Exploración de la Literatura Española: Movimientos, Autores y Obras Esenciales

I. Obras Literarias Clave: Comentarios y Temas

El árbol de la ciencia – Pío Baroja

  1. Sentido del título y su debate
    El título alude al árbol bíblico del conocimiento del bien y del mal, cuya sabiduría conlleva sufrimiento. Se debate en la cuarta parte («Inquisiciones»), cuando Andrés conversa con su tío Iturrioz en la azotea tras la muerte de Luisito. Ambos reflexionan sobre el sentido de la vida, la ciencia y la felicidad.

  2. ¿Quién es Luisito?
    Luisito es el hermano pequeño de Andrés. Su muerte marca un punto de inflexión emocional y existencial en el protagonista, agudizando su escepticismo ante la ciencia y su visión pesimista de la vida.

  3. Descripción de Iturrioz
    Iturrioz es el tío materno de Andrés, profesor universitario. Es un personaje clave que introduce el pensamiento vitalista y discute con Andrés sobre filosofía, ciencia y el sentido de la existencia.

  4. Relación entre Andrés e Iturrioz y sus aportaciones filosóficas
    Mantienen un diálogo constante que contrapone el racionalismo de Andrés (influido por el positivismo y Schopenhauer) y el vitalismo escéptico de Iturrioz (más cercano a Nietzsche). Ambos representan posturas críticas del pensamiento moderno, aunque Andrés termina cayendo en la desesperanza.

  5. Dos posturas críticas de Baroja
    Baroja critica la pobreza del sistema educativo español y el atraso científico. También fustiga la hipocresía social y el caciquismo político que domina tanto el mundo rural como la ciudad.

  6. ¿Quién es Lulú y qué papel juega?
    Lulú es la esposa de Andrés. Su relación representa la búsqueda de afecto y sentido en medio del absurdo. El matrimonio con ella parece traer una paz momentánea, pero su muerte y la del hijo conducen a Andrés al suicidio, culminando su desesperanza.

  7. Fermín Ibarra y la situación de la investigación
    Fermín Ibarra es un investigador frustrado por la falta de apoyo institucional. Representa la miseria intelectual del país: sin recursos ni reconocimiento, la ciencia en España aparece como un esfuerzo estéril.

  8. Función de Luisito y el doctor Sánchez
    Luisito simboliza la inocencia truncada y su muerte ahonda la crisis existencial de Andrés. El doctor Sánchez, médico de pueblo, representa la ignorancia y el atraso profesional, contraste con el ideal ético de Andrés.

  9. Dos temas tratados desde la crítica
    La descomposición social y la falta de ética en la medicina; la imposibilidad de encontrar sentido a la vida a través de la ciencia o la religión.

  10. Dos rasgos de Andrés Hurtado
    Es profundamente introspectivo y pesimista. Además, se muestra ético, sensible a la injusticia social, aunque incapaz de actuar con decisión.

  11. Comparación entre Andrés y otros médicos
    Andrés destaca por su sentido del deber y humanidad, frente a colegas mediocres, desinteresados o corruptos, como el doctor Sánchez.

  12. Dos trabajos desempeñados por Andrés
    Tras volver de Alcolea, trabaja como médico forense y más tarde en un hospital. Ambos empleos muestran su desencanto creciente y la corrupción de las instituciones.

  13. Estructura y rasgo generacional
    Siete partes de extensión desigual con una organización simétrica. El rasgo del 98 más notable es el pesimismo existencial y la preocupación por España.

  14. Dos rasgos de la narrativa de Baroja
    Formalmente destaca la novela abierta, fragmentaria y libre. Temáticamente sobresale el tono existencialista, la crítica social y el cuestionamiento filosófico de la vida.

El cuarto de atrás – Carmen Martín Gaite

  1. Papel de la memoria y relación con el título
    La memoria es el motor de la obra: recuperar lo vivido mediante recuerdos, sensaciones e imaginación. El título hace referencia a un espacio físico de la infancia que se transforma en símbolo de ese archivo oculto del pasado personal.

