Generación del 98 y Novela del Siglo XX en España: Autores, Temas y Evolución

La Generación del 98: Un Análisis Profundo

La Generación del 98 debe su nombre al llamado “desastre del 98”. La decadencia del país y el desastre motivan a que estos autores analicen el problema de España: las causas de sus males, las posibles soluciones. Inicialmente se formó por el llamado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu). Entre los integrantes más significativos de este grupo podemos citar a Miguel de Unamuno, Azorín, Antonio Machado, Pío Baroja, Valle-Inclán y el filólogo Ramón Menéndez Pidal, que se caracterizan porque incorporan a su obra una reflexión sobre la esencia de España basada en su tradición histórica y cultural. La principal fuente de inspiración es Castilla, a la que ellos consideran el corazón de la identidad hispana.

Rasgos Principales de la Generación del 98

Sus rasgos principales son:

  1. Denuncia de los males de España: el caciquismo, el hambre y la ignorancia…
  2. El dolor de España y Castilla como profundo símbolo de patriotismo casticista.
  3. Renovación estética o del estilo mediante:
  • El subjetivismo o antirrealismo: se persigue la expresión de la realidad interior.
  • Concepción totalizadora: la novela es un género multiforme, en el que tienen cabida la reflexión filosófica, el ensayo, el lirismo… (Azorín habla de ‘novela permeable’).
  • Sencillo y claro (antirretoricismo), pero con fuerza expresiva, precisión léxica y subjetividad…

Temas Centrales

Temas:

  • España: A través del paisaje (sobre todo Castilla), las personas que lo habitan (que conforman la intrahistoria, según Unamuno).
  • El sentido de la vida y la existencia: Les lleva a abordar aspectos como el tiempo o las relaciones del hombre con Dios.

Autores Destacados

Rubén Darío (1867-1916)

Figura más representativa del Modernismo. Nacido en Nicaragua, estuvo varias veces en España, donde entabló una fecunda amistad con los grandes del momento -Machado, Unamuno… El Modernismo español se inicia con la publicación de Azul en 1888. No obstante, es Prosas profanas la culminación del Modernismo más exuberante. En Cantos de vida y esperanza evoluciona hacia una intimista y reflexiva, en la que plantea temas trascendentes, como el sentido de la vida. Aborda cuestiones de naturaleza social e histórica.

Miguel de Unamuno (1864-1936)

Unamuno acuñó el término “nivolas”. Unamuno se sirvió de la novela para dejar testimonio de su intimidad agónica, para la reflexión sobre sus ideas obsesivas sobre la religión, la vida, la muerte y la propia conciencia. Para ello interviene en el relato, dialoga con sus personajes, los convierte en símbolos, interpela al lector… Los temas de sus novelas son:

  • La decadencia de España
  • El tiempo y la muerte
  • La vida como agonía

En 1914 publica la que, sin duda, es su mejor novela: Niebla. Lo que más sorprende al lector de esta obra es la utilización del conocido juego vida-literatura: Augusto Pérez, el protagonista de la novela, se enfrenta con su creador en un ambiente de confusión entre lo que es verdad y lo que es ficción. Unamuno también se sintió atraído por el tema de la lucha entre hermanos, por la historia bíblica de Caín y Abel. Este motivo fratricida sirve de base a su novela Abel Sánchez (1917). Tras La tía Tula (1921), Unamuno publica San Manuel Bueno, mártir (1930). En esta obra cuenta la historia de un cura de pueblo que ha perdido la fe, pero que aparenta tenerla para que sus feligreses mantengan intactas sus creencias religiosas. De sus ensayos, destacan: En torno al casticismo (1895) en donde explora el concepto de intrahistoria, y Del sentimiento trágico de la vida (1913). Unamuno acuñó el concepto de intrahistoria, es decir, la historia del pueblo, de las personas que trabajan día a día, la de los hechos cotidianos, la del trabajo, que entre otros libros aparece reflejada en la Vida de Don Quijote y Sancho.

La Novela Novecentista (Generación del 14)

Destacaremos a los escritores que introducen novedades importantes en el tratamiento de las novelas. Y entre ellos los principales serán Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró. Gran influencia tendrá la figura de Ramón Gómez de la Serna, pero más en el terreno de la poesía. Todos estos autores suponen una superación de los patrones o esquemas narrativos anteriores.

Características de la Novela Novecentista

  1. Sólida formación académica: son universitarios.
  2. Arte puro: Huida del sentimentalismo.
  3. Cosmopolitismo: Preferencia por la vida en la ciudad.
  4. Preocupación por el lenguaje y la forma.

Gabriel Miró

Destacan sus obras Nuestro Padre San Daniel (1921), y El obispo leproso (1926).

Ramón Pérez de Ayala (1888-1962)

Sus primeras cuatro novelas, Tinieblas en las cumbres (1907), A.M.D.G (1910), La pata de la raposa (1912). En los años veinte escribe novelas intelectuales: Belarmino y Apolonio (1921).

