Exploración Temática en La Casa de Bernarda Alba
La obra cumbre de Federico García Lorca, La Casa de Bernarda Alba, se articula en torno a una serie de temas profundos que reflejan la sociedad de su tiempo y la condición humana. A continuación, se detallan los ejes temáticos principales y secundarios que vertebran esta tragedia.
Temas Principales
La Lucha entre Autoritarismo y Libertad
El tema principal de La Casa de Bernarda Alba es la lucha encarnizada entre el autoritarismo del personaje de Bernarda y el deseo de libertad de sus hijas. Bernarda impone los principios de una moral tradicional llevada al extremo, reprimiendo cualquier postura discrepante. Un claro ejemplo es el luto riguroso al que condena a sus hijas durante ocho años.
La posición de poder de Bernarda se basa en su condición de «cabeza de familia» tras la muerte de su segundo marido, su elevada posición social que le permite dominar a las criadas, y su carácter fuerte y déspota que desde siempre ha impuesto su voluntad. El bastón con el que impone silencio es el símbolo tangible de su poder opresivo.
Ante esta tiranía, la reacción de los personajes cambia desde la sumisión inicial hacia la rebeldía. Las criadas, aunque detestan a Bernarda, no se atreven a enfrentarse a ella porque trabajan para ella y se limitan a callar y obedecer, con la notable excepción de Adela. Adela se enfrenta directamente a lo que su madre impone. Esta reacción posee una doble dimensión: una secreta, que oculta su relación ilícita con Pepe el Romano, y otra exterior, manifestada en el uso del abanico de flores y el vestido verde en lugar del luto negro.
Su inquebrantable deseo de libertad, al final de la obra, la enfrenta directamente con su madre, rompiendo el símbolo de autoridad: el bastón. Esta rebeldía, sin embargo, acabará trágicamente con el suicidio de Adela, al creer erróneamente que Pepe el Romano ha muerto. La frustración, un tema recurrente en el teatro de Lorca, evidencia la imposibilidad de alcanzar la libertad frente al autoritarismo; cualquier intento de subversión terminará en fracaso o muerte.
La Moral Tradicional y la Conducta Sexual
Otro tema central es el de la moral tradicional, en la que la conducta sexual adquiere gran importancia. Esta moral determina lo que está bien o mal, y según sus preceptos se juzgan las acciones. Por ello, se critica severamente a todo aquel que se desvíe de lo establecido. La sociedad ejerce una presión asfixiante, guiada por esta moral.
Bernarda desea que sus hijas sigan la moral del pueblo para que su conducta sea irreprochable y evitar las habladurías, llegando a extremos irracionales como el encierro por luto.
Temas Secundarios
La Hipocresía y el Miedo al Qué Dirán
La hipocresía y el miedo al qué dirán son temas secundarios cruciales, de los que surge un mundo de apariencias que ocultan la realidad para evitar la crítica social. Mantener esta fachada es más importante que la propia realidad.
La hipocresía se manifiesta como una forma de convivir y relacionarse socialmente. Los personajes que se detestan, crean una apariencia cordial que en el fondo es falsa. Otro aspecto de la hipocresía es su interiorización: Bernarda detesta los chismorreos de sus vecinas, pero no duda en mandar a Poncia a enterarse de lo que sucede fuera.
La Honra
La honra forma parte intrínseca de la moral tradicional, en la que el comportamiento sexual es crucial. La mujer debía llegar virgen al matrimonio y ser fiel si no querían ser condenadas socialmente. Por eso, Bernarda recela de cualquier contacto con los hombres; incluso en la iglesia, solo se debe mirar al oficiante.
El caso de la hija de la Librada muestra hasta el extremo que se puede llegar: la joven tiene un hijo sin estar casada y, para ocultar su vergüenza, mata al niño, lo esconde y es linchada por el pueblo.
La Posición de la Mujer en la Sociedad
La obra presenta dos modelos de comportamiento femenino:
- Las mujeres que no siguen los principios de la moral tradicional (ejemplo: Paca la Roseta).
- Las mujeres «decentes», sometidas al varón y que sufren una fuerte represión.
La desigualdad con el hombre es patente. A la mujer se le impone el recato y la virginidad, y se limitan sus acciones, mientras que el hombre es libre para actuar a su antojo.
Diferencias Sociales y el Orgullo de Casta
Las diferencias entre clases sociales son patentes a lo largo de toda la obra y se relacionan directamente con los valores tradicionales. Bernarda pertenece a una clase rural acomodada y es consciente de su superioridad social. Ese orgullo de casta de Bernarda contribuye al aislamiento de sus hijas, pues considera que ningún hombre está a su altura. Su clase social también afecta a su trato con la servidumbre, pues, a pesar de que Poncia lleva muchos años a su servicio, para ella solo es una empleada.
El Amor Sensual
La represión en la que viven las hermanas, donde Pepe el Romano es el único hombre que puede visitarlas, provoca que se desate una pasión amorosa que terminará trágicamente. Aunque es el novio de Angustias, Martirio y Adela también lo aman. Adela es correspondida por Pepe y mostrará un amor sensual que romperá las barreras impuestas.
Odio y Envidia
El odio y la envidia son sentimientos negativos que predominan a causa de la continua frustración que viven los personajes. Estos sentimientos se intensifican en el espacio cerrado de la casa. Bernarda despierta odio en las vecinas y criadas, mientras que entre las hijas surge la envidia (especialmente entre Angustias y Adela). Los celos y la envidia se convierten en sentimientos incontrolables. Esto genera un odio que lleva a Martirio a denunciar las relaciones de su hermana y a engañarla diciendo que Pepe ha muerto.
Conclusión
El enfrentamiento entre una moral autoritaria y el deseo de libertad es el pilar fundamental de La Casa de Bernarda Alba. Los temas secundarios, a su vez, completan la profunda visión dramática de Lorca. Su manifestación es variada a través de los diálogos y las escenas, y su imbricación da cuenta de la profunda dimensión humana y estética de la obra lorquiana.