  2. ¿Es autobiográfica o fantástica?
    Es ambas cosas: parte de la experiencia personal de la autora, pero se mezcla con lo fantástico a través del diálogo con el misterioso hombre de negro, lo que convierte la obra en una metanovela.

  3. Protagonistas y sentido de la obra
    La narradora-escritora y el hombre de negro son los protagonistas. A través de su diálogo, la autora evoca la represión del franquismo y el renacer de la libertad tras la muerte de Franco.

  4. ¿Qué representa Bergai?
    Bergai es una palabra inventada por la narradora y su amiga de la infancia para nombrar un lugar ideal, imaginario. Es símbolo del deseo de evasión, un refugio frente a la realidad opresiva.

  5. Función de las digresiones y ejemplo
    Las digresiones permiten escapar de la narración lineal y explorar recuerdos, emociones y reflexiones. Un ejemplo es cuando recuerda la película Rebeca, conectando el miedo con su infancia.

  6. El hombre de negro y el hombre descalzo
    El primero es un interlocutor misterioso, símbolo de la conciencia o del pasado que hace posible el recuerdo. El segundo, una figura onírica que aparece brevemente, representa el dolor reprimido y la fragilidad.

  7. Cesta de costura y técnicas narrativas
    La cesta simboliza el taller narrativo: entretejer recuerdos como hilos. Narrativamente, predomina la estructura no lineal, el uso de analepsis, monólogos y el diálogo con un narratario (el hombre de negro).

  8. Episodio de la cucaracha y relación con el orden
    La cucaracha representa el miedo oculto y la repulsión. La obsesión de la narradora con la limpieza refleja su intento de controlar un mundo inestable y desordenado.

  9. Un aspecto realista y otro fantástico
    Realista: la vida durante el franquismo. Fantástico: la aparición del hombre de negro y el modo en que el recuerdo se activa mediante objetos mágicos como la cajita dorada.

  10. Un rasgo narrativo y relato de un viaje
    Martín Gaite combina diálogo y monólogo con un lenguaje cuidado. Un episodio viajero es el recuerdo de un congreso literario, donde la protagonista reflexiona sobre el papel de la mujer intelectual.

  11. Importancia del lector y técnicas narrativas
    Usa múltiples narradores (yo del presente y del pasado), incluye al narratario como personaje (el hombre de negro) y juega con el lector al romper la linealidad.

  12. La mujer del teléfono
    Es una figura ambigua que conecta con la realidad. Representa la intrusión del mundo exterior y marca transiciones entre lo real y lo fantástico.

  13. Significado del título y símbolo del espejo
    El título remite al lugar de los juegos infantiles y a la memoria. El espejo simboliza la reflexión sobre el pasado y la identidad, disparador de recuerdos.

  14. ¿Qué es Cúnigan y cuándo aparece?
    Cúnigan es un personaje ficticio creado por la narradora en su infancia. Aparece como parte de su mundo imaginario, mostrando cómo la escritura es refugio y juego.

La casa de Bernarda Alba – Federico García Lorca

  1. Reacción de Adela en actos II y III
    En el acto II, desafía indirectamente a su madre con frases ambiguas. En el acto III, se rebela abiertamente y al creer muerto a Pepe, se suicida, afirmando su derecho a la libertad y al amor.

  2. Cuatro personajes descritos
    Bernarda: autoritaria, obsesionada con el honor. Adela: joven, vitalista y rebelde. Martirio: resentida y celosa, provoca la tragedia. La Poncia: criada observadora, conoce todos los secretos.

  3. Etapa del teatro de Lorca y marginación femenina
    Pertenece a su etapa de plenitud trágica. La marginación se ve en la reclusión forzada de las hijas y la exigencia de pureza moral que no se impone a los hombres.

  4. Estructura cíclica y símbolo del bastón
    La obra empieza y termina con la palabra “silencio”, símbolo del autoritarismo. El bastón de Bernarda representa el poder despótico; Adela lo rompe antes de suicidarse como acto de rebelión.

