es un teatro provocador, en el que se representan el sexo, la violencia o la locura.
El Teatro desde 1976
- Las bicicletas son para el verano (1977), de Fernando Fernán Gómez: Muestra los problemas (hambre, frío, bombardeos…) que sufre una familia de clase media en Madrid durante la Guerra Civil.
- Bajarse al moro (1985), de José Luis Alonso de Santos: Obra realista con crítica social. Ambientada en el Madrid de la Transición. Habla del mundo de la droga con un tono de comedia.
- ¡Ay, Carmela! (1987), de José Sanchis Sinisterra: Carmela y Paulino, dos actores, actúan por error ante soldados franquistas durante la Guerra Civil.
Miguel Hernández: Poeta de la Generación del 27
Miguel Hernández es considerado el epígono de la Generación del 27. Su poesía destaca por su fértil imaginación metafórica y un tono enérgico y apasionado, logrando una síntesis perfecta de vanguardia y tradición. Su poesía se divide en dos etapas: la de antes y después de la Guerra Civil.
Vida y Trayectoria
Nació en Orihuela en 1910 en una familia humilde que se dedicaba al tratado de ganado. Su padre prefería que Miguel mantuviese el trabajo familiar, pero él prefería la literatura y la poesía. La mayoría de su formación fue autodidacta, pero gracias al párroco de su ciudad pudo conseguir una beca para estudiar en el colegio San Domingo. Sin embargo, solo pudo estudiar hasta el bachillerato, ya que su padre insistió en que trabajase en el negocio familiar. En su primer viaje a Madrid conoció a Lorca, del cual era gran admirador, y prometió que le enviaría una copia de su primer poemario, Perito en lunas, influenciado por un estilo barroco y gongorino (su nombre proviene de que él escribía por la noche gracias a la luz de la luna para que su padre no le pillase). Fue una obra muy compleja y difícil de leer. Durante sus viajes a la capital, Miguel estableció amistades con escritores como Aleixandre y Neruda, que influenciaron su evolución hacia una poesía más comprometida y humana. Su relación con Josefina Manresa marcó profundamente su obra. Aquí destacaría El rayo que no cesa. Al estallar la guerra, se alistó en el bando republicano y participó activamente como poeta y comisario cultural. Durante este periodo escribió obras como Viento del pueblo y El hombre acecha, que reflejan su compromiso psicosocial. Tras la guerra fue detenido y sentenciado a muerte (pero la pena se redujo a 30 años). Murió por tuberculosis en 1942 y su obra más representativa fue Cancionero y romancero de ausencias, donde reflejaba su dolor y esperanzas.
La Poesía de Posguerra
Tras la Guerra Civil se pueden diferenciar dos corrientes poéticas: la desarraigada y la arraigada.
La Poesía Arraigada
Se refiere a los poetas que eran afines a la dictadura, que recuperan temas como el amor, la fe católica, el paisaje o la patria con un estilo sobrio utilizando métricas clásicas, para mostrar una visión serena y armónica del mundo. A esta corriente pertenecen: Jose Garcia Nieto, Leopoldo Panero, Luis Rosales, Dionisio Ridruejo y Luis Felipe Vivanco.
La Poesía Desarraigada
En este grupo estarían los poetas que no estaban de acuerdo con el régimen franquista que seguían en España, donde destacaría Dámaso Alonso. Su estilo evolucionó tras la guerra, siendo Hijos de la ira e Insomnio sus obras más importantes, donde reflexiona sobre cómo la condición humana está influenciada por la injusticia, la miseria material y moral y el odio. Esta corriente se caracteriza por una profunda angustia debida a una percepción de la realidad como un caos y la existencia humana como un sinsentido abandonada por Dios, teniendo un tono dramático y un lenguaje directo y desgarrador. En cuanto a los que se exiliaron durante o después de la guerra, sus temas más utilizados fueron la derrota, la nostalgia de la patria perdida, el anhelo de regreso que evolucionaron a temas sociales y de combate. Destacando a Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y León Felipe.
La Poesía Social
Corriente que nació en España en los años 50 y duró hasta principios de los 60. Caracterizada por un realismo testimonial que considera la poesía como una herramienta de transformación social, mediante la cual salía la ideología de izquierda de algunos autores en temas como la situación de España, la injusticia y el anhelo de paz y libertad, en un tono normalmente pesimista. La poesía perdió toda literalidad para ser utilizada para dar un mensaje. Las obras más importantes son Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel Celaya. “La poesía es un arma cargada de futuro“.
La Generación de los 1950 o de Mitad de Siglo
Durante el principio de los 60 se publicaron dos antologías que dieron paso a un nuevo tipo de poesía: Veinte años de poesía española y Poesía última, autores jóvenes que abandonaron el tono épico de la poesía social. Aunque tienen diferentes estilos, comparten algunas características, como el enfoque humanista (poesía de la experiencia) y la búsqueda de un lenguaje personal para manifestar su conciencia y emoción. Destacan Jose Hierro con Tierra sin nosotros, Alegría, Cuanto se de mi, Cuaderno de Nueva York… y Ángel González, en su estilo destacan la ironía y el juego de palabras.
Los Novísimos/La Generación del 68
Su poesía se difundió en antologías del momento, como Nueve novísimos poetas españoles. Sus características son:
- El rechazo del realismo social
- La multiplicidad e influencias
- Tono refinado y artificioso
- Culturalismo: Abundancia de referencias artísticas
- Esteticismo y erotismo