Ramón Gómez de la Serna

La base de su producción literaria es la greguería, frase o apunte breve que encierra una pirueta verbal o una metáfora insólita: «Humorismo + Metáfora = Greguería». Como novelista, Ramón rompe los moldes del género. En sus obras cabe de todo. La más famosa es El torero Caracho (1927) distorsiona la visión de la fiesta de los toros. Otra, La viuda blanca y negra.

El Ensayo Novecentista

En cuanto al ensayo, el novecentismo contó con autores como:

  • José Ortega y Gasset: Gran difusor de las preocupaciones novecentistas. Fundó la revista España y Revista de Occidente. Sus temas principales son: la regeneración de España, destaca su obra España invertebrada y La rebelión de las masas. Otro tema suyo es el nuevo arte puro, donde destaca su obra La deshumanización del arte.
  • Eugenio D ́Ors: Gran impulsor de las novedades estéticas e ideólogo del noucentisme. Destaca su obra Glosari.

La Novela Poemática

No se trata de novela «poética», ni de novela «lírica». Poemática sería la novela que tiende a integrar un conjunto de las virtudes del texto poético por excelencia: el texto en verso, espacio íntimo, tiempo rítmico, acción como vehículo de conocimiento, exploración de las fronteras entre lo perceptible y lo oculto, personajes insondables, narrador omnímodo y un lenguaje que más que decir lo visto canta lo soñado.

Autores de la Novela Poemática

Autores: Juan Benet y, por tanto, su obra maestra: Saúl ante Samuel; Caballero Bonald con Ágata ojo de gato; Miguel Espinosa con Escuela de mandarines; Juan García Hortelano con Los vaqueros en el pozo; y La comunión de los atletas de Molina Foix.

La Novela Histórica

En este género se engloban diferentes textos que sitúan la acción en el pasado. Los acontecimientos históricos sirven para la reflexión sobre los problemas universales y para hacer una revisión crítica de la época. En ocasiones adoptan una perspectiva irónica y desmitificadora como en Fabulosas narraciones por historias, de Antonio Orejudo o Las máscaras del héroe, de Juan Manuel de Prada. Estos relatos han sido, sin duda, los de mayor éxito editorial desde los años ochenta hasta nuestros días.

Obras Destacadas de la Novela Histórica

Destacan: El húsar y El capitán Alatriste, de Pérez Reverte; Mansura, de Félix de Azúa; La vieja sirena, de José Luis Sampedro; o Roma soy yo, de Santiago Posteguillo. Además, la Guerra Civil española y la posguerra han sido el marco de muchos relatos. Destacan los títulos: Beatus Ille, de Antonio Muñoz Molina; Soldados de Salamina, de Javier Cercas; Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez y Almudena Grandes con Episodios de una guerra interminable.

Carmen Martín Gaite: Etapas Creativas

De las etapas de Carmen Martín Gaite debemos destacar:

  1. Primera etapa (hasta 1970): Realismo e introspección. La tendencia realista de los 50 muestra el contexto circundante a través de un narrador testigo que media la denuncia o juzga ante el lector, que terminará extrapolando sus propias conclusiones. Este realismo testimonial, combinado con voluntad de introspección, muestra al individuo preocupado socialmente frente a la existencia rutinaria.

  2. Segunda etapa (1970-1990): La búsqueda del interlocutor. Esta narrativa se encamina hacia la búsqueda interior de la propia experiencia, recurriendo a la memoria personal o a la histórica para revisar el pasado inmediato. Las obras de este periodo plantean la necesidad de un interlocutor (por eso combina el diálogo y el monólogo) y reivindican la importancia del lenguaje como medio de comunicación que salve al individuo de sus terrores y aislamiento. En esta época se incluye El cuarto de atrás.

  3. Tercera etapa (a partir de 1990): Del cuento maravilloso a la escritura del yo. Resulta la más productiva y la más reconocida por los lectores. En sus novelas reivindica el poder de la fantasía y lo maravilloso en el ser humano, la necesidad de reconocernos y complementarnos en el otro en la sociedad posmoderna. Aparecen otras obras en las que los protagonistas indagan en la construcción de su identidad mediante un tono confesional e intimista.

La memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, en la que se encuadran grandes novelistas como Rosa Montero, con Te trataré como a una reina, que supone una defensa de la condición femenina, y Luis Mateo Díez, con La fuente de la edad, en donde critica de forma lírica y humorística la vida provinciana. Otros autores destacables son Rafael Chirbes con En la orilla; y Fernando Aramburu, Patria. En algunos casos estas obras son claramente representativas de la generación que pasó del compromiso político en los sesenta al desencanto de los ochenta y la decepción política por el rumbo que tomaba la joven democracia española.

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