  5. Dos rasgos del teatro de Lorca en esta obra
    Temáticamente: la lucha entre deseo y represión. Formalmente: uso del simbolismo (agua, calor, colores, bastón, luna…).

  6. Represión del deseo en dos escenas
    En el acto II, Adela defiende su libertad sexual. En el acto III, Martirio delata a Adela por celos, mostrando cómo el deseo reprimido puede generar violencia y destrucción.

  7. Sentido simbólico del agua y rasgo formal
    El agua estancada (pozos) simboliza muerte y represión. Formalmente, Lorca combina poesía con diálogo directo, creando un lenguaje teatral poético y dramático.

II. El Teatro Español: Evolución y Tendencias

El Teatro desde Principios del Siglo XX hasta 1939

Continuador del siglo XIX, el teatro de principios del siglo XX estuvo dominado por tres grandes tendencias: la comedia burguesa, el teatro cómico y el teatro poético.

1. Teatro Comercial (el que triunfa)

La comedia burguesa, representada por Jacinto Benavente (Premio Nobel en 1922), reflejaba con ironía suave los valores y conflictos de la clase media (amores frustrados, hipocresía, etc.), como en Los intereses creados. El teatro cómico buscaba el entretenimiento fácil. Destacó Carlos Arniches con su “tragedia grotesca” (La señorita de Trevélez), Muñoz Seca con el astracán y humor absurdo (La venganza de Don Mendo), y los hermanos Álvarez Quintero con comedias andaluzas ligeras. El teatro poético, de herencia romántica y modernista, exaltaba el pasado nacional, como en En Flandes se ha puesto el sol de Eduardo Marquina o La Lola se va a los puertos de los hermanos Machado.

2. Teatro de Innovación (minorías)

Frente al teatro dominante, Valle-Inclán apuesta por nuevas formas dramáticas, rechazadas por el gran público. Valle-Inclán es clave con su evolución hacia el esperpento, una deformación exagerada de la realidad con intención crítica. Su obra se divide en ciclos: mítico (Divinas palabras), farsa (La marquesa Rosalinda) y esperpéntico (Luces de Bohemia, Martes de carnaval), donde denuncia la decadencia moral y política de España. Su técnica influye en el teatro posterior por su enfoque crítico y rompedor.

3. Generación del 27

Aunque centrados en la poesía, algunos autores como Alberti o Salinas escriben teatro, pero el más importante es Federico García Lorca, quien intentó acercar el teatro al pueblo mediante giras educativas como las de “La Barraca”. Su obra se agrupa en varias líneas: farsas (La zapatera prodigiosa), piezas surrealistas e irrepresentables (El público, Así que pasen cinco años), dramas históricos o líricos (Doña Rosita la soltera, Mariana Pineda), y sus tragedias rurales más conocidas: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba, donde combina simbolismo, crítica social y lenguaje poético para mostrar la opresión, la pasión frustrada o el peso de las normas.

El Teatro desde 1939 hasta Nuestros Días

1. De 1939 a 1975

A. Teatro del Exilio

Autores como Pedro Salinas, Rafael Alberti, Max Aub y Alejandro Casona escriben fuera de España. Sus obras reflejan la nostalgia, la crítica política y el deseo de libertad. Destacan La dama del Alba (Casona) y De un tiempo a esta parte (Aub).

B. Teatro en España
  • Alta comedia (1939–1955): teatro burgués, conservador y evasivo. Ej.: Calvo Sotelo, Neville.

  • Teatro cómico:

    • Jardiel Poncela: humor absurdo e inverosímil. Ej.: Cuatro corazones con freno…

    • Miguel Mihura: humor más sofisticado y crítica social. Ej.: Tres sombreros de copa

C. Teatro Existencial y Comprometido

Autores que plantean conflictos humanos y sociales:

  • Antonio Buero Vallejo: realismo con símbolos. Historia de una escalera, En la ardiente oscuridad.

  • Alfonso Sastre: teatro revolucionario. Escuadra hacia la muerte.

D. Teatro Social (1955–70)

Crítica directa a los problemas sociales. Ej.: La camisa (Lauro Olmo), El tintero (Carlos Muñiz).

E. Teatro Vanguardista

A finales de los 60 surge un teatro más experimental: Fernando Arrabal mezcla lo absurdo con provocación. Ej.: Pic-Nic. Aparecen grupos independientes como Els Joglars.

2. El Teatro desde 1975 hasta la Actualidad

2.1. Contexto General

Fin de la censura con la llegada de la democracia. Proliferación de festivales, salas alternativas y compañías independientes. Recuperación de autores silenciados o exiliados. Aparición de nuevos dramaturgos y nuevas formas de entender el hecho teatral.

2.2. Principales Tendencias
A. Teatro de Análisis Histórico

Recupera la memoria histórica de conflictos como la Guerra Civil o el franquismo. Ejemplos: ¡Ay, Carmela! de José Sanchis Sinisterra: tragedia con toques de humor que reflexiona sobre la guerra, o La paz perpetua de Juan Mayorga: plantea dilemas éticos en torno al poder y la violencia.

B. Teatro de Crítica Social y Política

Heredero del teatro social del siglo XX. Denuncia desigualdades, machismo, corrupción, represión o xenofobia. Ejemplo: La casa de la fuerza de Angélica Liddell, obra violenta y emocional que denuncia la opresión del cuerpo y la mujer.

C. Teatro Experimental y Posdramático

Mezcla elementos como danza, vídeo, música, performance. Rompe con la narración lineal y crea experiencias escénicas intensas. Ejemplos: Rodrigo García: Gólgota picnic, provocadora y simbólica, y La Fura dels Baus: teatro físico, tecnológico e impactante.

D. Teatro Documental y de Testimonio

No parte de la ficción, sino de hechos y personas reales. Fusión de teatro y periodismo. Ejemplo: Siglo mío, bestia mía de Lola Blasco, que recoge testimonios de distintas crisis.

2.3. Características del Teatro Actual

Predominan la diversidad temática, la innovación escénica y la mezcla de lenguajes artísticos. El teatro se adapta a nuevos espacios y públicos.

III. La Poesía Española: Corrientes y Autores Destacados

La Poesía desde 1970 hasta Nuestros Días

Los Novísimos (años 70)

Grupo impulsado por la antología Nueve novísimos poetas españoles (1970, Castellet). Apostaban por la ruptura con el realismo, el antirrealismo, el distanciamiento del “yo” y la experimentación formal (ruptura tipográfica, referencias culturales, cine, cómic…). Destacan Pere Gimferrer (Arde el mar), Antonio Colinas, Guillermo Carnero y Antonio Martínez Sarrión.

La Poesía de los 80

Continúan los postnovísimos como Luis Antonio de Villena, Blanca Andreu o Luis Alberto de Cuenca, mezclando tradición culta y cultura popular. Surgen además:

  • Neosurrealismo (irracionalidad, fuerza del yo poético): Blanca Andreu, Fernando Beltrán.

  • Neorromanticismo (misterio, muerte, naturaleza): Antonio Colinas.

  • Neobarroquismo (rigor métrico y reflexión estética): Antonio Carvajal.

  • Poesía erótica femenina: Ana Rossetti, Aurora Luque, Elena Medel.

Poesía de la Experiencia

Tendencia más influyente desde los 80. Apuesta por claridad, lenguaje coloquial, ironía, temas cotidianos y una métrica clásica no rígida. Rechaza el elitismo formal de los novísimos. Destacan Luis García Montero (El jardín extranjero), Felipe Benítez Reyes (Los vanos mundos) o Carlos Marzal (El último de la fiesta).

Años 90 y Siglo XXI

Surgen nuevas corrientes:

  • Poesía del silencio: lenguaje breve y condensado, con contenido abstracto. Autores: Jaime Siles, Sánchez Robayna.

  • Realismo sucio: tono directo, urbano, cotidiano.

  • Poesía de la diferencia: apuesta por la libertad estética y temática. Ej.: Rodríguez Jiménez, Lupiáñez, Villena.

  • Poesía de la conciencia: vuelve la crítica social con lenguaje directo y comprometido.

La Poesía en España desde 1939 hasta los Años 70

Tras la Guerra Civil, la poesía española se divide entre la de los autores exiliados, marcada por la nostalgia, y la que se desarrolla dentro de España, condicionada por el contexto político y cultural. Se distinguen varias etapas según temáticas y estilos.

Años 40 – Generación del 36 y Primera Posguerra

Poetas como Luis Rosales, Panero o Gil-Albert muestran preocupación humana, subjetividad y tono natural. Miguel Hernández, cercano al 27 y a la vanguardia, transita desde la poesía culta (Perito en lunas), a la comprometida (Viento del pueblo) y finalmente al dolor íntimo (Cancionero y romancero de ausencias). Paralelamente, nace la poesía arraigada, de tono religioso y tradicional, afín al régimen (Rosales, Ridruejo, García Nieto). Frente a esta, surge la poesía desarraigada, más existencial, angustiada y libre formalmente, con autores como Dámaso Alonso (Hijos de la ira) o Aleixandre (Sombra del paraíso).

Años 40 y 50 – Vanguardias y Poesía Minoritaria

Se mantienen corrientes experimentales alejadas del realismo. Destacan el grupo “Cántico” (García Baena), el postismo (Ory) y el neosurrealismo (Labordeta), que apuestan por la forma, la imaginación y la intimidad.

Años 50 – Poesía Social

Surge una poesía comprometida con la realidad social, de lenguaje claro, tono directo y voluntad transformadora. Dirigida a la mayoría, busca denunciar las injusticias. Destacan Celaya (Cantos íberos), Blas de Otero (Pido la paz y la palabra), Hierro, Aleixandre o Ángela Figuera.

Años 60 – Generación del 50 o Poesía del Conocimiento

Se abandona el compromiso colectivo y se recupera la subjetividad. Esta nueva poesía se centra en la intimidad, la experiencia personal, la memoria y la reflexión sobre la realidad con un lenguaje más literario. Entre sus rasgos están el inconformismo, la ironía, el tono cotidiano y temas como la soledad o la incomunicación. Autores clave: Ángel González.

Características del Grupo Poético del 27

La Generación del 27 se caracteriza por combinar tradición e innovación: admiraban tanto a los clásicos (como Garcilaso o Góngora) como a las vanguardias (ultraísmo, creacionismo, surrealismo). Muestran un claro equilibrio entre lo culto y lo popular, utilizando desde formas métricas tradicionales hasta técnicas experimentales.

Buscan una poesía elaborada formalmente, con gran uso de la metáfora, variedad rítmica y preocupación estética. Aspiraban a alcanzar la poesía pura, eliminando lo anecdótico para centrarse en lo esencial del arte.

En cuanto a los temas, tratan el amor, el deseo, el tiempo, la muerte, la nostalgia, el mundo moderno y, en algunos casos, la realidad social. Evolucionan desde un inicio deshumanizado y esteticista hacia una poesía más existencial y comprometida, sobre todo tras la Guerra Civil y el exilio.

A pesar de su diversidad, comparten una visión del arte como forma de conocimiento, belleza y transformación.

Principales Autores

Federico García Lorca: poeta y dramaturgo de enorme popularidad. Su poesía recorre el neopopularismo (Romancero gitano), el surrealismo (Poeta en Nueva York) y temas como el amor frustrado, la muerte, la represión social y el destino. Obra clave: Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, Diván del Tamarit, Sonetos del amor oscuro.

Rafael Alberti: comienza con tono nostálgico (Marinero en tierra), sigue con un homenaje gongorino (Cal y canto), después abraza el surrealismo (Sobre los ángeles) y se compromete políticamente (El poeta en la calle). En el exilio combina la nostalgia y el compromiso (Entre el clavel y la espada).

Vicente Aleixandre: Premio Nobel, poeta del amor, el cuerpo y el ser humano. Evoluciona del surrealismo (La destrucción o el amor) a una poesía más clara y colectiva (Historia del corazón).

IV. La Novela Española: Transformaciones y Géneros

La Novela en los Años 40

Tremendismo

Son novelas que reflejan los aspectos más desagradables y brutales de la realidad para hacer una reflexión profunda sobre la condición humana. Ejemplo: La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela.

La Novela Existencial

Aquí la desorientación, la soledad, la frustración, la muerte, la hostilidad de la vida y la angustia, marcan los motivos de este tipo de novela. Ejemplos: Nada de Carmen Laforet (1945) o La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes.

La Novela en los Años 50

La novela de los 50 corresponde a la llamada «novela social», y usa un personaje colectivo, diálogo, narración de estructura lineal y lenguaje directo. Ejemplo: La colmena de Camilo J. Cela (1951).

El Neorrealismo

Dentro del neorrealismo, hay dos grandes líneas:

  • a) El objetivismo: se caracteriza por la desaparición del narrador y el predominio del diálogo. Ejemplos: El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio (1956) o Jesús Fernández Santos (Los bravos, 1954).

  • b) Novela social (realismo crítico): se centra en los problemas de los grupos sociales. Destacan Antonio Ferres o Jesús López Pacheco.

La Novela en los Años 60

1962 (Tiempo de silencio, Luis Martín Santos) se considera la primera «novela experimental o estructural». El género sufre una serie de transformaciones: el argumento pierde importancia; los personajes se reducen, el narrador alterna entre ser omnisciente y objetivista… La estructura se hace muy compleja, se recurre a la técnica de contrapunto. Todos estos cambios se aprecian en Señas de identidad de Juan Goytisolo (1966), gran novela. Otros autores importantes son Juan Benet o Delibes.

La Novela en los Años 70

Con esta novela se comienza la recuperación de los elementos tradicionales del relato, se percibe una vuelta a “la historia”, a “la anécdota”, resucita el placer de contar. Autores destacables de esta tendencia son: Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta, 1975) o Manuel Vázquez Montalbán (Pepe Carvalho).

La Novela a Partir de 1970: Tendencias, Autores y Obras Representativas

Tras la muerte de Franco, la vida cultural y literaria experimenta una gran transformación: desaparece la censura, se recuperan los autores exiliados, obras prohibidas, y se produce una apertura hacia la literatura extranjera.

  • a) Novelistas importantes de toda la posguerra: Delibes, Cela y Torrente Ballester, sobre todo.

  • b) Algunos novelistas de la «Generación del 50»: Juan Goytisolo, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite, etc.

  • c) Los novelistas de la Generación del 68, todos nacidos en la posguerra. Con esta novela, resucita el placer de contar. Eduardo Mendoza, Félix de Azúa.

Características de la Narrativa Actual (Desde los 70)

Podemos decir que la narrativa desde los setenta hasta la actualidad se caracteriza por:

  1. Se simplifican las estructuras narrativas, que eliminan la complejidad textual anterior.

  2. Se recupera el argumento, la trama y los personajes, contándose una historia cerrada y continua.

  3. Se utilizan las personas narrativas tradicionales (primera y tercera) y hay diversidad temática y formal. Hay un carácter individualista del escritor.

  4. Se trata de una narrativa que se dirige a un lector medio que prefiere el entretenimiento a la complejidad narrativa.

1. Novela Histórica

La libertad democrática y la ausencia de censura propician el auge del género histórico, que permite revisar diversos periodos con mayor libertad ideológica. Ejemplos: El oro de los sueños, de José María Merino y El hereje, de Miguel Delibes, así como la saga protagonizada por el capitán Alatriste, de Pérez-Reverte. Destaca Los girasoles ciegos de Alberto Méndez.

2. La Novela Poética o Lírica

Muy importantes la subjetividad del autor y el cuidado del estilo, que se acerca al lenguaje de la poesía. En estas obras no existe imitación de la realidad, abundan los elementos oníricos y las referencias a mitos y símbolos. Ejemplos: Mortal y Rosa (1975), de Francisco Umbral; La lluvia amarilla (1988) o Distintas formas de mirar el agua (2015), ambas de Julio Llamazares.

3. La Novela de Memoria

Describen los hechos y acontecimientos que el autor ha vivido como protagonista o testigo.

4. Novela Policíaca y de Intriga

Este subgénero resurge con especial fuerza. A este auge contribuyó el éxito de El nombre de la rosa (1980) de Umberto Eco. Enorme popularidad ha alcanzado también Arturo Pérez-Reverte, que dentro de este subgénero ha escrito El club Dumas y La tabla de Flandes.

5. La Metanovela

En este tipo de novela se incluye la narración misma como centro de atención del relato, se trata de un ejemplo de literatura dentro de la literatura. Ejemplo: Luis Landero.

La Novela desde Principios del Siglo XX hasta 1939

Tras el desastre del 98, la novela española rompe con el realismo anterior y busca nuevos caminos. Surgen dos grandes corrientes: la Generación del 98 y el Novecentismo, además de una narrativa vanguardista cercana al 27.

Generación del 98

Los autores del 98 renuevan el género: se pierde la importancia del argumento, se introducen reflexiones filosóficas, se experimenta con el narrador y se profundiza en temas existenciales y en la visión crítica de España.

  • Unamuno: acuña el término «nivola»; prioriza las ideas sobre la acción (San Manuel Bueno, mártir, La tía Tula).

  • Pío Baroja: narración sobria, personajes marginales y pesimismo vital (El árbol de la ciencia, La busca).

  • Azorín: centrado en el tiempo, introspectivo y cercano al ensayo (La voluntad, Antonio Azorín).

  • Valle-Inclán: inicia con modernismo (Sonatas), evoluciona al esperpento (Tirano Banderas).

Novecentismo

Más racional e intelectual, busca modernizar la novela alejándola del sentimentalismo. Se preocupa por el estilo y la reflexión.

  • Gabriel Miró: lirismo y descripción por encima del argumento (Nuestro padre San Daniel).

  • Pérez de Ayala: novela ensayística y reflexiva (A.M.D.G., Belarmino y Apolonio).

Narrativa hacia 1927

Relacionada con el entorno de la Generación del 27. Se mezcla el compromiso político y la experimentación formal. Autores como Rosa Chacel, Max Aub y Francisco Ayala.

V. La Poesía Española: Modernismo y Vanguardias

La Poesía desde el Modernismo a las Vanguardias

El Modernismo, nacido en Hispanoamérica y liderado por Rubén Darío, rechaza el realismo y propone una poesía bella, sensorial y refinada. Trata temas como la evasión, el erotismo, la espiritualidad y el exotismo, con estilo formal, musical y lleno de sinestesias y metáforas. Destacan Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza, y en España, autores como Manuel Machado, Marquina y el primer Valle-Inclán.

La Generación del 98 surge tras el desastre colonial, con lenguaje sobrio y subjetivo, preocupación por España y temas existenciales y religiosos. Antonio Machado es su figura clave con Soledades (modernista), Campos de Castilla (crítica social) y Nuevas canciones (reflexiva).

El Novecentismo apuesta por una poesía intelectual, elitista y racional, con lenguaje cuidado y dirigida a minorías; su autor central es Juan Ramón Jiménez, con tres etapas: sensitiva (Arias tristes), intelectual (Diario de un poeta recién casado) y suficiente (Dios deseado y deseante).

Las Vanguardias, surgidas tras 1910, rompen con la tradición buscando libertad formal, antisentimentalismo, metáfora y humor. Destacan el Creacionismo (Huidobro, Gerardo Diego), el Ultraísmo (Guillermo de la Torre) y el Surrealismo (Lorca, Alberti). Ramón Gómez de la Serna fue el gran impulsor del vanguardismo en España.

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